Con motivo de la celebración, del Día Internacional de la Juventud, mañana día 12 de Agosto, el Instituto Asturiano de Estadística y el Instituto Asturiano de la Juventud presentan Juventud en Asturias 2010
El envejecimiento de la región
Asturias perdió 70.000 jóvenes en veinte años a causa de la reconversión industrial
La población juvenil se ha reducido en dos décadas del 22% al 15% debido a la caída de nacimientos por la falta de expectativas económicas
Oviedo, María José IGLESIAS, en La Nueva España
La reconversión de la minería y la siderurgia asturianas, en los años ochenta del pasado siglo XX, no sólo se llevó empleos. También fue la semilla para una importante reducción del colectivo juvenil dentro de la pirámide poblacional de Asturias. Y fue una «reconversión poblacional» hecha a conciencia: la región tiene hoy 70.000 habitantes menos entre 15 y 29 años de los que había censados en 1991. En aquel año los jóvenes suponían el 22% de la población total. Hoy apenas llegan al 15%. La pérdida de poder adquisitivo y la falta de expectativas provocó una ralentización de los nacimientos.
Los datos del Instituto Asturiano de Estadística, presentados por su directora, Encarnación Rodríguez Cañas, y por el director del Instituto Asturiano de la Juventud, Guillermo Martínez, indican que la falta de relevo generacional será uno de los grandes problemas de Asturias en los próximos años.
En esta valoración coinciden los demógrafos Rafael Puyol y Rafael Menéndez, catedráticos de Geografía en la Universidad Complutense y en la de Salamanca, respectivamente. Ambos responsabilizan a la reconversión industrial de los ochenta de la sangría de jóvenes que sufre la región y que pone en peligro el mantenimiento de las pensiones.
A cambio, la evolución demográfica de la región propiciará que la nueva «generación 2015», que ahora accede a la Universidad, no tendrá problemas para encontrar trabajo y ganar un buen sueldo, según señala un estudio de la Universidad de Oviedo elaborado por el profesor de Estructura Económica Manuel Hernández Muñiz. Este informe indica que de aquí a 2018 la población asturiana entre 16 y 64 años, la que está en edad de trabajar, se reducirá un 6,9 por ciento. Lo contrario a lo que ocurrirá en el resto de España. Hernández sugiere que para solucionar la escasez de jóvenes hará falta el regreso de muchos emigrados.
Hoy nacen al año en Asturias 8.000 bebés y fallecen 12.000 personas. Puyol considera «esencial» superar ese desfase negativo de 4.000 personas al año. El mismo fenómeno solamente se produjo en los años setenta en Alemania y en algunas regiones francesas. Puyol, asegura que el descenso de la natalidad es el problema social más grave al que tendrá que enfrentarse España en los próximos años, para dar relevo a la población laboral. «Necesitaríamos lograr igualar nacimientos y defunciones, pero es muy difícil». Menéndez y Puyol no dudan que la pérdida de habitantes es fruto de una crisis económica, pero también social. «Porque en los ochenta alcanzó su edad fértil una generación que aumenta sus niveles de formación y sus oportunidades», comenta Puyol. Se generalizó la incorporación de la mujer al trabajo y, como consecuencia se, retrasó la edad media para concebir el primer hijo, que pasa de los 25 a los 30 años.
El estudio realizado por el Principado que se repartirá con motivo de la celebración del «Día internacional de la juventud», presenta el perfil de los 150.000 jóvenes que viven en Asturias. El documento refleja que la juventud asturiana es participativa. La pertenencia a asociaciones, aunque escasa en términos absolutos, supera a la del conjunto de España, especialmente en política, sindicalismo, cultura, ocio y medio ambiente.
Los jóvenes asturianos también se forman a conciencia. Más de la mitad (un 52 por ciento) son estudiantes universitarios. Las mujeres representan el 55 por ciento. Aunque el 95 por ciento de la población entre 15 y 29 años maneja internet con soltura, más de un 42 por ciento se declaran lectores de prensa escrita. El índice es el más alto de España, donde la media es del 27 por ciento. Lo mismo ocurre con la lectura de libros, donde la media es de 3,6, mientras que en el resto del país alcanza 2,7 volúmenes por persona en la franja de edad estudiada.
Encontrar empleo sigue siendo una de las cuestiones más espinosas. En Asturias, el 33 por ciento de la población ocupada es menor de 35 años, y la tasa de paro de los jóvenes asturianos (menores de 25) es del 35,4%, frente a la media española de 37,9%. También son inferiores a las medias españolas la tasa de actividad (44,8% frente al 49,5) y la tasa de empleo (de un 29 frente al 30,8%).
