Una de las principales razones por las que se van es la de la estabilidad en el empleo que no tenemos aquí
Enfermeros de exportación
Gran Bretaña 'reclutará' este año en España a 350 profesionales, el triple que hace dos años.
Tendrán más sueldo, reconocimiento y un contrato fijo.
04.01.10 - 02:31 - AINHOA PAREDES, para El Comercio
España necesita hoy 150.000 enfermeros. Y en los próximos diez años, 40.000 más. Son los cálculos del Consejo General de Enfermería para el tercer país de la UE con menos profesionales en este ámbito. La demanda es grande, casi enorme, pero muchos jóvenes con el título recién sacado prefieren bregarse en hospitales extranjeros. A poder ser británicos, donde pagan mejor, el contrato fijo no es una quimera y la profesión está más reconocida. De paso, se ponen al día con el inglés. En 2010 se estrenarán en sus quirófanos y consultas más de 350, el triple que en 2008.
Quizás sean compañeros de Elsa, Rafael, Sonia y Natalia, cuatro españoles que sudan el uniforme en el Reino Unido. A Natalia Varela la cogieron a la primera. Empezó en la unidad de geriatría del hospital público Addenbrooke de Cambridge. «Al día siguiente de la entrevista me llamaron para decirme que me habían seleccionado». Gallega, de 30 años, trabaja ahora en la unidad de rehabilitación para ancianos del hospital público Radcliffe, el mayor de Oxford.
Natalia llegó el año pasado a través de Baker Street, la empresa que selecciona a los enfermeros que van a trabajar a las islas británicas. «Allí, los hospitales saben que las enfermeras españolas poseen más conocimientos técnicos que las inglesas», apunta su director general, Josh Goldblatt. A esta coruñesa, que lleva una década atendiendo a ancianos, también le dijeron que «les gustaban mucho las españolas por el trato tan bueno que dan al paciente».
A Sonia Puerta le convence, sobre todo, el reconocimiento profesional de este sistema. «Todo el mundo está al mismo nivel, nadie se considera más que nadie. En España el médico es más que la enfermera, y la enfermera más que el auxiliar». Esta madrileña, de 24 años, trabaja desde el verano del año pasado en el servicio de oncología del London Clinic, en plena capital. Llegó con buenos informes de la reconocida clínica Anderson de Madrid.
Los hospitales ingleses garantizan también más promoción, especialización y formación. Pese a ello, el 90% de los enfermeros 'exportados' consolida su carrera en casa, en el sistema sanitario español, según Baker Street. Natalia compartió hospital en Cambridge con otros 18 españoles, «y muchos vinieron sólo por la experiencia y para aprender inglés».
Entre los que hace tiempo decidieron quedarse se encuentra Rafael Casado. Segoviano de nacimiento y vallisoletano de adopción, lleva nueve años en el hospital londinense Wellington, donde empezó trabajando en cuidados intensivos para pasar después a reanimación. A sus 38 años, recuerda los principios «duros, pero sería más difícil volver». Se le ve contento. Reconocido por sus compañeros y querido por los pacientes, que se ofrecen incluso a posar en las fotos del reportaje.
Especialidad en 18 meses
Elsa Moro apenas lleva medio año en suelo inglés. Aterrizó en Londres en septiembre con 23 años y una enorme ilusión por incorporarse al Hospital St. Mary's para formarse como matrona. «En España hay dos especialidades -Salud Mental y Obstetricia y Ginecología- pero para acceder a ellas debes pasar por una oposición muy dura. El año pasado salieron a concurso 400 plazas y se presentaron 9.000 enfermeros». En algunos países europeos, como el Reino Unido, la especialidad se hace en 18 meses, al estilo del MIR de los médicos. «Te formas y trabajas al mismo tiempo, como es mi caso, pero si en España la gente que ha aprobado esa oposición puede estar cobrando unos 800 euros, aquí es más del doble. Además, lo bueno es que el título está homologado».
Eso sí, el proceso de selección es estricto. «Necesitas hablar bien inglés. Yo incluso con un buen nivel lo pasé mal al principio», recuerda Sonia Puerta. También fue duro para Natalia, «pero tanto los compañeros como los pacientes eran muy abiertos a distintos acentos y me ayudaron mucho».
Los cuatro coinciden además en que, en la seguridad social británica, el control de su trabajo es férreo. Parece vital para que funcione con éxito el mayor empleador del mundo, después de la minorista Wal-Mart, el servicio de ferrocarriles de la India y el Ejército de China, según publicó recientemente el diario 'Times'. Cuenta con 1,5 millones de trabajadores, de los que 400.000 son enfermeros y la mitad se jubilará en la próxima década.
En la sanidad española tienen más libertad. También, más pacientes. Hasta el punto de que el enfermero se puede llegar a sentir solo en demasiadas ocasiones. En el Reino Unido ocurre más bien lo contrario. «Algunos compañeros nacionales se quejan de que al principio no les dejan hacer nada. Y es que debes apuntarte a cursos para todo, incluso para poner una vía. Como hay enfermeros de todas partes del mundo y cada uno trae sus técnicas, es una manera de unificar los protocolos de actuación», ilustra Natalia.
Sonia, por ejemplo, estuvo dos semanas sin curar una herida o colocar una venda, «siempre detrás de una compañera, mirando».
Pese al control, a la exigencia y al frío británico, estos cuatro enfermeros animan a los españoles a desembarcar en Inglaterra. «Aquí hay muchas ofertas. Hay enfermeros de todas partes -de Filipinas, Sudáfrica, Australia, entre otros-, pero se siguen necesitando porque algunos se van después de 4 ó 5 años», comenta Sonia Puerta. Entre los que vuelven a casa y los nacionales, que no terminan de animarse a estudiar Enfermería, las islas siguen siendo una buena oportunidad para hacer carrera. Y la demanda crecerá aún más, vaticina Josh Goldblatt.
Por si algún estudiante o profesional tiene todavía dudas, Elsa, la vallisoletana, trata de disiparlas con otra razón de peso: «Los contratos que en general se ofrecen en España son muy cortos, para cubrir bajas o sustituciones de vacaciones, mientras que en el Reino Unido en seguida te hacen uno indefinido». Es cuestión de meses.
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