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Centro Comunitario, laboratorios de investigación, rehabilitación, almacenes y la lavandería, continuarán aún en El Cristo…

Centro Comunitario, laboratorios de investigación, rehabilitación, almacenes y la lavandería, continuarán aún en El Cristo…

El traslado al nuevo HUCA finaliza "sin grandes incidencias" con 236 traslados, 348 ingresos y 1.419 urgencias atendidas

EUROPA PRESS

El consejero de Sanidad del Principado, Faustino Blanco, ha confirmado este martes la finalización del traslado del viejo al nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), con el último convoy que ha salido entre las 12.30 y las 13.00 horas desde El Cristo a La cadellada. El proceso concluye "sin incidencias" y con un balance de 236 traslados, 348 ingresos y 1.419 urgencias atendidas, según ha apuntado en rueda de prensa.

Blanco, que ha comparecido ante los medios tras la reunión del Consejo de Gobierno junto al consejero de Presidencia y Portavoz del Ejecutivo, Guillermo Martínez, ha incidido en que el cambio de centro se está haciendo con "normalidad", teniendo en cuenta que "se está tratando con un material muy sensible: la salud de los ciudadanos".

Al respecto, ha rechazado que el traslado haya sido "caótico" y asegura que todos los servicios y sistemas implantados en el nuevo HUCA están funcionando correctamente. Asimismo, ha comentado que ante el traslado se procedió al traslado de 30 pacientes al Hospital Vital Álvarez-Buylla; 21 al Hospital Monte Naranco; 18 al del Valle del Nalón; 36 al Hospital de Jove; 55 a Cabueñes; y 78 al San Agustín.

Blanco ha puesto en valor la labor "coordinada y cooperativa" entre los profesionales sanitarios, de transporte y de seguridad durante el operativo de traslado que comenzó este pasado sábado, 14 de junio. Además, indicó que este miércoles abrirán 10 quirófanos para la actividad programada y este martes se llevará a cabo la primera cirugía compleja, de Cardiología.

"El viejo hospital forma parte de la historia, con importancia en la transformación y modernización de la sanidad española", ha remarcado el consejero, asegurando que el nuevo HUCA será relevante en el camino de la innovación para disponer de un hospital tecnológico y sin papeles en el que, junto a la atención asistencial, destaque la actividad investigadora.

Faustino Blanco, considera razonable que se hayan producido "algunos imprevistos" ante la complejidad del proceso de trasladado, pero ha incidido en que la seguridad ha estado garantizada. Para el consejero, habría que admitir "un cierto grado de tolerancia" ante algunas situaciones no previstas, reiterando que esas puntales situaciones se producen "dentro de una normalidad absoluta".

En cuanto a las instalaciones de El Cristo, ha indicado que se mantendrán el Centro Comunitario de Transfusiones y los laboratorios de investigación, como únicos servicios sanitarios, aunque también permanecerán en el viejo HUCA los almacenes y la lavandería.

MILLENIUM

Además, respecto a la plataforma informática 'Millenium' que opera en el nuevo HUCA, el consejero ha defendido su calidad testada mundialmente, con el que cuentan centros como la Clínica Mayo.

Así, ha dicho entender las dudas de profesionales ante la adaptación al nuevo sistema que implica "pasar del bolígrafo y el papel a una herramienta informática", pero ha reiterado que se trata de una herramienta "potente" para cuya familiarización los profesionales cuenta con soporte asistencial "en tiempo real" así como un aula para perfeccionamiento.

"Tenemos que tener un tiempo de sosiego y dedicación hasta tener soltura", ha pedido el consejero, instando a "no cuestionar el sistema". "Es una herramienta nueva y requiere un periodo de adaptación en tiempo real, no simulado", ha añadido.

CONECTIVIDAD

Por otra parte, Faustino Blanco ha apuntado que el nuevo centro tiene una "conectividad absoluta". "Desde Gijón a la puerta del HUCA son unos 18 minutos", dijo, confiando en el trabajo del Consorcio de Transportes (CTA) y del Ayuntamiento de Oviedo para resolver las necesidades de conexión del nuevo HUCA.

Un hospital fantasma

El viejo HUCA se queda vacío con el traslado del último paciente ingresado

Solo Rehabilitación y servicios administrativos seguirán unos días en El Cristo

La mudanza concluye sin incidentes

Susana D. Machargo en Asturias24

Hay eco en los pasillos del viejo HUCA. Luces apagadas, camillas apiladas en el acceso a Urgencias, puertas cerradas con llave o con un simple candado. Nada en el antiguo hospital de El Cristo recuerda el ritmo frenético que mantuvo durante más de 50 años y que ha formado parte de la historia vital, trágica o feliz, de cientos de miles de asturianos. El traslado del último paciente a las nuevas instalaciones de La Cadellada ha concluido minutos antes de la una del mediodía. Un convoy de ambulancias, escoltado por Policía Local y Guardia Civil, ha recorrido los últimos kilómetros conducido por profesionales que sabían que estaban haciendo historia. Una vez que los enfermos estuvieron atendidos han podido relajarse, abrazarse, felicitarse e, incluso, tomar una imagen para la posteridad, en la que los técnicos y conductores comparten protagonismo con el personal sanitario.

