El encierro empieza mañana en Arriondas

El comité de empresa del hospital dice que el centro está en «proceso de destrucción»

Los trabajadores inician mañana un encierro solidario de cuatro días en apoyo de la compañera sancionada por la dirección

08.12.09 - MIGUEL ROJO | ARRIONDAS, para El Comercio

La confianza de los usuarios en el hospital de Arriondas cada vez es menor. Y no porque los servicios del mismo sean peores que antes -el de Arriondas siempre fue un hospital muy bien valorado por los pacientes- sino porque la situación laboral y de constante enfrentamiento entre comité de empresa, gerencia y Gobierno regional, convenientemente aderezado con las posturas políticas de Partido Popular e Izquierda Unida, trasladan a la opinión pública una imagen de caos muy perjudicial para el centro hospitalario.

El comité de empresa del Grande Covián se siente perseguido, y alerta en un comunicado del «proceso de destrucción al que se ve sometido nuestro centro hospitalario y ante el que no podemos permanecer impasibles». Por eso, y porque una compañera del mismo ha sido sancionada con un mes de suspensión de empleo y sueldo, los trabajadores inician mañana un encierro en las dependencias hospitalarias a modo de protesta.

En su comunicado, el comité explica que «estamos siendo testigos del expolio, de la destrucción de todo aquello que hemos ido constuyendo con enorme esfuerzo y dedicación a lo largo de estos años». Añaden que «el actual equipo directivo (no sabemos si por iniciativa propia o por indicación de los responsables del Patronato que rige la Fundación) ha adoptado una política de gestión del centro que ha desembocado en un hospital sin dirección y sin organización, a la deriva, donde los profesionales no solamente no sabemos qué debemos hacer en situaciones concretas, sino que tampoco podemos realizar aquellas actividades o tomar aquellas decisiones inherentes a nuestra profesión y a las cuales estamos obligados tanto por imperativo de la Ley como de la ética que rige nuestras actuaciones profesionales».

Insisten en valorar que la sanción a su compañera, que había llamado a una superior para quejarse por carencias en el servicio, era simplemente «en el ejercicio de su responsabilidad profesional, ante una serie de circunstancias que ponían en peligro la garantía de la actividad asistencial, por lo que tomó la decisión de de solicitar la presencia de la Supervisora de Enfermería en una de las unidades de hospitalización del cento». Y añaden que la compañera asegura que «el tono de la conversación fue en todo momento por su parte educado y respetuoso, y los trabajadores (que la conocemos, pues lleva desempeñando sus labores de auxiliar por más de doce años sin ningún motivo de queja, ni por parte de sus superiores ni de sus compañeros), la creemos».

Explican que una vez conocida la sanción, cuya motivación consideran «absurda», los representantes sindicales «dado el deterioro del clima laboral intentamos por el bien de todos solucionar el problema por la vía del diálogo y de forma conciliadora. Sin embargo, la Gerencia del centro insistió en no retirar el expediente y sancionar finalmente a nuestra compañera, a nuestro juicio sin otra intención que buscar su perjuicio y el descrédito de este comité, sin parecer importarle el daño provocado, tanto a nuestra compañera como en general al propio centro». Y recuerdan un precedente, la sanción a la presidenta del comité, sobre la cual «la justicia fue contundente al dictar la sentencia que le obligaba a retirarla y citamos textualmente: 'la única finalidad de la sanción fue perjudicar a la actora en el ejercicio de su derecho constitucional a ejercer la libertad sindical'».

Así pues, mañana empieza un encierro que, además, el comité quiere teñir de un claro caracter informativo. «Sólo es válida la opinión formada en base al conocimiento», explican, por lo que invitan a todo el que quiera a visitarles, e informarse.