Ana Rosa Migoya insinúa que la “línea roja” se puede traspasar

Las líneas rojas del ajuste del Principado

La portavoz del Gobierno admite posibles recortes en Salud, Educación y Bienestar pero IU sostiene que en Dependencia no hay margen

Oviedo, J. A. ARDURA, en La Nueva España
El grupo de trabajo que forme la Consejería de Economía, con representantes de todos los departamentos del Principado, tendrá como misión recortar 149 millones del gasto presupuestario sin pasar de las líneas rojas, señaladas por IU. «Hay políticas en las que no estamos dispuestos a ahorrar ni un euro», advirtió la diputada de la coalición Emilia Vázquez. Unas palabras que, si no rebatió, al menos sí matizó ayer la portavoz del Gobierno asturiano, Ana Rosa Migoya, que abrió la puerta a ajustes en todas las áreas, sin excepción.

«Es cierto que tenemos que ajustar aún más el presupuesto», manifestó ayer Ana Rosa Migoya al valorar la comparecencia parlamentaria del consejero de Economía, Jaime Rabanal. La portavoz, no obstante, quiso poner en valor los esfuerzos realizados por la Administración regional desde 2009 para reducir el gasto corriente, y puso el acento de la negociación de ese ajuste en el grupo de trabajo que pondrá en marcha la Consejería de Economía. «Empezará a trabajar en las próximas semanas y a partir de ahí se podrá conocer más al detalle» dónde se concretarán los recortes o ajustes sobre un presupuesto de 4.428 millones de euros.

Migoya, no obstante, dejó entrever que las consejerías relacionadas con la prestación de servicios públicos, como Sanidad, Educación y Bienestar Social, tampoco se librarán de la política de ajustes, obligada por los nuevos requisitos exigidos desde el Ministerio de Economía a todos los gobiernos autonómicos. «Somos tajantes en mantener la calidad de los servicios públicos», destacó Migoya, para la que, sin embargo, sí que hay margen para el recorte en esos tres departamentos. «En esas consejerías hay mucho más que servicios de atención a los ciudadanos. Están servicios administrativos y burocráticos. Todo el mundo debe estar tranquilo porque las prestaciones en educación, sanidad y el desarrollo de la ley de dependencia están absolutamente garantizadas, pero hay muchos ámbitos donde se puede ajustar el gasto», indicó Migoya. Desde la Consejería de Bienestar, no obstante, se advertía de que difícilmente se podrán recortar unidades administrativas que deben tramitar las cada vez más numerosas solicitudes de la ley de dependencia.

Por otra parte, los agentes sociales valoraron ayer la propuesta del consejero de Economía acerca de la necesidad de abordar una amplia reforma fiscal, que incluya una subida de impuestos de carácter progresivo. El presidente de la Federación Asturiana de Empresarios, Severino García Vigón, considera que esa no es la mejor receta para superar la crisis. «Ya lo advertimos cuando el Gobierno asturiano presentó sus presupuestos que las previsiones de ingresos nos parecían demasiado optimistas, y así se ha confirmado. Desde luego, no compartimos la opción de subir los impuestos. Donde hay que actuar es en la disminución del gasto corriente, con criterios rigurosos de austeridad y eficacia, partiendo de un presupuesto de base cero. Una mayor presión fiscal no ayudará para nada a incrementar la actividad».

Los sindicatos se encuentran en las antípodas de ese planteamiento. UGT, a través de Mar Celemín, aboga por el mantenimiento de la red de servicios públicos en tiempos de crisis y «ante la caída de la recaudación por un mayor esfuerzo fiscal, que garatice la suficiencia, la progresividad y la equidad». UGT entiende que en tiempos de bonanza «se bajó demasiado la guardia con la supresión del impuesto de patrimonio y las ayudas directas». Un planteamiento que también comparte Comisiones Obreras, que calcula en 804 millones de euros los ingresos que el Principado ha dejado de percibir por los beneficios fiscales existentes. A juicio de Antonio Pino, secretario general de este sindicato, en los últimos años se llevaron a cabo «reformas tributarias erróneas» y ahora «la única receta para garantizar la salud financiera de Asturias es la progresividad fiscal. Nunca es tarde si la política tributaria es buena».