El director del HUCA, Miguel Rodríguez, que ha estado en primera línea vigilando el operativo, ha felicitado a todos los profesionales y ha alabado la precisión con la que han trabajado, el clima de entendimiento entre todos los servicios y el trato dispensado a los enfermos y a sus acompañantes. Las cifras ayudan a comprender la magnitud de la tarea. La labor de enfriamiento del viejo HUCA --el vaciado de pacientes en argot-- se ha desarrollado durante varias semanas. Primero con las altas y derivaciones a otros hospitales y en los últimos cuatro días con el transporte al nuevo complejo de La Cadellada de los ingresados. Este ambicioso operativo ha supuesto que las ambulancias rodaran 50.919 kilómetros, lo que traducido en una distancia en línea recta permitiría dar una vuelta al mundo a través del ecuador y aún sobrarían 10.000 kilómetros más. Todos esos kilómetros los han consumido en trasladar a 529 pacientes que recibieron altas, en derivar a 237 enfermos a otras instalaciones sanitarias y en mover del viejo al nuevo hospital a 228 ingresados.

El gerente de Ambulancias de Asturias, Carlos Paniceres, ha agradecido la colaboración de todas las partes implicadas y ha reconocido que es un momento histórico para la sanidad asturiana. En su caso, siente cierta añoranza, ya que aún recuerda a finales de los años 70 cuando su madre conducía ambulancias y llevaba enfermos a un complejo que entonces era puntero y hoy ya ha echado el cierre.

LOS ÚLTIMOS DE EL CRISTO

Los últimos trabajadores de El Cristo tienen sentimientos encontrados. Es desconcertante ver aparcamientos casi vacíos, calles de acceso sin coches, luces apagadas en las plantas principales y, más aún, sentir el silencio que reina. Carolina Pérez y María José López, dos técnicos del Laboratorio de Microbiología, forman parte de esos últimos de El Cristo. Carolina Pérez ha trabajado la mitad de la jornada del martes en el viejo HUCA y tras el café se ha trasladado a su nuevo centro de trabajo, en La Cadellada. "Han sido 37 años trabajando aquí, así que siento mucha pena. Pero también tengo muchas ganas de bajar al nuevo y trabajar en ese edificio tan moderno. Y eso que dicen que es un caos". A María José López se le quiebra la voz: "He vivido aquí muchas fases de mi vida, muchas alegrías y tristezas y sentimos mucho marchar". En su caso, no se trasladará hasta el jueves. Los trabajadores de información vagan por el hall de la Residencia atendiendo a despistados y curiosos, con un cierto nudo en el estómago.

Las plantas se han cerrado con el traslado de los últimos 58 pacientes, entre los que había 13 críticos, 9 de la UCI general y cuatro en reanimación posquirúrgica. El convoy final ha desplazado a 11 ingresados de Psiquiatría y a tres críticos. Tras su recepción en La Cadellada, el director del hospital ha anunciado, como en una clásica escena de muerte cinematográfica, que "a las 12:50, del 17 de junio, ha finalizado el traslado del HUCA".  

Personal de Rehabilitación y de administración aún seguirá unas semanas más en el viejo hospital. Con ellos convivirán profesionales que empaquetan el escaso material que aún no se ha llevado y que echan el último vistazo al mastodóntico y anticuado complejo. También han quedado para el final los profesionales que han coordinado con los técnicos de ambulancias todo el traslado de pacientes, como Rosalía Tenorio. Para ellos, el 17 de junio de 2014 también ha sido un día histórico.

La Consejería de Sanidad ha anunciado que sellará los edificios de El Cristo, un auténtico laberinto de puertas principales, salidas de emergencia, pasadizos entre edificios y ventanas. Aún está en el aire el futuro de toda esta área.

El futuro

Hoy ha comenzado en el nuevo HUCA la actividad quirúrgica programada, después de que los tres primeros días los quirófanos solo atendieran urgencias. Las intervenciones han sido de Cirugía general, Oftalmología y Cirugía Plástica. Además, se ha realizado la primera intervención de complejidad, una cirugía cardiaca preferente, que ya se había concretado el lunes. A partir de mañana, miércoles habrá diez quirófanos operativos y el lunes estarán ya a pleno rendimiento, con 26.

