Animando a los enfermos de hepatitis C a unirse y salir a la calle
«El nuevo fármaco me ha devuelto la vida; me da rabia que otros no lo reciban»
Carlos Ferreiro sufre hepatitis C avanzada y es de los pocos asturianos que ha conseguido ser tratado con las nuevas terapias. La suya cuesta 40.000 euros
Foto.- Carlos Ferreiro, con el combo de medicamentos para su hepatitis, y el HUCA al fondo.
Laura Fonseca | Gijón, en El Comercio
Carlos ya no vive permanentemente cansado. El virus de la hepatitis C, de cuya presencia no fue consciente hasta hace dos años, tras cumplir 46, ya no se replica millones de veces en su cuerpo. El nuevo fármaco antihepatitis que recibe desde abril, y que forma parte del combo de terapias innovadoras que curan la enfermedad y cuyo elevadísimo precio ha obligado a Gobierno y autonomías a abordar un plan de financiación extraordinario, parece estar haciendo efecto. Carlos Ferreiro (Oviedo, 1967) es uno de los pocos asturianos que ha conseguido ser tratado con estos nuevos y codiciados medicamentos por cuya inclusión en la sanidad pública claman los afectados. Su terapia cuesta cerca de 40.000 euros y la tiene que seguir durante seis meses. Aunque lleva poco tiempo con el tratamiento (apenas mes y medio), asegura encontrarse mucho mejor. «El nuevo fármaco me ha devuelto la vida», confiesa. Pero Carlos vive esta mejoría con sabor agridulce ya que sabe, «porque lo he visto», que otros enfermos en su misma situación «no han tenido mi suerte. Me da rabia que otros afectados no reciban esta medicación que no solo cura la hepatitis en estadíos avanzados como el mío, sino que también puede detener la evolución de la enfermedad, por lo que son efectivos también en la fase más precoz, al contrario de lo que dice el Gobierno».
Como otras muchas personas que sufren y portan el virus, Carlos desconoce cómo se infectó. De hecho, fue en 2013 cuando de forma casual y a raíz de otro problema de salud (la parálisis en una pierna), se enteró de que tenía hepatitis. Para entonces, el virus ya se había adueñado de su hígado y desarrollado una cirrosis en grado IV, el más avanzado de la enfermedad. Fue precisamente el estado agudo de su dolencia lo que llevó a los médicos a incluirlo en este carísimo tratamiento. Lo hicieron dentro del protocolo de ‘uso compasivo’ que contemplan los laboratorios cuando las administraciones no tienen aún decidido cómo financiar el medicamento. En esos casos, las farmacéuticas ceden gratuitamente algunas terapias. En su misma situación, comenta, «hay otro paciente del HUCA»… (leer más)
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