El comité de empresa de Jove pide que la fundación del hospital pase a ser pública
«La situación de Cruz Roja no es tan grave como se podía pensar»
Los sindicatos dicen que el remanente de un 18% de los beneficios permite «aguantar este año» el recorte del Sespa
19.10.10 - 03:12 - L. F. M. | GIJÓN, en El Comercio.
Los datos económicos los presentó la dirección del hospital de Cruz Roja, pero la deducción es de los sindicatos: «La gravedad de la situación no es tanta como se podía pensar». Es la conclusión a la que llegaron ayer después de analizar las cifras de actividad del centro hospitalario de la calle Uría desde el año 2004. Según explicaron fuentes sindicales, el 82% de los beneficios obtenidos se invirtieron en el hospital, pero el 18% restante supone una cantidad suficiente como para que Cruz Roja «pueda aguantar este año» pese a la merma del 3,2% impuesta por el Servicio de Salud del Principado.
El convenio firmado con el Sespa en abril concedía al centro concertado un presupuesto de 12,7 millones para la realización de 6.568 operaciones. Pero el Sespa modificó ese acuerdo en julio para aplicar la mencionada reducción tarifaria del 3,2%.
Cruz Roja decidió entonces reducir la carga de trabajo prácticamente a la mitad. Ha cerrado quirófanos y anulado citas médicas y quirúrgicas ya programadas. Si hasta hace poco mantenía abiertos sus cinco quirófanos tanto de mañana como de tarde, ahora ha optado por abrir cuatro quirófanos en horario de mañana y sólo uno o dos por la tarde. «Es cierto que no ha habido despidos, pero se han reducido las contrataciones temporales y eso nos preocupa», señaló ayer Gonzalo Gayol, de la Federación Asturiana de Sanidad de CC OO.
Achaca a la dirección que diera por hecho que al final la actividad se incrementaría este año, como lo había hecho los anteriores, en torno a un 8% y que concentrara en el primer semestre del año el grueso de la carga de trabajo prevista. Así, según informó la dirección a los sindicatos la pasada semana, el hospital de la calle Uría tiene actividad quirúrgica para no más de tres semanas.
Sin permisos en diciembre
También ha puesto en práctica la movilidad funcional, por la que parte de la plantilla tiene que cambiar de lugar de trabajo e incluso de funciones (por ejemplo, trabajadores que hasta ahora hacían funciones de enfermería han pasado a realizar trabajos de auxiliar).
Una de las últimas medidas de contención de gastos planteadas por la dirección tiene que ver con los permisos del personal en diciembre. Plantea la gerencia que las peticiones de días de descanso no se concentren en ese mes para evitar así tener que realizar contratos de sustitución.
Todas estas son cuestiones que «vulneran o bordean» el actual convenio colectivo, sostienen los sindicatos. Pese a la preocupación que impera entre la plantilla, de momento no se han producido actos de protesta, algo que sí ha ocurrido en el Hospital de Jove, que se encuentra en idéntica situación por el recorte presupuestario del Sespa. Los trabajadores de Cruz Roja están convocados mañana a una asamblea en la que el comité de empresa les dará a conocer los últimos datos facilitados por la dirección. No podrán transmitirles, eso sí, la postura del Sespa. Los sindicatos siguen a la espera de que la gerente, Elena Arias, les convoque a una reunión que ellos pidieron de forma oficial, por carta, hace una semana.
Lo que consideran que «no es de recibo» es que el Sespa opte por asumir en Cabueñes las operaciones de cadera con 'peonadas' antes que continuar enviando prótesis a la red concertada. Aunque cada intervención es hasta 1.610 euros más barata en Cabueñes, el pago de 'peonadas' (hasta 400 euros por tarde trabajada perciben los médicos) y el coste de hora de quirófano es más elevado en la pública.
El comité de empresa de Jove pide que la fundación del hospital pase a ser pública
Lo ve necesario para poder supervisar el presupuesto, porque «lo más importante es la transparencia»
19.10.10 - LAURA F. MAYORDOMO | GIJÓN, en El Comercio.
En plena tormenta por los efectos del recorte presupuestario del 3,2% decretado por el Principado en julio para todos los hospitales concertados y el consiguiente plan de ajuste adoptado por el de Jove para adaptarse al nuevo escenario económico -que se traduce en que, este año, recibirá 750.000 euros menos-, el comité de empresa del centro hospitalario se desmarcó ayer reclamando que la fundación benéfico-privada de la que depende pase a ser pública. ¿La razón? Conocer las cuentas de un hospital que se financia, en un 98%, con fondos públicos. «Lo más importante es la transparencia», subrayó ayer el presidente del comité, Jorge Santurio.
Precisamente por tratarse de una fundación privada, las cuentas del hospital de Jove son datos reservados. Pero los sindicatos dicen no tener duda respecto a la gestión del centro: «Hasta ahora fue bien. De hecho, siempre obtuvo beneficios», reconoció el propio Santurio. Incluso creen que existen recursos económicos suficientes para asumir el recorte presupuestario. Al menos el de este año. No se atreven a decir lo mismo del próximo, cuando la factura del Sespa se reducirá en 1,5 millones de euros.
Las palabras del presidente del comité de empresa, ayer tras una reunión con la presidenta del PP local, Pilar Fernández Pardo, enlazan con las realizadas hace poco más de una semana a este periódico. En aquella entrevista, Santurio se mostraba convencido de que la solución «pasa por que la gerente del Sespa y el consejero de Salud investiguen las cuentas de Jove y determinen si esta situación de recorte se puede mantener en el tiempo».
Están a la espera de que la primera, Elena Arias, les cite para una reunión. Para el segundo, José Ramón Quirós, el mensaje lanzado ayer fue contundente: «No queremos negociar con él sino sólo que valore si se puede seguir recortando el presupuesto de Jove y si se puede dar una atención sanitaria distinta a los ciudadanos de Gijón» en función del hospital que les corresponda por lugar de residencia.
En Jove, la merma de la factura sanitaria se ha traducido en la reducción del personal de guardia, de radiología y de la centralita telefónica -en total, 24 personas-, la supresión de las consultas y operaciones no urgentes en horario de tarde y el cierre de una planta de hospitalización con 32 camas. El hospital atiende a la población de Carreño y a un tercio de la de Gijón (los residentes en La Calzada, Natahoyo, Tremañes y parte de Pumarín), salvo en el caso de las áreas de Psiquiatría y Radioterapia, que sirven a todo el municipio.
Interpelación en la Junta
Para la presidenta del PP local, Pilar Fernández Pardo, se «está viendo comprometida la asistencia sanitaria» porque los residentes de la zona oeste reciben, insistió, una atención médica «desigual». Por eso, trasladará al grupo popular en la Junta del Principado la situación del hospital de Jove para que interpele al consejero de Salud.
Por su parte, la alcaldesa de Gijón, que hasta ayer no se había pronunciado sobre los recortes del Sespa reconoció que «como Ayuntamiento, nos preocupa tener la mejor sanidad posible, tanto en Cabueñes como en los hospitales concertados». Negó Paz Fernández Felgueroso -miembro del patronato de la Fundación-Hospital de Jove- que hubiera recibido una petición de los sindicatos de Jove para reunirse con ella y zanjó la cuestión asegurando que no es una cuestión que deban tratar el Ayuntamiento y el comité de empresa. «Lo que tenga que decir lo haré en el seno del patronato».
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