Al mediodía, el hospital de La Cadellada tenía 348 pacientes ingresados y lleva realizadas 14 intervenciones quirúrgicas. Durante el sábado, el domingo y el lunes, Urgencias había atendido a 1.419 enfermos.

"El Cristo está en La Cadellada"

Esta frase, que relaciona el viejo y el nuevo HUCA, describe el caos que se vivió anoche en el servicio de Urgencias del nuevo centro

El presidente del SIMPA recomienda que, si hay que acudir al hospital, no se vaya al Central

Laura Fonseca/José Ángel García, Oviedo, en El Comercio.

La noche ha sido muy larga en el nuevo HUCA y la mañana continúa. Tanto es así, que ha habido usuarios que han esperado más de doce horas en el servicio de Urgencias y cuatro o cinco después de que ya se les hubieran realizado todas las pruebas pertinentes porque no llegaban los resultados. El mayor problema se derivó del fallo en la comunicación entre Urgencias, ya en el nuevo centro, y los laboratorios, que continúan en el viejo. “El Cristo está en La Cadellada”, era una de las frases más repetidas, una declaración que relaciona ambos hospitales, pero que describe la situación que se vive y que ha provocado que algunos pacientes graves hayan ingresado sin que se conozcan los resultados de sus analíticas.

Además, ante los 300 pacientes que se acumulaban en Urgencias, hubo que pedir ayuda a los residentes de otros servicios, ya que no era posible descongestionar la situación. Como “caótico” se describe lo que pasó anoche. Tanto es así, que el presidente del Sindicato Médico, Javier Alberdi, aconseja que los pacientes que estos días tengan que acudir al hospital, no vayan al HUCA.

El mayor problema se está derivando de los sistemas informáticos y las comunicaciones, llamadas de última generación, unos provienen del Millennium, el sistema operativo sobre el que pivota el modelo de hospital sin papeles de La Cadellada, toda una pesadilla en forma de fallos informáticos y cuya implantación costó 17 millones de euros, pero los problemas de anoche fueron más allá de este programa.

Los argumentos del Principado

Las autoridades sanitarias regionales han pedido que, en cuanto falle el Millennium, se utilice el sistema tradicional para evitar los atascos, aunque defienden el programa. El consejero de Sanidad, Faustino Blanco, ha afirmado rotundamente que "no cabe discusión, Milennium sí" y ha pedido tranquilidad a los profesionales. "Con el tiempo se darán cuenta de que Millennium es una herramienta magnífica", ha señalado, además de aclarar que "no hay ninguna orden de suspender nada, hay que trabajar, vamos a tener la disposición y la flexibilidad para ver cómo se resuelven las circunstancias concretas".

Sin embargo, lo cierto es que el hospital del siglo XXI está generando grandes demoras en las consultas e incluso obligó a suspender tratamientos en algunos servicios, como ocurrió en Oncología ayer. Precisamente, es la informática lo que está empañando el arranque del mayor complejo sanitario de Asturias y, "lo que es peor, está dejando a pacientes sin atender", advertía también Alberdi. Porque ayer, el servicio de Oncología Médica tuvo que enviar a casa a varios enfermos que no pudieron recibir su tratamiento. Así lo explicaron ellos mismos a EL COMERCIO a la salida de consulta, pasado el mediodía. "Estuvimos allí toda la mañana. Al parecer no podían meter las analíticas en el sistema y tuvieron que enviarlas al viejo hospital que, a su vez, tenía que remitir los resultados por fax. Pero como no hay cobertura suficiente y los teléfonos fallan, no se pudo recibir los resultados y nos han mandado a casa pidiéndonos disculpas y prometiendo que mañana (por hoy) esperaban tenerlo solucionado", explicaba uno de los afectados. El caso de Oncología es especialmente sensible, no solo por la dolencia que engloba, sino porque los enfermos vienen de soportar problemas de espacio e incomodidades arquitectónicas en el viejo HUCA. "Nos dijeron que en el nuevo todo iba a ser diferente, ya que es mucho más espacioso y moderno, pero nos hemos encontrado con una sala de espera en la que apenas caben 30 personas y nos piden que vengamos sin acompañante, porque no hay sitio para todos", relata otro enfermo que asegura haber tenido que "sentarme en el suelo".

Al final de la tarde, el director de Asistencia Sanitaria, Antonio Álvarez, reconocía la existencia de problemas en Oncología y pedía "disculpas por las molestias ocasionadas» que se debieron a «un fallo que se solucionó en dos horas".

Porque en el nuevo HUCA si el 'Millennium' no tira "todo falla y el tiempo que los profesionales pasan delante de la pantalla del ordenador no están con el paciente", indicaba María José Ballesteros, delegada sindical del Satse. "Muchos trabajadores sienten angustia", confesó.

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