Discrepando con el Informe de Elola, especialmente en el tratamiento dado a los Hospitales Comarcales...
Opinion. La Nueva España
El futuro de los hospitales comarcales
Las verdaderas intenciones de las autoridades sanitarias, amparándose en presuntas ineficiencias
EVARISTO LOMBARDERO RICO, JEFE DE MEDICINA INTERNA DEL HOSPITAL DE JARRIO
En mayo se presentó a los medios de comunicación un informe realizado por Francisco Javier Elola Somoza por encargo del Consejo Económico y Social que descalifica repetidamente el trabajo de los hospitales comarcales (HC). El autor ocupó diversos cargos en el Ministerio de Sanidad y Consumo entre 1986 y 1997 y posteriormente fundó una consultora privada para temas relacionados con la planificación sanitaria. El informe aborda diversos aspectos del sistema de salud asturiano, de los cuales vamos a comentar sus valoraciones sobre los HC.
En varios apartados del trabajo se refiere a problemas de eficiencia en los «hospitales locales», ineficiencia en la utilización de recursos, costes elevados por unidad de producción, problemas de seguridad por atender a un volumen insuficiente de determinados casos... Entre las propuestas destacamos la siguiente: sustituir camas de hospitales de agudos por recursos sociales intermedios y sociosanitarios (unidades de convalecencia, cuidados paliativos).
En resumen, el informe que comentamos, conocido previamente por el consejero de Salud y la directora del Sespa, encuentra graves deficiencias en los HC, en materia de eficiencia, calidad y seguridad. Por omisión, se entiende que los restantes hospitales de Asturias no presentan estos problemas.
El tema es muy complejo para tratarlo de forma resumida. Lo único que quiero trasmitir es que nadie ha estudiado con rigor y en profundidad los problemas mencionados. No hay ningún análisis serio que avale este tipo de afirmaciones. Se trata, simplemente, de presunciones gratuitas, de prejuicios oportunistas para dar cobertura a unas decisiones políticas tomadas de antemano, sin el necesario estudio del supuesto problema que teóricamente se pretende resolver.
El informe que comentamos carece del mínimo rigor, desde el momento en que trata a todos los HC por el mismo rasero. No entra en un análisis de los distintos servicios o grupos de servicios, no encuentra diferencias entre unos HC y otros y no hay ninguna actividad o especialidad que pueda destacar y merezca ser promocionada en un contexto tan amplio. Ni siquiera la fácil accesibilidad a los HC merece un comentario favorable o dudoso.
Entre las acusaciones gratuitas del señor Elola he subrayado la que hace referencia a la seguridad de los pacientes porque en los HC se atiende a un volumen insuficiente de determinados casos, de donde se desprende que los especialistas no dominan adecuadamente determinadas técnicas. Éste es un tópico bastante extendido en el mundo de la gestión sanitaria, pero que nadie se ha molestado en investigar con métodos científicos rigurosos. Entre otras razones porque investigar obliga a sacudirse cierta pereza mental excesivamente extendida. Es mucho más cómodo contratar a un experto que nos diga lo que queremos hacer, y si es de la casa, mucho mejor.
La cuestión de la seguridad y la calidad se relaciona con múltiples variables, la mayoría de ellas dependientes de cuestiones logísticas y de recursos, como la actualización de las tecnologías, la rotación del personal, la demoras a distintos niveles, etcétera. Reducirlo a un asunto de pericia del ejecutante final de una determinada técnica es una falacia simplista para uso demagógico y oportunista. Un problema concreto de seguridad es de los traslados de enfermos críticos. Aquí confluyen múltiples condicionantes ajenos al HC, como es la disponibilidad de medios de transporte, la coordinación entre distintos niveles y la receptividad y recursos del receptor. En este capítulo tenemos excesiva experiencia en los comarcales.
Lo más curioso de la seguridad es su entrada en escena, precisamente en este momento. En los últimos veinte años nadie se ha dado cuenta de que en los HC había graves problemas de seguridad porque los médicos éramos inexpertos. Cuando el señor Quirós era director general, es decir la semana pasada, no había problemas de seguridad. Al comienzo de la legislatura, es decir anteayer, no había problemas de seguridad y el futurible nuevo HUCA, la quintaesencia de la ciencia y la investigación, está al margen de cualquier duda sobre los riesgos de inseguridad. Sólo los pútridos comarcales y sus profesionales están señalados por esta lacra de la inexperiencia.
El problema, obviamente, no es la opinión de una persona concreta. La cuestión es que el informe mencionado ha sido difundido entre sectores políticos, técnicos, sindicales, empresariales, etcétera con el fin de crear una opinión desfavorable a los HC, con la connivencia del Consejero y la directora del Sespa. La realidad, como ya se empieza a ver en los medios de comunicación, es que la Consejería pretende reducir la actividad de los HC y derivar una parte de los pacientes a los hospitales del centro sin haber analizado previamente y en profundidad los pros y contras de este proyecto. Dejando aparte la frivolidad de abordar una reforma de esta envergadura con la legislatura vencida y los equipos de dirección absolutamente quemados, los indicios de improvisación y superficialidad son alarmantes. Eso sin entrar en el impacto social de la supresión de servicios que, hasta el momento no han sido cuestionados por nadie, excepto por el experto señor Elola.
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