Reportaje de EL COMERCIO
Los otros de la Sanidad
Trabajar de mañana y ganar más de 4.000 euros, como dice el Principado, no es la generalidad en el sistema sanitario, donde hay 'mileuristas', interinos con 15 años de antigüedad y contratos de un día.
19.10.08 - LAURA FONSECA, GIJÓN, para EL COMERCIO
No todo es oro lo que reluce, y en Sanidad, menos. Es cierto que en el sistema sanitario público hay muchos profesionales que trabajan sólo desde las 8 a las 15 horas, y que en el caso de los médicos, sobre todo los que tienen plaza en propiedad y acumulan más de 20 años de antigüedad, pueden llegar a disfrutar de sueldos que superan los 4.000 euros mensuales (si se suma la carrera profesional acordada hace dos años). Pero en los hospitales y centros de salud asturianos hay otras muchas situaciones laborales que en nada se parecen a la de los llamados 'pata negra' del Servicio de Salud del Principado (Sespa), en relación a aquellos facultativos que según datos aportados días atrás por el Principado cobran sueldos de entre 66.000 y 79.000 euros anuales.
Lo cierto es que entre los médicos hay situaciones de los más variopintas. Desde los que trabajan siempre de noche, como los asignados al Servicio de Urgencia de Atención Primaria (SUAP) y que ganan unos 2.000 ó 2.200 euros al mes, hasta los eternos interinos, facultativos que llevan años a la espera de poder sacar su plaza mediante un concurso-oposición que el Sespa viene prometiendo desde 2002. También hay médicos que pese a tener más de 40 años y una especialidad desde hace una década, están contratados sólo para hacer guardias y sustituciones.
En el resto de colectivos que conforman la sanidad pública encontramos celadores 'mileuristas', enfermeros a turnos que cobran 36 euros por una jornada nocturna de diez horas o contrataciones que apenas duran 24 horas. Estas son algunas de sus historias.
MOISÉS ROBLEDO
Médico del SAC
«Estamos hartos de que nos llamen vagos»
Muchos como él no quieren aparecer en el reportaje. Se avergüezan de su situación laboral. Moisés Robledo es un médico SAC, un galeno asignado al Servicio de Atención Continuada, que se encarga de atender las consultas que se producen de tarde (de 15 a 22 horas) en el centro de salud y también las de los fines de semana y festivos. Son poco más de un centenar en toda Asturias. Su creación como SAC data de 2005, después de que los entonces médicos de refuerzo protagonizaran una huelga de hambre en protesta por sus precarias condiciones laborales y retributivas.
Pese a que acumula más de quince años de antigüedad, Robledo sigue siendo interino. Gana entre 2.100 y 2.200 euros al mes. No tiene derecho a cobrar carrera profesional porque carece de plaza en propiedad. «No llego al sueldo del consejero, a los 51.000 euros netos que dice ganar anualmente, ni de coña», dice. Este facultativo está «harto de que nos llamen vagos. Aquí todo el mundo arrima el hombro y durante los fines de semana, entre consultas, domicilios y urgencias, no paramos. ¿Todo esto para que encima que nuestros gestores digan que somos unos peseteros y vagos? Si tuviera edad, emigraría, sin duda», asegura.
CARLOS SUÁREZ ALONSO
Cirujano del San Agustín
«Otras comunidades miman a sus médicos»
La de Carlos Suárez Alonso, cirujano de 43 años, es la historia de un viaje de ida y vuelta que comenzó en 1999, nada más acabar la especialidad, en el Hospital Central y concluyó, de momento, en 2007, en el San Agustín, en Avilés. En el medio pasó por Cantabria, Cáceres y León. Este especialista estrenó el título de cirujano «entrando en el paro». Tras algunos intentos fallidos y trabajar en sanidad pero lejos de los quirófanos, decidió marcharse de Asturias. Estuvo fuera durante casi seis años haciendo lo que más le gusta: «Cirugías y más cirugías».
Regresó en 2005 al Hospital de Arriondas. Allí hacía guardias, las que fueran necesarias. Fue en este centro donde «llegué a firmar contratos por 24 horas casi a diario», recuerda. Dos años más tarde fue 'fichado' por el San Agustín también para cubrir guardias de más de 24 horas (unas 6 ó 7 al mes) y sustituciones. Su sueldo suele rondar los 2.300 euros mensuales, cuando un médico adjunto con una o dos guardias a la semana suele cobrar 3.800 euros.
«En sanidad somos muchos los médicos y resto de personal que estamos en precario», indica. Lamenta que el Servicio de Salud del Principado no actúe como otras comunidades, «donde miman más a sus médicos». En Asturias, asegura, «los más jóvenes se van, por lo mal que los tratan». Está convencido de que «ahora mismo, si buscara trabajo fuera encontraría plaza en cualquier otra autonomía, pero con dos hijos y 43 años ya no te apetece emigrar y vas tirando con lo que hay».
