Entrevista en El Comercio a nuestro Consejero de Economía y Hacienda
«Las grandes fortunas deben pagar más impuestos; con el actual sistema fiscal no podremos sostener los servicios públicos»
Jaime Rabanal, Consejero de Economía
«La fiscalidad verde será una herramienta clave para poner freno a la contaminación; el que la hace, la paga»
02.01.10 ANDRÉS SUÁREZ, GIJÓN, para El Comercio.
Jaime Rabanal no olvidará con facilidad el 2009. En un lapso de unos pocos meses ha tenido que lidiar con dos negociaciones extenuantes e interminables, que en un momento dado se situaron al borde de la ruptura y que, al final, se cerraron con éxito: primero fue la nueva financiación autonómica y después el presupuesto regional de 2010. El consejero de Economía del Principado camina ahora más ligero, satisfecho del trabajo realizado pero expectante ante la evolución de la economía en el ejercicio que comienza. Es optimista, pero cauto, y cree que los primeros síntomas claros de mejoría empezarán a percibirse en el segundo semestre del año.
-Ahora que ya le han aprobado el presupuesto, sea sincero. ¿Cuántas diferencias hay entre el texto final y el que usted hubiera hecho en solitario, sin la presión de IU?
-Las orientaciones generales del presupuesto, número arriba o número abajo, son las mismas que presenté al Consejo de Gobierno el pasado julio. El esfuerzo se ha hecho en la transformación de esas orientaciones en partidas de gasto concretas, partiendo de que introducir recortes de hasta el 50% en algunas de ellas no es tarea fácil.
-Ya, pero su borrador inicial planteaba un recorte del 3% y el documento aprobado recoge un repunte del 0,77%. Alguna diferencia tiene que haber.
-Insisto, los criterios generales respecto a los servicios públicos o la inversión no han cambiado. La duda era hasta dónde llegar en el recurso a la deuda. Al final se optó por ir al límite, el 2,75% del PIB.
-Le planteo una objeción. Si se dice que la obra pública debe tirar de la economía en un momento de crisis, ¿cómo es posible que Infraestructuras vea recortados en un 25% sus recursos?
-En el presupuesto hay mucha obra. Es verdad que hay menos carreteras, pero aparecen muchos proyectos de saneamiento que también son obra pública.
-Pero ya sabe que las carreteras, en Asturias, son una cuestión muy sensible.
-El actual plan de carreteras establece que en 2010 todos los asturianos deben estar a 30 minutos de una vía de alta capacidad. Ese objetivo pronto estará cubierto. En breve Asturias tendrá una dotación de infraestructuras muy importante y habrá que ir pensando en priorizar otro tipo de inversiones.
-¿Por ejemplo?
-Las nuevas tecnologías.
-O la Universidad. El rector dice que con la partida que le dan no le llega para pagar las nóminas.
-El Gobierno ha hecho un esfuerzo importante. Los recursos para I+D+i crecen un 11% y el presupuesto global, más del 1%, cuando en otras universidades españolas hay fuertes recortes. La Universidad, como todos, debe ajustarse al dinero que tiene.
-¿Y no habrá aportaciones adicionales durante el año? PSOE e IU así lo sugirieron el martes, en el debate de presupuestos.
-Parece difícil que podamos hacer gestos extraordinarios.
-El rasgo más llamativo del presupuesto es la deuda: 633 millones sólo en 2010 y más de 1.500 acumulados al cierre del año. ¿No es mucho dinero?
-Es mucha deuda, pero en este momento es lo que hay que hacer. Las finanzas asturianas están saneadas y el déficit es inferior a la media nacional. Y, además, es lo que más conviene; si el consumo y la demanda privada se contraen, las administraciones deben movilizar recursos para compensarlo. Cuando, a partir de 2010, la economía comience a recuperarse, habrá que trabajar para reconducir las finanzas hacia el equilibrio. Es evidente que no podemos estar en déficit permanente.
Deuda o impuestos
-¿La deuda era la única opción?
-O eso, o subir impuestos.
-De eso ya hablaremos luego. Lo que es obvio es que la deuda hay que pagarla. ¿Está el Gobierno comprometiendo la salud de las arcas regionales?
-A corto y medio plazo, y en la medida en que la economía se vaya recuperando, no hay ningún peligro. Ya le dije que el objetivo es regresar el equilibrio, para lo que la UE ha puesto a España el 2013 como límite. Sea esa fecha, 2014 ó 2012, es claro que en los próximos años habrá que endeudarse menos para ir enjugando el déficit acumulado.
-Para pagar la deuda, ¿habrá que renunciar a algún proyecto?
-No se trata de renunciar a nada, sino de ser selectivos y priorizar claramente los objetivos de gasto e inversión.
-El Estado ha instado a las autonomías a ajustar sus plantillas para contener el déficit. ¿Asturias tiene más funcionarios de los que necesita?
-No estamos entre las autonomías que, porcentualmente, más funcionarios tiene. La cuestión no es mirar si hay muchos o pocos funcionarios, sino disponer de aquellos que son necesarios para prestar los servicios públicos. Hablo de enfermeros, profesores...
-Los dos últimos presupuestos han congelado la oferta pública de empleo...
-...Excepto para el personal de servicios relacionados con la dependencia y el ERA.
-¿Esa tónica seguirá en los próximos años? ¿El crecimiento de la masa funcionarial será muy moderado?
