Presentación oficial del 'checking' en los quirófanos de los Hospitales asturianos...

Al quirófano con «un plan de vuelo»

Salud presenta el programa para reducir errores médicos que obligará a reconfirmar la identidad del enfermo a pie de sala

La consejería crea un registro para notificar las negligencias que se produzcan en los centros hospitalarios

08.07.10 - LAURA FONSECA | GIJÓN, para El Comercio.

Iniciar una operación en un hospital asturiano se asemejará a los momentos previos al despegue de un avión. Todo deberá ser chequeado y registrado. Desde la identidad del paciente y el tipo de cirugía, hasta el número de gasas disponibles o los profesionales que estarán en el quirófano. La Consejería de Salud ha puesto en marcha un protocolo que obliga a los cirujanos y al resto de personal a extremar las medidas de seguridad antes de que el bisturí llegue al cuerpo del paciente.

Tal y como adelantó EL COMERCIO, el Principado quiere reducir los errores que se producen en la sanidad pública que, aunque «son poco frecuentes, no son inhabituales», señaló ayer el director general de Calidad e Innovación de la Consejería de Salud. José Ramón Riera presentó en Gijón este novedoso proyecto, mediante el cual se pretende introducir nuevas prácticas y costumbres entre médicos, enfermeras e, incluso, celadores de los hospitales públicos. Entre las recomendaciones hay una que llama especialmente la atención: preguntar al paciente su nombre y apellido cuando ya esté a pie de quirófano. Según Riera «este simple hecho no es en absoluto baladí. Está demostrado y confirmado por la propia Organización Mundial de la Salud que este tipo de actos incrementa de forma notable la seguridad quirúrgica de los pacientes».

Hoja de 'checking'

El responsable de Calidad equiparó el nuevo protocolo con lo que hacen los pilotos nada más ponerse ante los mandos de un avión. «Es una copia de lo que se conoce como plan de vuelo. Antes de iniciar una cirugía habrá que revisar una serie de procesos», explicó. Seguidamente, y a modo de ejemplo, Riera recordó un sonado caso ocurrido hace décadas, cuando a una asturiana le fue amputada la pierna equivocada.

Cabueñes, precisó dicho responsable, es uno de los hospitales asturianos donde ya se realiza este tipo de 'checking' en los quirófanos. La pretensión del Principado es extenderlo al conjunto de los centros sanitarios de la región, incluidos los de la red concertada. No obstante, Riera aclaró que «en muchos hospitales ya realizan este tipo de prácticas, como la de preguntarle al paciente cómo se llama. Lo que pretendemos con este protocolo es hacerlo de forma reglada en toda Asturias».

La Consejería sabrá qué centros aplican este plus de seguridad, ya que la hoja del 'checking' deberá ser incorporada a la historia clínica de cada uno de los enfermos que sean operados. La actuación se extenderá a todos los hospitales. La Consejería de Salud confía en que esté operativa en toda la red a finales de año.

Pero el Principado no sólo busca reducir el porcentaje de errores sanitarios sino que, en el caso de que se produzcan, quiere que queden registrados. Junto al nuevo protocolo quirúrgica, Salud habilitará en los hospitales un registro de riesgos clínicos donde se apuntarán las incidencias no deseadas que se produzcan. Desde errores y negligencias sanitarias hasta reacciones adversas a medicaciones o pruebas suspendidas por alguna anomalía no prevista.

Los incidentes podrán ser comunicados por cualquier miembro del hospital. El registro se hará a través de los ordenadores disponibles en el hospital. El profesional podrá apuntar la incidencia dando su nombre o bien hacerlo de forma anónima. Eso sí, deberá decir a qué categoría profesional pertenece.

El censo de negligencia entró en vigor hace unas semanas. «Ya llevamos registrado algún caso», reconoció Riera. El director general de Calidad se comprometió a hacer públicos los resultados del registro. El objetivo de esta actuación es reducir el porcentaje de efectos adversos que sufren los enfermos.

En Asturias se estima que un 8% de los pacientes ingresados empeora su estado de salud por culpa de la atención recibida. El 80% de estos incidentes está relacionado con la medicación y las dosis suministradas.