Al igual que otros muchos, Carlos Suárez espera que el Principado saque una oferta pública de empleo. Aunque es consciente de que no se beneciará de la primera convocatoria, «ya que hay un tapón por tantos años sin OPE y hay mucha gente delante de mí, al menos me aproximaré». Carlos está desencantado. «Pondría al consejero a hacer guardias y a ganar mi sueldo», dice este cirujano, que recuerda que «no todos nos beneficiamos de ese 47% de aumento» al que se refiere el Principado cuando habla de las mejoras salariales médicas en los seis últimos años.
RUBÉN COTO
MIR del Hospital Central
«Trabajar de noche es una tortura»
Son el futuro médico de Asturias y ya están 'quemados'. El queme viene por los bajos sueldos que tienen ahora y que creen que no mejorarán en el futuro. También por la carga laboral a la que se enfrentan a diario y las malas perspectivas laborales. El sueldo de un MIR es de 1.135 euros. Rubén Coto, de la Asociación de Médicos Residentes de Asturias, dice que para «mejorar la nómima 'mileurista' hacemos siete guardias al mes». Ganar más dinero, pero a costa de jornadas semanales de 70 horas.
Los MIR de Asturias, cerca de 300 en toda la región, se movilizaron en 2007 en demanda de mejoras. De aquella, cobraban por cada hora de guardia apenas 6 euros, la más baja del país. Ahora, tienen el compromiso del Sespa de beneficiarse de la subida de guardia acordada recientemente para el colectivo médico. «Hasta ahora», explica este joven que trabaja en Medicina Interna del Central, había «compañeros que pagaban más por la canguro de su hijo que lo que recibían por hora de guardia. ¡Trabajaban y perdían dinero!».
Los MIR suelen realizar bastante guardias nocturnas. «Trabajar de noche es una tortura», confiesa Coto. «Muchas guardias son muy malas y estás siempre en situación de alerta, con apenas una hora para dormir, cuando puedes dormir». Está claro que «no somos millonarios» ni que el trabajo médico sea algo sencillo, insiste.
DANIEL MARTÍNEZ
Enfermero de Cabueñes
«Ganamos menos que un profesor»
Pero no sólo de médicos se nutre la sanidad. Dicho colectivo suma unos 2.780 efectivos (1.800 en hospitales y 980 en centros de salud) de los cerca de 13.100 que hay en todo el servicio de salud del Principado. Entre los más de 10.000 no médicos está Daniel Martínez, enfermero de Urgencias del Hospital de Cabueñes. Este profesional, de 40 años, trabaja a turnos en Gijón. Hace lo que en el Sespa llaman turnicidad ecológica, con dos jornadas de día, dos de tarde y una de noche. Así y todo, sólo disfruta de un fin de semana «completo» de descanso cada dos meses.
En materia de sueldo se considera casi un afortunado. Él gana unos 2.000 euros al mes, ya que por disponer de plaza en propiedad puede cobrar desarrollo profesional (plus similar al de la carrera de los médicos). Sin embargo, otros compañeros suyos, que hacen el mismo trabajo y tienen la misma antigüedad, pero son interinos, «no llegan a los 1.700 euros».
A este enfermero no le vale hacer noches o guardias para engrosar su nómima. «Por cada noche, que son diez horas de trabajo, nos pagan 36 euros, y las guardias nos están excluidas». Daniel Martínez reconoce que con el desarrollo profesional «la subida se notó bastante», pero recuerda que «ganamos mucho menos que un profesor, cuando ellos no trabajan de noche ni en días festivos».
JOSÉ LUIS BOUZA
Celador del Hospital Central
«No somos más que un número»
Son los verdaderos 'mileuristas' de la sanidad. Celadores, como José Luis Bouza, pero también administrativos, auxiliares o técnicos de laboratorio, por poner solo algunos ejemplos, suelen cobrar menos de mil euros. En el caso de este celador su nómima trepa a los 1.054 euros gracias a la antigüedad y al desarrollo profesional.
Pero José Luis Bouza, que lleva 21 años trabajando para la sanidad pública asturiana, se siente defraudado. «Aquí no somos más que un número. La única vez que un político habla de nosotros es para quejarse del gasto que generamos, nunca para destacar el trabajo que hacemos».
Al igual que otros muchos celadores, José Luis Bouza trabaja a turnos, los de mañana, tarde y noche. «En sanidad se trabaja mucho y muy duro, es una pena que se insista en hablar de nosotros como si fuéramos todos unos vagos».
0 comentarios