Recomendaciones para tener en cuenta y especialmente la última
Los secretos del botiquín
La temperatura y la humedad de cocinas y baños aconsejan no guardar los medicamentos en estas piezas de la casa
POR CAROLINA G. MENÉNDEZ
Sirven para prevenir, curar o aliviar una enfermedad, así como para corregir o reparar las secuelas de ésta. Los medicamentos son los grandes aliados de la salud, pero un uso inadecuado puede causar el efecto contrario y, por tanto, graves daños en el organismo. La farmacéutica Nuria Suárez González señala algunos aspectos que se deben tener en cuenta.
- Medicamentos caducados o sobrantes de tratamientos.
Los caducados no deben ser usados, pero tampoco se pueden tirar a la basura convencional. En las farmacias existe el llamado «punto sigre», un contenedor de reciclaje para depositar los medicamentos que ya no vayan a ser utilizados. Se han de tirar no sólo los fármacos, sino también las cajas (llenas o vacías), los blísteres en los que se colocan los comprimidos o cápsulas, las botellas de los jarabes, los tubos de pomadas, cremas. Por el contrario, no pueden arrojarse agujas, ni restos de curas (tiritas usadas, algodones, gasas...), ni termómetros ni radiografías.
- Conservación.
En un lugar fresco y seco de la casa, alejados de cualquier fuente de luz y calor. Pese a la práctica habitual, no es recomendable guardarlos ni en la cocina ni en el baño. Algunos medicamentos requieren frío (insulinas, vacunas, determinadas lociones y pomadas, algunos antibióticos, colirios o inhaladores), por lo que deben ser conservados en la nevera. Si precisan de bajas temperaturas se indicado en el cartonaje o en el prospecto interior.
- Cuidados específicos.
No todos los medicamentos deben tratarse por igual. Cada forma farmacéutica tiene sus particularidades.
Las líquidas son menos estables que las sólidas. Por ejemplo, los jarabes tienen que estar bien cerrados y el cuello y la boquilla de la botella limpios.
Los colirios deben ser estériles. Se recomienda desecharlo cuando haya pasado un mes como máximo desde que se ha abierto. Esto no es aplicable a las monodosis, que deben ser abiertas y utilizadas en el momento, eliminando el sobrante y utilizando una nueva monodosis en cada aplicación.
Las gotas óticas y nasales sólo deben ser usadas por una única persona.
Las cremas, pomadas, ungüentos... requieren la limpieza de la boca del tubo y que esté bien cerrado.
- En mal estado.
Normalmente, cuando no están en buen estado se pueden reconocer por el cambio de apariencia. Si el olor, color o textura ha variado respecto al momento de adquirirlos, seguramente habrá que desecharlos. Igualmente, si los comprimidos o cápsulas están apelmazados, humedecidos o rotos deben rechazarse.
- Medicamentos y niños.
Un niño nunca debe tener acceso por sí mismo a ningún medicamento para evitar el peligro de intoxicaciones en caso de consumirlo. Por ello, en casa deben colocarse en un lugar elevado al que los pequeños no tengan acceso.
- El botiquín en casa.
Sólo es necesario disponer en casa de material de primeros auxilios para pequeños accidentes domésticos: un desinfectante, gasas, vendas, tiritas, esparadrapo, suero fisiológico, pomada o spray para las quemaduras, termómetro y, en todo caso, un analgésico y antiperético, tipo paracetamol o ibuprofeno. En caso de problemas más importantes hay que acudir al médico o buscar consejo del farmacéutico.
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