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Continúa el debate sobre el proyecto de Ley de Atención Integral en Materia de Drogas… que, a la postre, era de lo que se trataba.

Continúa el debate sobre el proyecto de Ley de Atención Integral en Materia de Drogas… que, a la postre, era de lo que se trataba.

El Principado permitirá las barras libres en bodas y fiestas de fin de año

Los hosteleros critican el «intervencionismo» del Gobierno y que otros negocios que venden alcohol no estén sujetos a tantas restricciones

Foto: Varias personas brindan durante una fiesta de fin de año.

24.08.13 – GIJÓN, en El Comercio.

Desde que el anteproyecto de Ley de Drogas se hizo público, el Principado ha recibido un buen número de críticas de los grupos políticas y, sobre todo, de la hostelería. Con la intención de aclarar algunos de sus puntos más conflictivos Faustino Blanco, consejero de Sanidad, se reunió ayer con José Luis Álvarez Almeida, coordinador de la Mesa de Turismo de Fade (Federación Asturiana de Empresarios), y emitió una nota de prensa en la que hizo hincapié en que el documento es provisional y en que pretende alcanzar «el mayor consenso posible» antes de llevar el texto a la Junta General en otoño.

Sanidad puso el acento en que el borrador no recoge ninguna restricción al consumo de tabaco que no figure ya en la legislación nacional y dejó claro que se podrá seguir fumando en todas las terrazas que están habilitadas para ello. Es más, recalcó que mientras la norma estatal prohíbe fumar en los soportales que se encuentran a las puertas de establecimientos y centros de trabajo, el Principado planea permitirlo en aquellos que tengan menos de un metro de profundidad. El tabaco, sin embargo, no centró las conversaciones. Lo que más preocupa a los hosteleros es la prohibición de celebrar barras libres y recurrir a reclamos como la 'hora feliz' o dar dos copas por el precio de una. «Hay otros negocios que también recurren a promociones para vender alcohol y no son objeto de este tipo de restricciones», dijo Almeida tras el encuentro para poner después de relieve que «nos negamos a ser la herramienta a costa de la cual el Principado resuelva el problema del alcoholismo». Consideran los empresarios que las conductas más problemáticas se dan en encuentros como el 'botellón' -donde se concentran principalmente los jóvenes, colectivo al que pretende proteger especialmente la futura Ley de Atención Integral en Materia de Drogas- mientras que en los locales el consumo se realiza de una forma más responsable.

«Intervencionismo»

Almeida mostró también su rechazo frontal a este tipo de medidas «intervencionistas» y anunció que el sector no dará el brazo a torcer y luchará por sacar adelante sus reivindicaciones en la fase de alegaciones. «Tenemos posturas encontradas y hay puntos en los que no nos pondremos de acuerdo», recalcó tras agradecer la voluntad de diálogo del titular de Sanidad. La reunión sirvió, asimismo, para que Blanco aclarase dos de los puntos que más debate suscitan: se permitirán las barras libres en las bodas, tal y como informó la propia consejería, y también en las fiestas de fin de año, según declaró posteriormente Almeida. Con respecto a los convites, Sanidad aclaró que no intervendrá en celebraciones privadas.

Más allá de estas primeras concesiones, el Principado está dispuesto a escuchar a todas las partes implicadas en la Ley de Drogas para alcanzar «el mayor consenso posible». A juzgar por las reacciones de grupos políticos, empresarios y agentes sociales -que respaldan el borrador pero urgen mejoras y que las sanciones se acompañen de medidas de prevención y educacionales- le lloverán recomendaciones para pasar la pulidora durante la fase de enmiendas. Todas ellas tendrán que atenerse a los objetivos de la nueva normativa, que ayer destacó de nuevo el Principado: «La reducción de riesgos y daños causados por las drogas a través de medidas de promoción de la salud y prevención, y la atención integral a los consumidores».

Proteger a los menores

La consejería quiso, además, reflejar en su comunicado su interés de proteger a los menores de edad, sobre todo, en lo que respecta al alcohol. Así, subrayó que el anteproyecto de Ley de Drogas -que recoge un aumento de la edad mínima para consumir alcohol de los 16 a los 18 años- «regula la venta, publicidad, el consumo y la promoción de bebidas alcohólicas, en particular su efectos sobre los más jóvenes». Hasta el próximo 16 de septiembre se escucharán propuestas y críticas que darán forma a un documento que llegará al parlamento asturiano en otoño.

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VER LA NOTA PUBLICA DE AYER DE LA CONSEJERIA DE SANIDAD…

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