APACI pide que se refuerce la cardiología pediátrica del HUCA

Un cardiólogo para 2.000 niños

300 familias piden una unidad de cardiopatías congénitas en el HUCA «que permita mejorar el seguimiento cuando cumplen 14 años»

APACI reclama más especialistas para los menores con problemas de corazón

13.12.10 - A. VILLACORTA | OVIEDO, en El Comercio.

Cuando nació Álvaro, cuatro años después que su hermana Lucía y tras «un embarazo totalmente normal», sus padres, los gijoneses Yolanda Rodríguez y Juan Ramón Orosa, supieron que algo iba mal «porque tardaban mucho en bajarlo a la habitación» que su madre ocupaba en el Hospital de Cabueñes.

Así empezó un rosario de pruebas y de incertidumbres que concluyeron a los 13 días, cuando «trajeron un cardiólogo de mayores que lo vio claro y en seguida dijo que había que llevarlo en ambulancia a Madrid».

Allí, en el Ramón y Cajal, a Álvaro le diagnosticaron una cardiopatía compleja y, con 23 días de vida, entraba en el quirófano. Sus padres pasaron un mes en la capital alojados en un piso cedido por la organización Menudos Corazones con el miedo metido en el cuerpo.

Hoy, con cuatro años cumplidos, a Álvaro, que es fan de Messi y no para quieto, le queda una operación pendiente y tiene que tomar medicación, pero «lo lleva bastante mejor» que sus padres. «Corre, juega, salta. Y, cuando ve que se cansa, se para y ya está», cuentan Yolanda y Juan Ramón, que encuentran apoyo en la Asociación de Padres y Amigos de Cardiopatías Infantiles (APACI), a la que están adscritas 300 familias asturianas.

Y, para seguir fomentando esa solidaridad, APACI organizó ayer en Latores su sexta convivencia de Navidad, en la que, mientras los niños disfrutaban de regalos y cuentacuentos y esperaban que les tocase una camiseta firmada por Fernando Alonso, padres y madres encontraron espacio para las reivindicaciones pendientes.

«Demandamos la creación de una unidad de cardiopatías congénitas en el HUCA», explicó la directora de APACI, Juana Jara, que asegura que «permitirá un mejor seguimiento de los niños cuando éstos se convierten en adolescentes». Porque, recuerda, «a partir de los 14 años, los pequeños ya no son vistos por cardiología pediátrica, sino que son derivados a adultos».

Otra de las reclamaciones de la asociación es que se refuerce la atención cardiológica infantil en el Principado, donde «hay un cardiólogo para 2.000 niños» aquejados de problemas del corazón después de que estuvieran varios meses sin especialista y su atención fuese derivada a especialistas de adultos.

La jubilación en diciembre de 2009 del cardiólogo pediátrico que hasta entonces se había ocupado de la atención infantil les dejó casi desasistidos, y el problema quedó medio resuelto en junio, cuando el HUCA fichó a un nuevo especialista. Un cardiólogo infantil especializado en hemodinámica. «Un sólo profesional en vacaciones, fines de semana y para las urgencias».

Porque la tercera reclamación histórica de APACI, explicó Juana Jara, un piso para alojar a las familias que tienen que trasladarse a Madrid para acompañar a sus hijos en sus estancias hospitalarias, es una realidad desde hace año y medio.

«Está siempre lleno e, incluso, se lo brindamos a familias con otras patologías, pero hay que decir que ningún político nos apoyó en una iniciativa pionera y que funciona».