La falta de equidad con la población del oriente desaparecerá
«Al entrar en la red pública el Hospital va a crecer en camas y servicios» «No pasará mucho tiempo antes de que algunos dirigentes socialistas se tiren de los pelos por haber votado en contra de la integración» CARLOS GALCERÁN QUIRÓS Médico y diputado del Grupo parlamentario Popular La Nueva España. Llanes, María TORAÑO Carlos Galcerán Quirós (Mieres, 1960) ha representado al PP en todo lo relacionado con la ley sobre la integración del Hospital del Oriente en el Servicio de Salud del Principado (Sespa). Tras la polémica y reñida tramitación, sobre todo con el PSOE, que se opone desde el principio a la propuesta, el proceso se saldó con la aprobación el pasado viernes de la ley, al sumar los populares sus votos favorables con los de IU. Ahora le toca al Gobierno regional mover ficha y decidirse entre acatar la nueva ley o presentar alguno de los recursos barajados para intentar cambiar la situación, como el de «inconstitucionalidad». -Con la ley aprobada, ¿qué pasos esperan que dé el PSOE? -No sé exactamente lo que pretenden hacer, pero sí tengo claro que no dan pasos adelante, sino que van hacia atrás, y creo que se equivocan. Se han quedado solos en esta historia, porque tanto usuarios como trabajadores, los otros partidos políticos y sindicatos estamos con la ley. No pasará mucho tiempo antes de que algunos dirigentes socialistas se tiren de los pelos por haber votado en contra. -¿Cómo vivió el pasado viernes la votación? -Fue un día especial para el oriente de Asturias y para la Junta General del Principado. Para el Oriente, porque los ciudadanos van a tener un hospital como los demás, en igualdad de condiciones, que para algo pagan los mismos impuestos. Hasta ahora los servicios sanitarios, tal como estaba concebida la Fundación, eran de segunda. Por otro lado, la aprobación de la ley engrandece a la Junta como institución y la afianza en su capacidad de poder legislativo. -¿Es posible que se presente un recurso de inconstitucionalidad? -Sobre ese tema, los socialistas pasan más bien de puntillas, y en los últimos meses han utilizado todo tipo de triquiñuelas, algunas muy desafortunadas, para intentar paralizar la ley a pesar de que esta integración se pedía a gritos. Lo que está claro es que la Junta es competente para la organización de los servicios públicos y para la determinación de la estructura administrativa de éstos. Por lo tanto, encuentro absolutamente legal y absolutamente constitucional la ley que acabamos de aprobar. -¿No es raro aprobar una ley con los socios de gobierno de los socialistas y que estos últimos se opongan a ella? -No valoro a Izquierda Unida como socios del Gobierno, sino como un partido que ha mantenido en estos años una clara postura de apoyo hacia la integración del Hospital. Compartíamos esa vieja aspiración, aunque en la Junta, en la legislatura pasada, no fueron tan claros y tan rotundos como han sido ahora. Cuando se juntan intereses no hay que mirarlos con lupa ni juzgar por otro tipo de cuestiones. -¿Puede convertirse esta «victoria» en votos para las próximas elecciones? -No está hecho para nada con ánimo electoral, de ser así lo hubiéramos dejado para aprobarlo dentro de unos meses, en plena campaña. Llevo muchísimos años con debates en la Cámara, lanzando propuestas, interpelaciones y mociones con el mismo fin. Esta proposición no nace ahora ni hace dos años, cuando la presentamos. Ahora llega el final de una vieja aspiración y de un montón de iniciativas presentadas en la Junta que han culminado muy bien con la aprobación de la integración. -¿Qué cambios va a percibir el usuario habitual del Hospital de Arriondas? -Desde el momento en el que el hospital sea del Sespa tendrá un régimen de gestión directa y, por tanto, será exigible el mismo presupuesto que en el resto de hospitales asturianos, que en algunos casos contaban con seis millones de euros más que el de Arriondas. Arriondas va a poder crecer en camas y cartera de servicios, cosa que no ha hecho hasta ahora. Además, la atención va a seguir siendo igual de buena, porque los profesionales van a ser los mismos más los que se vayan añadiendo cuando haya que aumentar la plantilla. -El tema de los trabajadores ha sido uno de los más controvertidos. ¿Cómo queda su situación? -Seguirán siendo personal laboral. El centrar el debate en la situación de los trabajadores ha sido una forma que el PSOE ha encontrado para desviar la atención con fines torticeros. Han utilizado mensajes que consideramos falaces y peligrosos, como el asegurar que los trabajadores entraban por la puerta de atrás al sistema de salud pública, cuando lo que nunca han dicho es que ya estaban dentro, porque el Hospital de Arriondas siempre ha sido público. Estaba envuelto en esa gran mentira que era la Fundación, en la que nunca hubo patronos privados, dinero privado ni instalaciones privadas. Todo es público desde siempre. Era el único hospital cabecera de área que no era del Sespa. Una anomalía sin sentido que había que normalizar. -¿La ley para Arriondas puede servir de ejemplo a otras instituciones sanitarias asturianas? -Creo que son cuestiones diferentes, porque en otro tipo de servicios sanitarios tienen una concesión y un funcionamiento y una estructura diferente de la que estamos hablando. No tiene nada que ver con este hospital, que era público desde su origen y además cabecera de área. -¿Cuáles son los pasos que sigue el proceso a partir de ahora? -La ley entrará en vigor a partir del día siguiente a su publicación en el BOPA y a partir de ese momento se da un plazo de seis meses al Gobierno para que, junto al patronato, tome todas las medidas necesarias para alcanzar los fines que propone el artículo único de esta ley, que es la integración del hospital en el Sespa en régimen de gestión directa. «El PSOE se ha quedado solo, porque tanto usuarios como trabajadores, partidos políticos y sindicatos estamos con la ley» «La integración no está hecha para nada con ánimo electoral, de ser así la hubiéramos dejado para aprobarla en plena campaña» «Los ciudadanos van a tener un hospital como los demás, en igualdad de condiciones, que para algo pagan los mismos impuestos» «Los socialistas pasan de puntillas sobre la inconstitucionalidad, y ya han utilizado todo tipo de triquiñuelas para paralizar la ley»
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