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Un informe absolutamente desfasado ante la realidad actual y la de los dos últimos tercios del pasado año …

Un informe absolutamente desfasado ante la realidad actual y la de los dos últimos tercios del pasado año …

El Defensor del Paciente considera al área de urgencias del Nalón «la peor de Asturias»

El informe apunta que las camas supletorias son un reflejo de la desorganización del servicio del hospital Valle del Nalón

01.03.10- MARTA VARELA, LANGREO, para El Comercio.

El diagnóstico del área de urgencias del hospital del Nalón es grave. «Sin duda, Valle del Nalón cuenta con el peor servicio de Urgencias de toda Asturias. El motivo es el abandono al que el Sespa (Servicio de Salud del Principado de Asturias) le tiene postrado desde hace años, a pesar del aumento de la demanda asistencial». Con esta rotunda afirmación la memoria relativa a 2009 de la Asociación del Defensor del Paciente evalúa la situación del área de urgencias del centro sanitario de la comarca minera del Nalón.

La negativa valoración sobre su funcionamiento aparece como novedad en el informe del año pasado, ya que en 2008 no se mencionaba en ningún momento esta importante deficiencia. Entre los razonamientos que se manejan desde esta asociación, cuyo trabajo está enfocado a mejorar el servicio a los pacientes, se indica que «se han producido momentos críticos por la falta de camas disponibles y espacio libre en el área de urgencias. Incluso en enero la Dirección tuvo que derivar pacientes a otros centros hospitalarios».

Las críticas no se quedan ahí y se menciona también que la ausencia de recursos extraordinarios, o su mala planificación, además de bloquear el servicio de urgencias, «desorganiza los hospitales con las famosas camas supletorias en cualquier espacio disponible», como se han visto en los pasillos del centro del Nalón y en salas adecuadas provisionalmente.

La principal preocupación del informe son las incomodidades que a su juicio soportan los pacientes que acuden al centro hospitalario. Así indica que se «soportan salas abarrotadas, decenas de enfermos en los pasillos, tiempos de espera interminables y dificultades para informarles adecuadamente» Este mal estado del servicio contrasta con la inauguración en el año 2008 del nuevo área de urgencias.

Saturación

En el mismo estudio, el Defensor del Paciente acusa al actual equipo de la Consejería de Salud asturiana del mal funcionamiento del servicio. Así se explica que «los circuitos mal diseñados de la red de urgencias del Sespa son la causa de la saturación en condiciones de demanda normal. La ausencia de recursos extraordinarios y su mala planificación, además de bloquear el servicio, desorganiza los hospitales con las famosas camas supletorias en cualquier espacio disponible».

Indica también que «un gran porcentaje» de los pacientes que acuden a urgencias podrían haber sido atendidos en diferentes centros de salud y ambulatorios, con una buena organización del Sespa. La situación de colapso en el Valle del Nalón en los últimos años se producía en varias ocasiones a lo largo de una anualidad ya que la política de la gerencia, cuando esta estaba al frente Alberto Fernández León, apostaba por el cierre de plantas en determinadas fechas -verano, navidades etcétera- disminuyendo el número de camas disponibles para la hospitalización por lo que los pacientes de urgencias que requerían su ingreso se veían abocados a pasar varias horas en los pasillos y en el hospital de día, según denunciaron en varias ocasiones los representantes sindicales del centro.

Lenta mejora

Algunos de los profesionales del centro hospitalario han apuntado a EL COMERCIO que la situación del área ha ido mejorando «lentamente» con la llegada en mayo pasado de un nuevo gerente, Antonio Roibas.

Sin embargo los resultados no han sido apreciados aún para el Defensor del Paciente.

Valle del Nalón aparece además como el tercer centro sanitario asturiano, detrás del Hospital Central de Oviedo y el de Cabueñes de Gijón, con mayor número de casos de negligencia denunciados.

El Defensor del Paciente destaca el caso del joven langreano que estuvo esperando por un trasplante de córnea durante más de cuatro años.

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