Guillermo Martínez matizó que los jóvenes asturianos han ido retardando su incorporación al mercado laboral en los últimos años, lo que se ha reflejado en los datos de desempleo. Casi la mitad de los asturianos entre 25 y 29 años tiene un trabajo que no guarda relación con los estudios que ha realizado, frente a un 35 por ciento que sí se dedica a lo que han estudiado. El 96 por ciento da una importancia extraordinaria a la familia y a los amigos.
Se declaran satisfechos con su vida social y suelen tener pareja estable antes que el resto de los españoles. En cambio, se lo piensan más para comenzar a vivir en pareja y son precavidos. Un 89% utiliza métodos anticonceptivos en las relaciones sexuales. También son deportistas. Un 62% hace algún tipo de actividad física y, además, usan el móvil menos que el resto de los españoles.
Asturias perdió 77.872 jóvenes en dos décadas
Los asturianos de entre 15 y 29 años pasaron del 22% al 15% de la población por «el bajón de la natalidad en los 90»
11.08.10 - JAIME FIESTAS | OVIEDO, en El Comercio.
La estadística es una ciencia cruel: si dos personas poseen una pita, tienen media ave cada uno y ningún huevo. Las medias gallinas no ponen. Para las tablas de población, los jóvenes dejan de serlo -aunque vistan de camiseta y vivan en casa de sus padres- al cumplir los 30. Con prácticamente la misma población -un millón de habitantes- 77.872 han abandonado esa condición estadística en los últimos 20 años en Asturias, según los datos de 'Juventud en Asturias, 2010', un estudio elaborado por los institutos regionales de Juventud y Estadística y que ayer presentaron el responsable del primero, Guillermo Martínez, y la consejera de Cultura, Encarnación Rodríguez.
Según los datos recogidos en el informe, la población entre los 15 y los 29 años representa ahora un 15% del total de habitantes de la región, un descenso notable si se tiene en cuenta que, en 1991, el porcentaje era del 22%.
Las causas de este descenso demográfico es el «bajón que hubo en la natalidad a principios de los años 90», explicó Encarna Rodríquez. También podría haber hablado de que la estadística cruel ya no considera a los 'babyboomers' -los nacidos entorno a 1970, la generación más numerosa de este país- como jóvenes. Todos han cumplido los 30. Según los datos del informe, en 1975, el número de hijos por mujer era de 2,38, pero desde 1990 hubo una caída considerable de la tasa de natalidad, hasta 0,98 hijos por mujer en 2007. Martínez señaló que la reducción de la natalidad en las últimas décadas del siglo pasado es común a todo el país y al resto de Europa». De hecho, el movimiento natural de la población, el que excluye la inmigración, es negativo. En 2008, hubo más fallecimientos que nacimientos, 12.704 muertes frente a 8.343 alumbramientos con éxito.
Inmigrantes
La estadística muestra otra cosa: los inmigrantes entre 15 y 29 años son el 9% de la población juvenil. Un porcentaje sensiblemente superior al correspondiente al total, donde los extranjeros suponen el 4% de los residentes en la región. La proporción de extranjeros comprendidos entre los 25 y 29 años es la más numerosa: más de uno de cada 10 'asturianos' de esa franja nació fuera de España. Según el Instituto Asturiano de Estadística, Asturias es la tercera comunidad autónoma con menos inmigrantes, con 47.119 extranjeros. Por detrás están Cantabria, con 38.906, y Extremadura, con 37.223.
Dentro del ámbito laboral, el estudio señala que el 33% de la población ocupada en el Principado es menor de 25 años. Con respecto a la media española, los jóvenes asturianos por debajo del cuarto de siglo de vida tienen una tasa de actividad ligeramente menor, un 44,8% frente al 49,5 % del territorio nacional. La tasa de empleo de este grupo de edad se encuentra un punto por debajo de la de España con un 29%. Sin embargo, la tasa de paro es dos puntos inferior a la de los jóvenes españoles, un 35,4%. Guillermo Martínez afirmó que el ligero descenso se debe a que la sociedad juvenil «ha ido retrasando» su incorporación al mercado laboral. Los datos recogidos en el año 2009 muestran que en Asturias había 18.932 jóvenes parados.
Por sectores, un 74% de los menores de 25 años están trabajando en el sector servicios, donde las jóvenes son mayoría, con un 62% de empleadas en esos puestos. Un 14% de la población juvenil ocupada está dentro del sector de la construcción, el 11% trabaja en la industria y el 1% restante está empleada en el sector primario, concretamente en las áreas de agricultura y ganadería. Demuestra también que la adecuación del trabajo a los estudios aumenta con la edad porque entre los de 25 y 29 años, casi el 50% tiene un trabajo que tiene nada que ver con lo que estudiaron.
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