La botella medio llena o medio vacía de las urgencias extrahospitalarias de Oviedo, a pesar del agravio comparativo con Gijón
Las urgencias no dan abasto
Los médicos reclaman más efectivos en los centros de salud y aseguran que, ante la espera, los usuarios prefieren ir al Hospital
Elena FERNÁNDEZ-PELLO, en La Nueva España
Los médicos lanzan críticas contra la reorganización del servicio de urgencias de Atención Primaria en Oviedo, de la que están a punto de cumplirse seis meses. Aseguran que no hay facultativos para cubrir las salidas a domicilio y que los tiempos de espera se han alargado, de modo que los enfermos ya no recurren a los centros de salud y van directamente al Hospital Central Universitario (HUCA). Oviedo ha quedado en desventaja en comparación con otras áreas sanitarias, afirman, en el número de facultativos respecto a la población.
«Hemos pasado de once centros de salud abiertos a cuatro puntos de atención continuada, con tres médicos como máximo», se queja el portavoz de Atención Primaria del Sindicato Médico del Principado (SIMPA), Carlos Fernández Moro, y añade que «lo más grave es que desde las ocho de la noche se cierran tres y sólo queda uno abierto», el de la calle la Lila. En Gijón, dice, la dotación es mayor y los cuatros puntos de atención permanecen funcionando las veinticuatro horas del fin de semana.
El sindicato médico estima que con esa reordenación, que entró en vigor en octubre del año pasado, el Servicio de Salud del Principado (Sespa) se ha ahorrado unos seiscientos mil euros. Esa es la única motivación para este cambio, sostienen sus representantes y entienden que es imprescindible reforzar el personal de los centros ovetenses. «Con esos cuatro centros se podría cubrir bien el servicio, pero han de incorporar un médico más en cada uno», reclama. La atención nocturna es un asunto más complejo de resolver. «Es imposible hacerlo con un sólo centro de salud», señala.
En la Lila, La Ería, Pumarín y La Corredoria, los cuatro centros habilitados por el Sespa para la atención continuada en el área IV, además de los médicos asignados para ese servicio el fin de semana, dos o tres dependiendo del día y la hora, hay otros tantos trabajadores de enfermería, entre dos y tres también. Fernández Moro asegura que esa dotación es insuficiente y que algunos pacientes llegan a esperar más de una hora. «Están aumentando las quejas de los usuarios», asegura.
Los pacientes dicen estar «satisfechos» con el servicio y no se quejan de las demoras
La Unión de Consumidores (UCE) de Asturias dice que no ha recibido quejas ni consultas sobre el funcionamiento de las urgencias de Primaria en Oviedo.
Ayer al mediodía, a la salida del centro de salud de la Lila, los usuarios también se daban por satisfechos con el servicio recibido. «Nos atendieron rápido, no esperé más de quince minutos y me trataron muy bien», aseguraba Agustina Ángulo, que acudió a ponerse su inyección diaria acompañada de su nieto Jesús Rego. Otro tanto opinaba el matrimonio formado por Servando Méndez y Avelina Lorences. «No venimos mucho, no demasiado, desde luego», comenta la mujer. Su esposo añade que han sido atendidos «satisfactoriamente», salen con su receta en la mano y sólo han tardado, apuntan, un cuarto de hora.
En una primera evaluación del sistema de urgencias, el Sespa constató una reducción de los tiempos de espera de modo que, según sus datos, los enfermos tardan menos de cinco minutos de media en ser valorados por un profesional.
Todo depende del día y la hora en la que sea necesario acudir a las urgencias de Primaria. Un sábado por la noche, en el centro de salud de la Lila la espera puede alargarse más de una hora. En la antesala van tomando asiento los enfermos y sus acompañantes y su número se mantiene siempre en torno a una decena, de modo que algunos optan por salir y hacer tiempo en alguna cafetería o dando un paseo por los alrededores. Entre consulta y consulta, los médicos van atendiendo los casos más preocupantes -un niño con un golpe en la cabeza o una mujer que se queja de un dolor intenso-. Dos jóvenes extranjeros intentan hacerse entender en el mostrador de recepción. Luego, durante algún tiempo el servicio queda en suspenso, se ha recibido un aviso del 112 y un médico ha de salir a realizar una visita a domicilio. Sólo dos quedan al tanto de los diez que esperan en la sala y los imprevistos que pudiera haber.
La Ería es el centro de salud con más actividad los fines de semana
E. F. -P., en La Nueva España
En los puntos de atención continuada de la capital asturiana se atienden, según datos del Sespa (Servicio de Salud del Principado de Asturias), entre 63 y 115 pacientes al día.
El centro de La Ería es el que recibe más visitas los fines de semana, especialmente los sábados. En los primeros cuatro meses con el nuevo servicio de urgencias había superado los dos mil usuarios. La mayoría, 1.124, había acudido en sábado. A La Ería son derivados los fines de semana y festivos los ciudadanos asignados a los centros de El Cristo, Otero y Vallobín, y eso significa que también recoge población de Trubia, San Claudio y Las Regueras.
La Corredoria y la Lila registran un número de usuarios similar, aproximadamente 1.700. Pumarín es, a la vista de los datos del Sespa, el centro de salud que permanece más desahogado, con unos 1.500 usuarios de urgencias en el periodo citado.
En general, la afluencia de enfermos es mayor los fines de semana que los días festivos, en los que los centros habilitados como de atención continuada (PAC) también están abiertos. Los sábados, entre las diez de la mañana y las dos de la tarde, es cuando se registra el mayor número de consultas.
La gran parte de los usuarios son varones, el 58%, y sólo el 15% tienen menos de 14 años.
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