-Es previsible que así sea, salvo en lo que tiene que ver con la prestación de servicios públicos esenciales, porque no tiene sentido una administración desmesurada. Además, habrá que reordenar los recursos en función de las nuevas necesidades de gasto que van surgiendo y de otras que se van quedando atrás. Debe existir un proceso de reordenación permanente de los efectivos.
-Respecto al futuro de la economía, su discurso presupuestario del pasado martes en la Junta General no fue del todo optimista. Habló de graves incertidumbres para 2010. ¿Cuáles?
-Aunque la economía mejore, porque hay un consenso en cuanto a que hemos tocado suelo, y en 2010 comience a haber crecimiento, hay dos problemas. Uno, que la traslación de ese crecimiento a la creación de empleo será algo más lenta. Y dos, que la traslación a la mejora de los ingresos públicos también será más lenta.
-¿El despegue de la economía será más lento que su desplome?
-La recuperación empezará en 2010, pero será más lenta en comparación con años precedentes porque las bases de la economía tendrán poco que ver con el pasado reciente. Por ejemplo, el peso de la construcción no será el mismo. No es el caso de Asturias, aunque aquí habrá que tener en cuenta que la finalización de las grandes obras públicas también tendrá su impacto. Lo bueno es que, en esta situación, Asturias tiene una economía muy moderna en su tejido productivo, muy competitiva, lo que nos dará mucha solidez aunque el ritmo de crecimiento sea más lento.
-Si en 2010 ya se crece, sobre todo en el segundo semestre, ¿el empleo se recuperará en 2011?
-Es probable que, si las previsiones se cumplen, Asturias ya empiece a crear empleo en 2010. Tardaremos en recuperar ritmos de crecimiento económico del 3% o el 4%, pero nuestra economía es capaz de crear empleo con crecimientos menores.
-¿Cuál será el motor de la nueva economía asturiana? ¿La industria debe jugar ese papel?
-Jugará un papel fundamental, pero también las nuevas tecnologías de comunicación, las consultorías... Una estructura económica sólida es más que un único sector. Es obvio que el acero será importante en los próximos años, pero gozar de una estructura económica más diversificada dará solidez a nuestra economía.
Servicios de calidad
-Al margen de la recuperación de la economía, el segundo gran debate pendiente es el fiscal. ¿El actual sistema tributario asegura la sostenibilidad futura de los servicios públicos o estos corren peligro de ver mermada su calidad?
-Para resolver esta ecuación hay dos vías: reducir el gasto o aumentar los ingresos. Si reducimos el gasto hay que decidir dónde, y eso requiere una decisión política. No es lo mismo minorar la inversión en infraestructuras que en un servicio fundamental.
-¿Y qué pasa con los impuestos?
-También es una decisión política. Si se apuesta por subirlos, hay que decidir cuáles. Es evidente que en los próximos años habrá que modificar el sistema tributario, porque con una presión fiscal siete puntos inferior a la media europea no se podrán financiar los servicios públicos. Eso sí, este asunto debe abordarse en un ámbito nacional, no es posible que una comunidad autónoma tome decisiones esenciales que afecten a la estructura del Estado por sí sola.
-El mensaje que traslada es que las subidas de impuestos son inevitables.
-Hay muchas opciones. Hay quien plantea que hay que bajarlos.
-El Partido Popular.
-Así es. Al final, los ciudadanos tendremos que tomar una decisión. ¿Queremos mantener una sanidad de calidad? Pues habrá que pagarlo. ¿Queremos seguir desarrollando la ley de dependencia? Pues habrá que pagarlo. Y algunos decimos algo más: habrá que modificar la estructura impositiva para que quienes más tienen paguen a los que menos tienen. Es una decisión colectiva.
-¿Y usted qué piensa?
-Que si la presión fiscal es un 33% en términos de PIB, y en Europa es un 40%, necesitamos siete puntos más. Habría que subir los impuestos en esa dirección y, a la vez, comprometernos a mejorar la gestión, combatir el fraude fiscal...
-¿Las rentas más altas deben pagar más?
-Sí. Pero hay que tener en cuenta algunas cosas. Si uno analiza la actual estructura fiscal, constata que quienes pagan el IRPF son las rentas salariales. Si se eleva el tipo de gravamen a estas rentas, que debe elevarse, hay que ser conscientes de que no se toca a las grandes fortunas del país, que tributan de otra manera; a veces legal, a veces forzada. Esto debe modificarse para evitar que esas grandes rentas se queden fuera.
-¿Hay que meter mano en las Sociedades de Inversión de Capital Variable (Sicav)?
-Sin duda. Este tipo de modelos legales de elusión de la declaración deben modificarse para ir a un modelo más sintético que haga tributar a estas rentas.
-Esto es, que las grandes fortunas deben pagar más.
-Exacto.
-¿La fiscalidad verde es otra de las vías de futuro?
-Sin duda. Si asumimos que el cambio climático es una realidad, la forma de intervenir para que personas y empresas tengan comportamientos más favorables debe ir por ahí. No podemos seguir emitiendo dióxido de carbono a la atmósfera, contaminando los ríos... Y la manera de actuar es por la vía fiscal. La fiscalidad verde es una herramienta clave para poner coto a la contaminación. El que la hace, la paga.
-Hasta que este debate tome forma, la realidad es que los ingresos fiscales caen en picado. ¿En qué situación estaría Asturias sin los 175 millones adicionales de la nueva financiación autonómica?
-En una situación muy difícil. En una situación como esta, ese dinero es vital para compensar la caída recaudatoria. Hasta las regiones del PP, que primero se abstuvieron, ahora se acogen al modelo.
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