Aunque aún faltan conectar la zona renovada con el resto del Hospital y el equipamiento y la dotación tecnológica de aquella
Cabueñes acaba su ampliación
Salas y quirófanos coronarios están listos para su puesta en marcha. El problema es que siguen sin estar licitados los equipos
El hospital finaliza las obras vinculadas a la hemodinámica que inició en febrero de 2008
20.03.10 - LAURA FONSECA, GIJÓN, para El Comercio
Se acabaron los paseos de carretillas por los pasillos del hospital o el tener que sortear camiones cuando se subía en coche a Cabueñes. También el ruido de perforadoras y martillazos o el ir y venir de obreros y albañiles, que en ocasiones se confundían con los pacientes que se dirigían a consultar con algún especialista o con quienes acudían a ver a enfermos ingresados. Cabueñes ha finalizado sus obras de reforma y ampliación y se prepara ahora para iniciar una fase de prueba en sus reformadas instalaciones.
Fueron necesarios dos años de trabajo (la obra arrancó el 12 de febrero de 2008) para que el centro sanitario gijonés, donde se operan al año más de 15.000 personas, renueve su imagen por completo y dé por concluido el proyecto de ampliación vinculado al nuevo servicio de hemodinámica que hipotéticamente funcionará en Cabueñes. La obra ha tocado a su fin, los quirófanos y salas coronarias están listas para echar a andar, pero el equipamiento y la dotación tecnológica sigue sin aparecer. Es decir, está el esqueleto de las nuevas instalaciones, con sus coloridas salas y puertas en tonos naranjas, verdes, amarillos, rojos y malvas. También están los controles, las zonas de pruebas y despachos, pero falta casi lo más importante, el contenido de estos nuevos espacios.
Un millón de euros
El caso es que el hospital continúa a la espera de que la Consejería de Salud apruebe la adquisición del equipamiento de hemodinámica, un conjunto de aparatos valorados en más de un millón de euros. Sin esta licitación, Cabueñes seguirá sin poder hacer cateterismos y angioplastias, pruebas coronarias que sólo se practican en el HUCA, en Oviedo, y que acumulan esperas de más de dos meses.
Fuentes sanitarias señalaron que el pliego técnico de condiciones ya ha sido elaborado y remitido al Consejo de Gobierno. Sólo resta que el Ejecutivo dé el visto bueno y se inicie la tramitación de su licitación, un proceso que se demorará entre cuatro y seis meses. Eso significa que en el mejor de los casos, la sala de hemodinámica de Gijón no echará a andar hasta entrado el verano, por lo que su retraso es ya una evidencia.
El temor a que obra y aparataje no fueran de la mano viene de lejos. En el verano del pasado año, el secretario de Organización del PSOE gijonés, José Manuel Sariego, manifestó personalmente esta preocupación al consejero de Salud, Ramón Quirós, quien se comprometió a agilizar el proceso. De hecho, en aquel entonces, Quirós tranquilizó al primer teniente de alcalde y le aseguró que la construcción y la compra de equipamientos estarían perfectamente coordinados, lo que a tenor del nuevo cronograma, se confirma que no ha ocurrido. La inquietud también llegó al seno de la Agrupación Municipal Socialista, que ya abordó este asunto en más de una ocasión, con escaso éxito.
El último intento fue este mismo jueves, en la sede de la Agrupación, adonde acudió Elena Arias, gerente del Sespa, para presentar los datos sobre gestión clínica. Miembros del PSOE exigieron celeridad al Sespa y se quejaron por los retrasos que acumula el proyecto de hemodinámica, en gran parte, por la demora en la adquisición de los equipos. Arias eludió dar plazos y derivó la responsabilidad hacia los técnicos de la Consejería de Salud. La respuesta no contentó a los presentes, quienes temen que la unidad no se llegue a montar ni siquiera este año.
19 puestos de diálisis
Mientras tanto, los responsables de la obra se afanan por dejarlo todo listo y rematado. Un paseo por la zona reformada, los más de 3.000 metros cuadrados donde antes se ubicaban la cafetería y el área de dirección, permite imaginar ya cómo será la atención asistencial en esta renovada planta. Ahí aparecen ahora los 19 puestos de hemodiálisis destinados a enfermos renales, además de otros dos para casos infecciosos y uno para aislamiento. También la zona de pruebas especiales, con la sala de endoscopia, la consulta de digestivo, el área de exploraciones y el despacho de urología, entre otras prestaciones.
Unos metros más allá se ubica la estrella del proyecto, la zona de hemodinámica, que contará, entre otras cosas, con dos salas de pruebas. Es aquí donde se ubicará el equipamiento (un arco digital) valorado en más de un millón de euros. Junto a estos espacios hay sendos quirófanos, uno de 38 metros cuadrados y otro de 48 metros, cuyo techo ha sido reforzado para colgar de él todo tipo de aparataje. Ambas salas están destinadas a operaciones de corazón. La planta se completa con una UCI de Cardiología, que tendrá 13 camas.
Reubicación de servicios
El puzzle y la mudanza que conlleva la reforma y ampliación del hospital afectó a varios servicios. La propia gerencia y las direcciones y subdirecciones se han trasladado a la última planta del nuevo edificio (el de la pérgola). También lo han hecho los de archivo y lencería, a los que les ha tocado el segundo subsuelo. Admisión hizo lo propio y lleva meses en la nueva entrada. También la cafetería.
La Consejería de Salud está conforme con el resultado del proyecto. También con lo bien que se han adaptado los pacientes a los nuevos usos de Cabueñes, que ahora dispone de dos entradas, una para consultas externas y otra para hospitalización. «El hospital ha ganado tranquilidad al diversificar la entrada del público», opinó el arquitecto de la consejería, Jesús Menéndez.
El hospital se centrará ahora en conectar la zona renovada con el resto del hospital. Un proceso de puesta en marcha que se prolongará, por lo menos, un mes. Después, habrá que seguir esperando por los equipos de hemodinámica para que el conjunto de la ampliación de Cabueñes pueda echar a andar de verdad.
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