Datos del SESPA
La demora para operarse baja a 56 días
15.451 personas esperan por una intervención, 639 por debajo de la cifra que había en enero
Los pacientes de la sanidad asturiana aguardan 13 jornadas menos que hace medio año
20.07.10 - LAURA FONSECA | GIJÓN, en El Comercio.
56 días, 13 menos que hace medio año. Este es el tiempo que de media aguarda ahora mismo un paciente asturiano para ser intervenido de forma programada en alguno de los diez hospitales que trabajan para el Servicio de Salud del Principado (Sespa). La demora para una operación se ha visto sensiblemente recortada durante el primer semestre del año. Se han ganado casi dos semanas con respecto a enero, cuando había que esperar 69 días de media.
Esta es una de las principales conclusiones que se extrae de las listas de espera quirúrgica que ayer dio a conocer el Sespa, que colgó los resultados en la web institucional de la Consejería de Salud. Su titular, Ramón Quirós, ya había adelantado el pasado sábado, en una rueda de prensa para presentar una nueva herramienta informática destinada a los médicos, que los listados donde se da cuenta de los tiempos a los que se enfrentan los pacientes de la sanidad pública eran «mejores» de los exhibidos en el conjunto del año.
Hasta el pasado 30 de junio (fecha en la que se produce el corte estadístico) eran 15.451 las personas que estaban pendientes en Asturias de ser operadas en hospitales públicos o concertados. Los datos del Sespa incluyen no sólo los centros dependientes de la red pública sino también algunos con los que concierta actividad, como es el caso de Jove, en Gijón, o el Monte Naranco, en Oviedo.
El San Agustín, el más ágil
Los enfermos asturianos que menos aguardan son los de Avilés. Allí, la demora para una cirugía está en 41 días, 15 por debajo de la media regional. Donde más esperan es en Oviedo, en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que tiene 63 días de demora para poder pasar por un quirófano. Por debajo de las 56 jornadas de espera que arroja el conjunto del Sespa hay seis hospitales. Se trata del ya citado San Agustín, en Avilés, con 41 días; Monte Naranco, en Oviedo, con 47 jornadas; Cabueñes, en Gijón, con 51 días; Álvarez-Buylla, en Mieres, con 53; Jarrio, con 54, y Carmen y Severo Ochoa, en Cangas del Narcea, con 55 días.
Las estadísticas del Sespa reflejan una mejora en la gestión de los tiempos para operarse. Durante el primer semestre del año, el listado ha bajado en 639 personas. Se ha pasado de los 16.090 pacientes que aguardaban por una intervención el pasado enero a los 15.451 de junio. La lista desciende de forma constante desde hace cinco meses. La única excepción registrada en esta primera mitad del año tuvo lugar en febrero, cuando se ganaron mil pacientes quirúrgicos más.
Por hospitales, es el HUCA el que más logró recortar su lista de espera conjunta. Aunque el complejo sanitario ovetense no consiguió meter en cintura a su demora media (con 63 días es la más alta de la sanidad asturiana) si logró rebajar, y mucho, el volumen de enfermos pendientes de operación. El listado de pacientes quirúrgicos se compone actualmente de 5.579 personas, 1.070 menos con respecto al pasado mes de enero. Además, pese a que los pacientes del HUCA son los que más deben aguardar por una intervención, justo es señalar que en seis meses el hospital redujo de forma importante su demora media. La recortó en 13 días (pasó de 76 a 63 jornadas).
Sin demoras de un año
Las cifras del Sespa revelan que en cuatro hospitales las listas han crecido. Es decir, tienen ahora más pacientes en su programación para quirófano que hace seis meses. Son el Monte Naranco, Jove, Arriondas y Mieres.
El Servicio de Salud mantiene el compromiso de no tener ningún paciente con demoras superiores al año. Los que mayor espera están soportando son 32 usuarios que acumulan más de medio año pendientes de una cirugía. Otros 3.504 llevan aguardando de media entre tres y seis meses, y el mayor grueso, 11.915, menos de 90 días.
El Sespa reduce las listas de espera pese a las jubilaciones y el concurso de traslados
Cerca de 15.500 asturianos están pendientes de una operación
Oviedo, M. LASTRA / P. ÁLVAREZ, en La Nueva España
Ni la jubilación masiva de médicos ni el caos generado por el concurso de traslados de facultativos ha impedido al Servicio de Salud del Principado (Sespa) reducir la lista de espera quirúrgica a lo largo del primer semestre de 2010.
Las cifras correspondientes al pasado 30 de junio indican que son 15.451 los pacientes que están pendientes de operarse en los hospitales públicos asturianos. Esta cifra es sensiblemente inferior a los 16.820 enfermos en espera con los que había concluido 2009. Sin embargo, supera los 15.376 que se registraban justo un año antes, en el ecuador de 2009.
La Consejería de Salud difundió ayer estos datos a través de su página web. Tal vez el epígrafe más desfavorable sea el relativo a demoras superiores a seis meses, un umbral que la Administración sanitaria considera inaceptable superar. A finales de junio eran 32 los enfermos que aguardaban desde hacía más 180 días a pasar por el quirófano. De ellos, 30 corresponden al Hospital Central de Asturias y los dos restantes al Hospital de Jove.
En el plano positivo, el Sespa puede presumir de haber reducido la demora media para operarse. Si a finales de 2009 estaba situada en 66 días, el pasado 30 de junio había disminuido hasta 56.
Del total de enfermos pendientes de operarse un tercio (concretamente 5.579) pertenecen al Hospital Central, que en el primer semestre del año ha conseguido rebajar su lista de espera en casi un millar de pacientes. En la mayoría de los centros ha disminuido la cifra de pacientes pendientes de quirófano. Son excepción a esta regla el Hospital Monte Naranco de Oviedo y el Álvarez-Buylla de Mieres.
La enfermedad más presente en las listas de espera es la catarata, con un total de 2.810 pacientes; la prueba de la artroscopia tiene 766. Por especialidades, traumatología acumula 4.189 enfermos pendientes de una intervención, y oftalmología suma 3.544.
A finales de 2009 y a principios de 2010 se levantaron diversas voces que auguraban un negro futuro a la sanidad asturiana si se llevaban a sus últimas consecuencias las nuevas normativas referentes a jubilaciones obligatorias de médicos y traslados forzosos de facultativos a las alas de la región. El Colegio de Médicos de Asturias y el Sindicato Médico (SIMPA) vaticinaron un «atasco» sin precedentes y una caída de la calidad en la asistencia como consecuencia de la aplicación del Plan de Ordenación de Recursos Humanos impulsado por el Sespa.
Por el momento, las cifras de lista de espera no apuntan en la dirección del declive. En los próximos meses la Administración sanitaria habrá de enfrentarse al reto que significa reducir en un 3,2 por ciento la financiación de los hospitales concertados. La pretensión de los responsables de la Consejería de Salud es que estos centros continúen ejecutando las mismas tareas con menos recursos, en la línea del ajuste presupuestario de toda la Administración pública.
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