Advertencia para lo que intentan hacer aquellos que no les importa el Sistema
«Estar en conflicto permanente es mal asunto para el sistema sanitario»
«Cuando se plantea un problema, los colegios profesionales no pueden actuar de una manera quasi sindical»
11.12.08 - EVA MONTES, GIJÓN
Es el padre del actual sistema sanitario español. El ideólogo de la vigente Ley General de Sanidad, que diseñó desde la Subsecretaría de Sanidad y Consumo nada más llegar al Gobierno de Felipe González en 1982. Hoy, Pedro Sabando, sin haber perdido la mirada burlona de aquel niño de El Natahoyo, asume que la sanidad del siglo XXI precisa una norma del siglo XXI y aspira a que su conferencia de hoy sobre ’El sistema sanitario español en comparación con Europa y otros países’ -que pronunciará a las 19.30 horas en el Ateneo Jovellanos- suscite el debate que le permita defender a su más querido hijo ideológico.
-Pasa usted por ser el artífice de nuestro actual sistema sanitario...
-Era el presidente de la comisión redactora y, efectivamente, me parece que es lo más importante que he hecho políticamente en mi vida.
-En Asturias hay voces que abogan por un Pacto de Toledo sanitario que salve el sistema.
-El sistema tiene una gran fortaleza y lo prueba que sobre él gravitan una serie de factores que le están erosionando. Entre otros, la dinámica parlamentaria adversarial entre los dos grandes partidos, con la que hay que terminar para llegar a un entendimiento. Tenemos un Sistema Nacional de Salud constituido por 17 servicios regionales que son un bien precioso y es responsabilidad de los dos grandes partidos mejorarlo.
-Aquí apelan a la sostenibilidad. Se come la mayor parte del presupuesto asturiano.
-Como en todas partes. En Madrid representa el 60% del presupuesto. Es verdad que hay desequilibrios financieros y en Europa se ven todo tipo de modelos, como el el céntimo de la gasolina, el copago o el gravamen sobre el alcohol y el tabaco.
-Aquí ya tenemos el céntimo de la gasolina y el consejero de Salud defiende la fórmula del copago...
-En sanidad no hay fórmulas mágicas y la experiencia del copago en Europa ha sido desigual. Del copago me preocupa que en tiempos de crisis el coste siempre vaya sobre los que menos tienen. Lo importante es que los ciudadanos sepan lo que tienen, porque en ocasiones se usa y abusa del sistema, y eso está en la base de la crisis del modelo de Atención Primaria.
-La sanidad asturiana está en un constante conflicto...
-Es mal asunto para el sistema estar en conflicto permanente. Lo deteriora tanto, que tarda años en recuperarse. Los sindicatos de clase tendrían que tener claro que el sistema sanitario es patrimonio de todos y el sindicalismo reivindicativo dentro del sistema es una cosa complicada. Y los colegios profesionales, las sociedades científicas y las academias de Medicina no pueden actuar quasi sindicalmente cuando se plantea un problema. Son una pieza angular y tienen que buscar la potenciación del sistema. Si responden a otros planteamientos no es bueno.
-¿Nueva ley para el siglo XXI?
-Sí, pero que contemple el desarrollo de ciertos servicios horizontales que faciliten la cohesión del sistema porque, si se rompiera, podría romperse la equidad en el acceso. Y si se rompe la equidad, hemos destrozado una de las piezas fundamentales del propio sistema. El ministro de Hacienda hizo las transferencias en 2001 sin pensar que el Gobierno de España nunca podrá prescindir de sus responsabilidades en el mantenimiento del sistema sanitario público. Lo que sería lamentable es que se consolidaran 17 sistemas sanitarios de espaldas entre sí y al conjunto de España. Eso rompería la equidad del sistema.
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