Como todos sabíamos, la práctica clínica siempre es mejorable
¿Sabe que un escáner equivale a 4,5 años al sol?
06.04.09 - LAURA FONSECA, GIJÓN, para EL COMERCIO
En 2008 la sanidad pública asturiana realizó unas 79.000 tomografías, 15.000 más que hace apenas 4 años
Los expertos alertan sobre los efectos nocivos de estas pruebas que en ocasiones se encargan «a la ligera»
Realizarse un escáner médico es como haber vivido cuatro años y medio a la intemperie en Benidorm. Es decir, haber estado expuesto permanentemente al sol, sin sombrilla ni protección solar 1.642 días seguidos. Este tipo de prueba diagnóstica, cada vez más demandada en la sanidad asturiana, no es inocua, aunque pocos lo saben. Un simple escáner como una tomografía axial computerizada, conocida popularmente como TAC, y de las que al año se practican unas 79.000 en Asturias, equivale a 4,5 años de radiación solar. Una placa de tórax, por el contrario, representa apenas 3 días al sol.
El dato ha sido sacado recientemente a la luz por el consejero de Salud, Ramón Quirós, para hacer hincapié en la importancia de introducir la gestión clínica en los centros de salud y en los hospitales, así como en la necesidad de mejorar algunas prácticas médicas que podrían considerarse erróneas.
El excesivo uso de pruebas altamente especializadas como el TAC es uno de los aspectos a reconducir en la sanidad pública asturiana o, al menos, a debatir. En la región, cada vez son más los profesionales que 'ante el primer dolor de cabeza te envían a hacer un escáner y eso es una mala práctica', señaló Quirós recientemente en una reunión donde expuso junto a responsables del Sespa las líneas maestras de su nuevo modelo de Atención Primaria. El titular de Salud insistió en que la gestión clínica 'no es gastar menos, sino gastar mejor' y aseguró que el médico 'tiene que usar lo que sea necesario utilizar' pero no encargar por encargar.
¿Están justificados los 79.000 TAC que en 2008 solicitaron los médicos de la sanidad pública asturiana y que suponen 15.000 más -un 25% de incremento- que hace apenas cuatro años? En opinión de la Consejería de Salud, el aumento de este tipo de pruebas no está justificado desde la práctica clínica. Lo cierto es que no es la primera vez que una autoridad sanitaria alerta sobre este asunto. La anterior consejería ya había advertido a los profesionales de que muchos escáneres, TAC y resonancias magnéticas 'se pedían a la ligera, sin justificación terapéutica'.
El escáner es un aparato muy socorrido por los médicos, ya que ofrece una representación visual de secciones del cuerpo y permite obtener diagnósticos más precisos. Hay varios sistemas de obtención de imágenes: el TAC y la resonancia magnética son los más utilizados en la medicina pública. De entre todos, la tomografía es la estrella, tal y como confirman las estadísticas del Servicio de Salud, que la muestran como la prueba diagnóstica más empleada (tras la simple radiografía, claro).
El TAC es una exploración muy útil, por ejemplo, para determinar el estadío (avance) de los cánceres. Incluso para la simulación virtual y planificación de un tratamiento del cáncer con radioterapia es imprescindible el uso de imágenes en tres dimensiones que se obtienen del TAC.
¿Qué es un TAC y por qué es nocivo? Es realidad una exploración de rayos X que produce imágenes detalladas de cortes axiales del cuerpo. En lugar de obtener una imagen plana como una radiografía convencional, el TAC ofrece múltiples imágenes al rotar alrededor del cuerpo. Un ordenador se encarga de combinar todas las tomas en una imagen final que representa el corte del cuerpo a estudiar como si fuera una rodaja. El problema es que para obtener esa visión hay que emitir muchas radiaciones ionizantes, con efectos negativos sobre el cuerpo humano. Por ejemplo, en un TAC abdominal, se puede recibir la radiación de más de 50 radiografías de tórax, el equivalente de radiación natural de más de cinco años.
Estudio americano
Precisamente, sobre los efectos nocivos del TAC acaba de pronunciarse la Sociedad de Radiología de Estados Unidos. En un estudio realizado entre 31.462 pacientes, de los que un 56% eran mujeres, concluye que en un 15% de los casos, la exposición a las radiaciones de un escáner había incrementado exponencialmente el riesgo a padecer cáncer de los enfermos.
La investigación duró 22 años, periodo en el que se habían practicado a estos 31.462 enfermos un total de 190.000 TAC. A una tercera parte de los encuestados se les había practicado cinco a más tomografías a lo largo de su vida y a un 5%, más de 22 pruebas de este tipo. El documento de la Sociedad Radiológica de Estados Unidos muestra cómo un 15% se expuso a unos niveles de radiación que equivaldrían a los de 1.000 placas de tórax (3.000 días al sol). 'Con esta dosis', precisa el estudio, 'existe evidencia epidemiológica sobre el incremento de riesgo de cáncer'.
Tras la investigación, los expertos han concluido que «hay que analizar caso por caso y determinar si compensa este tipo de pruebas». Además, proponen identificar a aquellas personas con mayor riesgo a los efectos nocivos de las radiaciones a fin de arbitrar medidas protectoras.
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M.A. -