¿SE ABRE EL DEBATE SOBRE EL FUTURO DE NUESTRA SANIDAD? Por si acaso, yo no esperaré a mañana
A su ilustre medio de comunicación con el ruego de su publicación en la sección que consideren pertinente (remitido hoy a los diarios regionales):
Con el título “La sostenibilidad de un sistema sanitario universal, público y de calidad” como objetivo de toda la sociedad asturiana se firmaba, hace escasos tres meses, como anexo del ACEBA (2008-2011), la concertación entre el gobierno regional y los agentes sociales. En el mismo se recogen seis amplios compromisos de actuación que van desde la actualización del plan de salud, cuya vigencia finalizó en 2007, hasta las inversiones para completar la red de atención primaria y las reformas de los Hospitales de Cabueñes, Mieres y, como no, el nuevo HUCA.
También figuran el establecimiento de un modelo de Atención Continuada, la ordenación de los recursos humanos y la de los servicios sanitarios a través de una Ley que contenga el catálogo de derechos y deberes de la ciudadanía ... En una palabra, y como no podía ser de otra manera, todo lo verdaderamente importante para despejar incertidumbres sobre el futuro garantizando la “sostenibilidad” de un sistema calificado como muy bueno, se recoge en el Acuerdo comentado.
Tras un periodo de relativa calma dialéctica, en lo que a todo esto se refiere, cosa que, por otra parte, resulta casi increíble dada la tendencia a la incontinencia verbal que padece el actual Consejero de Sanidad. La semana anterior a las elecciones celebradas ayer se producen una serie de importantes anuncios, digamos, polémicos:
- Que la situación financiera de la sanidad asturiana había hecho saltar «la señal de alarma».
- Que es necesaria una gran reforma organizativa no exenta de “medidas dolorosas”
- Que nuestro sistema sanitario está en peligro porque consume el 40% del presupuesto regional.
Quirós, que no se muerde la lengua y “diagnostica” muy bien, se ha atrevido a decirlo… Los incondicionales de este tipo de “valientes” se han apresurado a reconocerle la valentía.
FADE y SIMPA piden, respectivamente, «un gran pacto autonómico por la sanidad» y «cambiar la financiación y la ordenación de recursos».
Los que en esto ven una oportunidad económica se apresuran a hablar de “coordinar actuaciones, trabajar en red, buscar complementariedades, evitar los localismos y plantear soluciones racionales …”, y los otros claramente incluyen la financiación como algo “cambiable” que, por pura lógica, también puede afectar al tipo de gestión.
Cada vez que este debate se reabre, y en 30 años he asistido a muchos, tras las suaves y cuidadas expresiones de este tipo subyacen otras más manejables y entendibles que a determinados interlocutores suelen asustar más: externalización de servicios, privatización de la gestión, introducción de “ciertas tasas” por mal uso, coofinanciación …
Nadie, en todo caso, se ha negado nunca a debatir. Es obligado ser parte y asumir la responsabilidad que corresponde pero, en este particular momento también es obligado analizar la condición del principal interlocutor y su credibilidad.
La actual administración sanitaria asturiana, con un año de vida, acumula tres huelgas y se le anuncian otras dos.
Su titular dilapidó toda la credibilidad que le quedaba tanto al SESPA como a la Consejería – casi todo a través de “superfluas y extemporáneas declaraciones” -, porque no puede presentar ni un solo hecho propio de relevancia, Pero, por contra, con ese peculiar poder mediático suyo se permitió, al poco de llegar al cargo, afirmar que quién le precedió no había hecho nada.
Experimentó la externalización de las compras alimenticias de los Hospitales de Cabueñes, el HUCA y V. del Nalón, y tuvo que dar marcha atrás porque no funcionó.
En la Atención Primaria desentierra presuntas fórmulas desechadas hace casi una década y, con ello, propicia nueva conflictividad.
El plan de salud, que finiquitó en 2007, que sepamos aún no tiene evaluación, y su replanteamiento es, por el momento, un simple anuncio.
El plan de ordenación de recursos humanos y el plan funcional del nuevo HUCA son, de momento, cuestiones también pendientes para el futuro … aunque todos sepamos hacer números y con ello tengamos clara la conclusión de que no harán falta 14.000 trabajadores sanitarios para una población de un millón de habitantes, muy bien dotada en cuanto a recursos tecnológicos de Atención Especializada se refiere, pero si hará falta una clara apuesta por el rejuvenecimiento de las plantillas y su fidelización.
Y por último, sólo por terminar como empecé, resulta curioso que a los tres meses de la firma de un Acuerdo sobre el futuro de nuestra sanidad, tengamos todos la sensación de que el diagnóstico de la situación efectuado entonces, ya no vale.
¿Es con ese talante y credibilidad con el que nos vamos a atrever a abordar el necesario debate que se anuncia?
Me apetece hacer como Katie Scarlett O’Hara en la película “Lo que el viento se llevó”: ¡¡ya lo pensaré mañana!!. Pero, una vez más no lo haré y le recordaré a mi sindicato, dónde me corresponda, que la financiación, la gestión y la provisión en sanidad tienen que ser públicas siempre y una vez más habrá que defenderlas.
Arturo Méndez González, Secretario General de CC.OO. sanidad en la Atención Especializada del Nalón (area VIII del SESPA)
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Carmen -
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