La falta de mano izquierda en la gestión del Hospital de Arriondas ...
La sanción a una integrante del comité de empresa desata otro conflicto en el Hospital
La gerencia del centro suspende de empleo y sueldo por 31 días a una sindicalista por un presunto menosprecio a una superior jerárquica.
Foto: Eloína Fernández Vega -tercera por la izquierda- junto a otras integrantes del comité de empresa del Hospital. alba sánchez
Arriondas, Ramón DÍAZ, La Nueva España
No hay tregua en el Hospital del Oriente. La sanción a una integrante del comité de empresa ha desatado una nueva «guerra» en el Grande Covián. La gerencia del centro ha suspendido de empleo y sueldo por 31 días a una representante sindical, Eloína Fernández Vega, como presunta autora de una falta «muy grave»: menosprecio a una superior jerárquica. El comité de empresa ha reaccionado convocando una concentración para la jornada de hoy, martes, en el Hospital, a las 14.30 horas, en la que se exigirá la dimisión de la gerente, María Dolores Menéndez, y del patronato que gestiona el centro.
La sanción, que se hace efectiva hoy, ha provocado la inmediata reacción del comité de empresa, cuya presidenta, Dolores Colunga, aseguró que en el centro existe un «régimen fascista y totalitario», basado en «la presión y el chantaje» a los trabajadores y, especialmente, a los representantes sindicales. Claro que la gerente del Grande Covián asegura que la «presión», el «chantaje» y los «métodos mafiosos» se aplican en sentido contrario: desde el comité de empresa hacia el equipo directivo del centro.
Los hechos que provocaron el expediente disciplinario ocurrieron el pasado 12 de octubre, cuando Eloína Fernández Vega habló por teléfono con la supervisora de enfermería y jefa de guardia, Lucía Vigil Álvarez, para solicitar ayuda por unos problemas técnicos y de personal en una de las plantas del Hospital. La supervisora consideró que no existían tales problemas y se negó a enviar a un celador. Entonces se produjo una discusión.
Existen dos versiones encontradas sobre la conversación. Según figura en el expediente contradictorio y en la propuesta de sanción, Fernández Vega dijo: «nunca soluciones nada cuando te llamo» y «estás cobrando la guardia tocándote los cojones en casa». Según la versión de los dirigentes del centro, la trabajadora ratificó posteriormente estas palabras en presencia de la supervisora.
La empleada y el comité de empresa niegan rotundamente estas acusaciones. Ni hubo insultos, ni falta de respeto, ni vejaciones, destacan los sindicalistas, que aseguran que la sanción busca «o chantajear al comité de empresa o demostrar que el patronato es omnipotente, que puede hacer daño por encima del bien y del mal y la verdad y la mentira, y que tiene en sus manos nuestras carreras, nuestros sueldos y el pan de nuestros hijos», indicó la presidenta del comité de empresa.
La jefa de guardia informó de lo ocurrido al equipo directivo, que intentó un «arreglo amistoso». Hubo varias reuniones para zanjar el asunto, pero, según la gerente, la representante legal de la sancionada rechazó un acuerdo que hubiera dejado el suceso sin sanción. María Dolores Menéndez aseguró que, a partir de ese momento, sólo quedaba el camino de la sanción.
El comité de empresa aseguró que el equipo directivo considera «enemigo» a «cualquier trabajador que denuncie carencias o exprese dificultades para realizar su trabajo con los medios disponibles». Y habló de una «gestión represora» que busca, «sancionando a los sindicalistas, asustar a la plantilla».
El Sindicato de Auxiliares de Enfermería (SAE) exigió ayer la dimisión de todos los integrantes del equipo directivo del Hospital de Arriondas. Fue la reacción del sindicato a la sanción impuesta a su afiliada y delegada Eloina Fernández Vega. SAE defiende que la sanción es «un ejemplo más» del «comportamiento dictatorial y autoritario» de la gerente con los trabajadores del centro, donde «se está imponiendo la ley del miedo y la falta de respeto más absoluto a todos los derechos: sindicales, laborales y hasta de expresión».
Según SAE, la empleada ahora sancionada y la supervisora, pasados unos días, solucionaron verbalmente el problema. El sindicato critica que la gerente del centro, pese a todo, haya continuado con el expediente contradictorio. SAE recuerda que en poco más de un año ha habido un despido a un trabajador y sanciones a dos miembros del comité de empresa a los que hay que añadir una treintena de cuestiones judiciales pendientes por cuestiones laborales de los trabajadores. Entre las sanciones citadas por SAE figura la impuesta a la presidenta del comité de empresa por unas declaraciones a un medio de comunicación, de un mes de suspensión de empleo y sueldo, que posteriormente anuló el juez, dando la razón a Dolores Colunga.
También el despido de un miembro del equipo directivo, por pagar unos atrasos a la plantilla, ha sido revocado por los jueces, aunque en este caso la sentencia aún puede ser recurrida.
«El Hospital no puede convertirse en una selva», señaló la gerente del centro, María Dolores Menéndez, al explicar el porqué de la sanción impuesta a una integrante del comité de empresa. La gerente aclaró que la supervisora de enfermería es jefa de la guardia y, en consecuencia, «la máxima autoridad del centro» y la gerente en funciones. Así que cualquier insulto o menosprecio hacia esa persona y ese cargo lo es hacia una superior jerárquica y acarrea una sanción por falta «muy grave», según la normativa vigente.
No obstante, Menéndez aseguró que el equipo directivo intentó solucionar sin sanciones el conflicto suscitado por las palabras de la sindicalista hacia su superiora, algo a lo que, tras varias reuniones, se negaron la trabajadora y el comité de empresa. La gerente defiende que este conflicto es estrictamente laboral, y no sindical. «No es un conflicto entre el equipo directivo y el comité de empresa», sino un asunto «disciplinario», añadió. Recordó que la jefa de la guardia informó sobre lo ocurrido con Eloína Fernández Vega y reclamó que se adoptaran «las medidas oportunas». Y aseguró que hubiera actuado exactamente igual si la implicada no fuera integrante del comité de empresa.
La gerente reconoció como «absolutamente legítima» la «lucha sindical», pero aseguró que este caso está alejado de cualquier batalla relacionada con el comité de empresa. Lo que ocurre es que «hay gente que sólo quiere que haya lío», añadió.
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