Del Plan de ordenación de RR.HH. que, sin prisa pero sin pausa, va demostrando su absoluta inutilidad...
La falta de presupuesto atasca la designación de médicos eméritos en la sanidad asturiana
La figura del facultativo de prestigio está prevista en el plan de recursos humanos, aprobado hace 15 meses
Oviedo, Pablo ÁLVAREZ, en La Nueva España
Quince meses después de la aprobación del plan de recursos humanos del Servicio de Salud (Sespa), el Gobierno regional no ha sido capaz de poner en marcha la normativa que permitirá nombrar «eméritos» a algunos médicos ya jubilados que a lo largo de su trayectoria se hayan hecho acreedores de un especial prestigio. Fuentes del sector atribuyen el atasco burocrático a la escasez de presupuesto y a la consideración de norma no prioritaria de la citada regulación.
La normativa ya recibió meses atrás el visto bueno de los sindicatos de médicos (SIMPA) y de enfermeros (SATSE). A continuación, fue remitida al Gobierno regional para ser tramitada como decreto, pero hasta el momento no consta que haya avanzado ni que existan previsiones de que pueda hacerlo. El nombramiento de eméritos en el ámbito sanitario está previsto tanto en el estatuto marco del personal estatutario de los servicios de Salud -de ámbito nacional- como en el plan de ordenación de recursos humanos del Sespa aprobado en noviembre de 2009.
El borrador elaborado por el Servicio de Salud señalaba que la figura del médico emérito se aplicaría «con carácter excepcional» a licenciados sanitarios jubilados «cuando los méritos relevantes de su currículo profesional así lo aconsejen». No especificaba qué cifra de facultativos tendrán acceso a este reconocimiento: dependerá de las disponibilidades presupuestarias de cada momento. Sí precisaba, en cambio, que desempeñarán «funciones de consultoría, informe, investigación y docencia» y en ningún caso tareas de asistencia sanitaria, docencia reglada propia del personal vinculado a la Universidad ni tareas de dirección o gestión. La «gratificación» prevista para los eméritos ascenderá -en cifras de 2010- a un máximo de 17.100 euros anuales, «siempre que la dedicación sea de 15 horas de promedio semanal».
El retraso legislativo se ha convertido en una nota habitual en la Consejería de Salud. Como muestra puede citarse la ley de Derechos y Deberes de los Pacientes, de la que este periódico ya publicó un primer borrador en febrero de 2003. El citado documento recogía aspectos reiteradamente invocados, como la libre elección de médico y de centro, el derecho a una segunda opinión de un facultativo o la garantía al «acceso a las prestaciones sanitarias en el tiempo mínimo posible que legal o reglamentariamente se determine».
Reconocimiento al prestigio
La figura del médico emérito está pensada para el personal estatutario que sea licenciado sanitario, esté jubilado de las instituciones sanitarias del Sespa y merezca un reconocimiento al especial prestigio adquirido a lo largo de toda su trayectoria profesional.
Desempeñará funciones de consultoría, informe, investigación y docencia. En ningún caso tareas de asistencia sanitaria, docencia reglada propia del personal de la Universidad ni cargos de dirección.
Los candidatos podrán acogerse a esta figura hasta el momento en el que cumplan 72 años.
La «gratificación» de los eméritos ascenderá -en cifras de 2010- a un máximo de 17.100 euros anuales, «siempre que la dedicación sea de 15 horas de promedio semanal, abonado en doce mensualidades». Para períodos inferiores de dedicación, «la gratificación se fijará proporcionalmente». Esta cuantía será compatible con la percepción de la pensión de jubilación que cada uno tenga asignada.
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