Los representantes de los ciudadanos de Oviedo no dicen nada y ¿nada tienen que decir?...

Las Urgencias se van a La Lila

El ambulatorio de La Lila concentra todas las Urgencias de Atención Primaria del área sanitaria de Oviedo a partir de las ocho de la tarde

El Comercio. ANA SALAS, OVIEDO.

 

Los centros de salud dejan de prestar el servicio desde las ocho de la tarde

El coordinador del servicio ha dimitido por «las formas» con las que se ha hecho la reorganización

Un cartel a la entrada de Urgencias del centro de salud de La Ería anuncia: «Este centro de salud permanecerá abierto diariamente desde las ocho hasta las veinte horas de forma ininterrumpida, si precisa asistencia fuera de este horario puede dirigirse al C. S. de La Lila o solicitarla a través del 112», firmado Gerencia de Atención Primaria Área IV. El aviso está colgado en todos los centros de la ciudad porque desde el 1 de junio la atención urgente de la red Primaria se concentra en La Lila a partir de las ocho de la tarde.

Hasta entonces, los centros de salud ofrecían este servicio hasta las diez. Es decir, que se ha recortado dos horas en los barrios para ampliarlas en La Lila, que hasta ahora comenzaba las urgencias a las diez.

La medida busca mejorar «la eficacia de la atención urgente» en Primaria y reforzar «la seguridad del paciente» que «siempre» dispondrá de un médico en el centro. En Oviedo, en un único centro, porque en Gijón, donde también se ha reorganizado el servicio de urgencias, permanecen cuatro abiertos: El Llano, La Calzada, Puerta de la Villa y El Parque. En Avilés, con el Quirinal, se ha seguido la misma fórmula que en Oviedo. Aunque es cierto que en la ciudad los pacientes que necesitan un médico después de las ocho también acuden a Urgencias del Hospital Central, sobre todo los de la zona alta de la ciudad que optan por no trasladarse al centro. Argumenta Salud que con esta fórmula prima «la eficacia por encima de la cercanía».

Esta unificación de los puntos de atención continuada forma parte de la reforma de la red de Primaria planteada por la consejería que dirige de Ramón Quirós. Y este punto está contemplado en los acuerdos firmados el 8 de octubre de 2008 con los sindicatos CC OO y UGT, que dieron como resultado el nacimiento de las unidades de gestión clínica y la apertura de las consultas en horario de tarde, desde las tres hasta las ocho.

A cambio de la concentración, Salud dota al centro donde ahora tienen que trasladarse todos los pacientes de la ciudad de un equipo más. Es decir, que entre las ocho y las diez de la noche hay un médico y una enfermera más. En el caso de La Lila, cuatro médicos y tres enfermeras. Cuando pasan esas dos horas ’punta’ vuelven a quedar tres médicos y dos enfermeras para atender a todo el que lo necesite. Con este sistema pretende garantizar la atención en el centro incluso en el caso de que uno de los facultativos tenga que salir del centro de salud para atender a un enfermo en un domicilio.

¿Es suficiente? Los sindicatos coinciden en que sí. Ahora, los trabajadores no son todos de la misma opinión. De hecho, el coordinador de Urgencias de La Lila desde el año 2002, Manuel Antuña, ha dimitido de su cargo al no estar de acuerdo «con la forma con el que se hizo». Explica que el 28 de mayo los facultativos del ambulatorio recibieron la comunicación de la concentración.

Más presión asistencial

Que los centros de salud recorten dos horas las Urgencias y las amplíe La Lila se traduce en «más presión asistencia» porque atiende a una población de «más de 200.000 habitantes», calcula. Y los pacientes están peor atendidos. Si antes apenas tenían que esperar, «o como mucho diez minutos», ahora deben hacerlo «una media hora». Ahora, «cuando llegue el invierno esto va a ser un caos», pronostica el ex coordinador de Urgencias de La Lila, que lleva casi 20 años de servicio en el mismo centro de salud.

Este médico lamenta que el cambio se haya realizado con el visto bueno de los sindicatos, y explica que todo se hace «para beneficiar a un colectivo en detrimento de otro minoritario». Para abrir los centros de salud por la tarde y que los médicos tuvieran doce horas de descanso, como estipula la ley, era necesaria una reducción de la jornada laboral: las dos horas que han recortado, argumenta Antuña.

Alberto Cabrero es celador en La Lila y advierte del despiste de los pacientes que llegan ahora entre las ocho y las diez de la noche a La Lila, que son «notablemente más» que hasta la entrada en vigor de la reorganización el pasado día 1 de junio. «Algunos llegan enfadados porque no sabían que ya no pueden ir a sus centros de salud», apunta.

Al día siguiente

Una visita a La Lila corrobora cierto desconcierto entre quienes esperan. A las ocho de la tarde, no suelen ser demasiados los que, en un día entre semana y a las puertas del verano, aguardan. «Sí que protesta la gente», afirma Carmen Fernández, medico del ambulatorio. «Pero yo no veo que haya demasiados problemas con este cambio». Ahora, dice, que en vez de ir a Urgencias a La Lila «esperan al día siguiente para ir a su centro de salud y no tener que desplazarse». Puede que con esta fórmula también se busque concienciar a los ciudadanos de que el servicio de Urgencias sólo sirve para atender un caso que no puede esperar al día siguiente y no para acudir cuando «te duele la cabeza después de salir de trabajar», como cuenta el celador y lamentan los pacientes que ahora se han quedado sin esa comodidad.