El conflicto de la limpieza de la sanidad, a punto de concluir al llegar a un principio de acuerdo
Tras más de siete horas de negociación, lograban de madrugada acercar posturas para poner fin a la huelga de la limpieza.
Las asambleas de trabajadores decidirán hoy dar por terminada la movilización si se cierran los flecos pendientes.
El Principio de acuerdo no se hará público hasta que las Asambleas de Trabajadores lo ratifiquen.
Empresas y sindicatos habían llegado anoche a un principio de acuerdo para poner fin a la huelga de la limpieza en los hospitales del Principado y se esperaba que hoy las asambleas de los trabajadores pudieran respaldar los acuerdos salidos de una larga negociación.
Tras una maratoniana reunión de más de siete horas en los locales del Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (Sasec), en Oviedo, las dos partes en conflicto vieron de madrugada, por vez primera, la posibilidad de una solución.
La huelga de limpieza, que fue convocada por los sindicatos CC OO, UGT, USO y CSI, arrancó el pasado día 6 y se mantuvo desde entonces fue cada día más activa.
Esquiroles de fuera, con amparo de la Consejería y escolta policial
Tras varios días de conflicto, las empresas de limpieza fueron instadas por la Consejería de Sanidad a traer brigadas de fuera de Asturias, en un intento por reducir los efectos de la huelga, especialmente, en palabras del titular de la consejería, para sacar bolsas de las zonas que están un “poquitín” llenas.
En una jornada en que se elevó alarmantemente la tensión, varias brigadas procedentes de León y Valladolid se ocuparon de retirar cientos de bolsas de ropa sucia y de basura que se agolpaban en las zonas de “sucio” en los pasillos. Y así fue. Incluso, en hospitales como el San Agustín, en Avilés, fue necesaria la intervención policial. Los encargados de limpieza expresamente ‘contratados’ para aminorar los efectos de la huelga tuvieron que ser escoltados por policías mientras procedían a retirar la basura hospitalaria. Este hecho que se intenta justificar por los actos de boicot en los que, según el Sespa, han incurrido los trabajadores, carece de justificación posible y bien pudo haber dado al traste con toda posible solución del conflicto.
La respuesta de los sindicatos no se hizo esperar. Desde Cabueñes, Norma Menéndez, delegada por UGT, acusó a la Administración y a las empresas de «vulnerar el derecho de huelga» y de «presionar a los trabajadores para desestabilizarlos emocionalmente». Por su parte, Hortensia González, de Comisiones Obreras, recordó que «la huelga es un derecho reconocido. Si quieren guerra, van a tenerla».
El secretario general técnico de la Consejería de Salud, José María González Gancedo, había advertido a los sindicatos de que «no vamos a permitir que se pare un hospital por un chantaje», lo cual es una máxima difícil de sostener cuando el conflicto sea protagonizado por el personal médico, el sanitario o el no sanitario de los propios hospitales.
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