La previsible abstención de CiU, CC y UPN, junto con el hecho de que se vote en bloque el decreto-Ley, causa de la situación actual, pero aún, por desgracia, las negociaciones pueden hacerlo mejorar para el PSOE
El ‘plan de ajuste’, a un voto del descalabro…
Las quinielas apuntan 169 a favor, 168 en contra. La decisión de última hora tomada por la dirección del PNV ha sido determinante y deja a los socialistas en una situación muy complicada. Además de una “derrota política”, la derogación del decreto será un “desastre” para el país, advertía taciturno un destacado miembro de la dirección del PSOE en el Congreso.
NUEVATRIBUNA.ES / ISABEL G. CABALLERO 26.05.2010
El Gobierno no las tiene todas consigo. A primera hora de este jueves se debatirá y votará el decreto ley para recortar los sueldos de los funcionarios y congelar las pensiones y el PNV anunció a última hora del miércoles que votará en contra del plan de ajuste. Con esas previsiones, la votación se anuncia sumamente ajustada. El PSOE cuenta con 169 diputados. Los ‘nos’ podrían sumar 168 votos entre los 153 del PP; 5 del Grupo IU-ICV-ERC; 6 del PNV; y 4 del Grupo Mixto (2 del BNG, 1 de NaBai y 1 de UPyN). Es decir a un solo voto del descalabro.
Las negociaciones con los Grupos Parlamentarios han sido intensas en los últimos días donde la batuta la ha llevado La Moncloa. El propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, junto con la vicepresidenta económica, Elena Salgado, han sido protagonistas de las conversaciones mantenidas a puerta cerrada con los representantes de las distintas fuerzas políticas. Dada la emergencia del asunto, en esta ocasión, el portavoz socialista José Antonio Alonso, se ha limitado a coordinar algunos contactos, sobre todo con los Grupos más pequeños.
El PSOE confiaba en sacar adelante el decreto aunque fuera en solitario ya que no necesita mayoría absoluta. Cuenta con la más que probable abstención de CiU, CC y UPN y esperaba también el apoyo del PNV que finalmente ha anunciado que votará en contra como el PP y la izquierda parlamentaria (IU, ICV, ERC, BNG). El presidente del Partido Nacionalista Vasco, Íñigo Urkullu convocó una rueda de prensa para anunciar la decisión ya que, según dijo, “las medidas Zapatero serán un café amargo para todos”. El líder nacionalista calificó las propuestas de “injustas” e “insuficientes” y tachó de “imposición” la forma en la que el Gobierno ha llevado el asunto.
El “no” del PP tampoco estaba tan claro a inicios de esta semana. Fuentes socialistas consultadas hacían hincapié en que el principal partido de la oposición también está recibiendo presiones de la derecha europea (Sarkozy, Merkel…) para que no ponga impedimentos a la aprobación de unas medidas que el Gobierno se ha visto obligado a aprobar al dictado de Bruselas y de los organismos internacionales. Sin embargo, el PP daba este miércoles un ultimátum: o se retira la congelación de las pensiones o el Grupo Popular votará “no” a las medidas de ajuste.
El problema es que el decreto se vota en bloque. Así lo ha querido el Gobierno que intenta evitar también que se tramite como proyecto de ley ya que se prolongaría en el tiempo y estaría sujeto a posibles modificaciones. Al Ejecutivo “le preocupa” –según las mismas fuentes- el mensaje que se trasladaría a Europa en caso de no ser aprobado como decreto, algo que podría ser solicitado por los Grupos Parlamentarios.
El Gobierno cruza los dedos ante lo que podría ser una “derrota política” y un “desastre” para el país en palabras de un diputado socialista. En caso de que el Congreso rechazara las medidas de ajuste, sería la primera vez que los socialistas pierden sobre un tema “decisivo”. Por su parte, el PP acaricia la idea de la imagen de “soledad” de la bancada del PSOE, que emitirá los únicos votos a favor del decreto.
Los populares ultiman una propuesta de reducción del déficit que no afectaría a las pensiones. Así lo anunció en los pasillos del Congreso la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, quien adelantó la intención de su Grupo de votar ‘no’ al decreto en caso de no recibir por parte del Gobierno un “compromiso” firme para echar atrás la congelación de las pensiones, algo por lo que tampoco pasa el Partido Nacionalista Vasco, uno de los más firmes apoyos del PSOE en lo que va de legislatura.
La propuesta del PP para reducir el gasto en 3.000 millones de euros (el doble de lo que supone la congelación de las pensiones) incluye un duro recorte en el organigrama de la Administración del Estado, entre la que se cuenta la desaparición de ministerios.
Según lo previsto, será la ministra de Economía, Elena Salgado, la encargada de subirse a la tribuna de oradores, aunque fuentes gubernamentales no descartan que el presidente quiera tomar la palabra, en cuyo caso, el PP se reserva la posibilidad de que sea Mariano Rajoy y no el portavoz económico Cristóbal Montoro, quien defienda la posición de su Grupo en el debate de convalidación de las medidas antidéficit.
Las negociaciones seguían a última hora de este miércoles no ya tanto para la convalidación o derogación del decreto sino respecto a una segunda votación para decidir si se tramita como proyecto de ley, una vez que Izquierda Unida lo ha pedido. Los socialistas intentan impedir a toda costa este extremo pero tampoco cuenta con los avales suficientes y cruzan los dedos ante dos votaciones que serán cruciales para el Gobierno.
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