Actualización de un programa pionero que se puso en marcha hace diez años, el PRANA
Asma y radiografía, sólo si hay duda
Un 11% de los niños y adolescentes es asmático. Se trata de la principal dolencia pediátrica en Asturias .
Una guía clínica de Salud insta a evitar este tipo de pruebas en niños pequeños.
24.04.11 – GIJÓN, en El Comercio.
Radiografiar el pulmón de un niño para saber si tiene asma no es lo más aconsejable. Este tipo de prueba «debe reservarse para aquellos pacientes en los que existen dudas sobre el diagnóstico». Los expertos entienden que aplicar rayos X sobre el tórax de un pequeño del que se sospecha pueda ser asmático, es una práctica sistemática «innecesaria» y, por tanto, evitable. Así lo asegura la Consejería de Salud en una guía clínica que acaba de editar acerca sobre esta dolencia, la cual forma parte del nuevo Plan Regional de Atención al Niño y Adolescente con Asma (PRANA).
El Principado quiere mejorar el pronóstico, la detección y el control de los niños asmáticos. En Asturias se estima que un 11% de los pequeños y adolescentes sufren este tipo de enfermedad. En este sentido, recuerda a los facultativos que uno de los aspectos claves a la hora de confirmar o descartar un caso son las pruebas de función pulmonar, como la espirometría. También las infecciones virales previas, ya que son las que suelen provocar las llamadas sibilancias o pitidos en el pulmón mientras se respira. Otro factor a tener en cuenta es la historia familiar del pequeño, sobre todo entre parientes de primer grado y, especialmente, en la madre.
La radiografía, una prueba que se emplea de manera recurrente a la hora de diagnosticar asma infantil, debe ser la excepción. En esta guía, el Principado insta a los pediatras a reservarla sólo para los casos más difíciles y les pide que huyan de su uso sistemático.
Monitorizar resultados
El PRANA se puso en marcha hace diez años. Fue el primer programa integral de atención al asma infantil en España y posteriormente fue copiado por otras comunidades. Uno de los cambios introducidos en la última actualización, presentada hace unas semanas por el consejero de Salud, es el desarrollo de un sistema de seguimiento de resultados, mediante el cual los profesionales podrán conocer de forma periódica la situación de los niños asmáticos a su cargo.
El asma es el principal problema de salud infantil. En Asturias lo padece el 11,5% de la población pediátrica y el 15,3% de los adolescentes. Sin embargo, pese a su alta prevalencia (afecta a uno de cada 9 menores asturianos), la enfermedad asmática sigue rodeada de mitos y falsas creencias. De ahí, que el Principado haya impulsado una renovación del antiguo plan y elaborado una nueva guía clínica que distribuirá entre pediatras y otros profesionales sanitarios.
Muchos confunden el asma con la alergia, o creen que una crisis no es desencadenante suficiente para hablar de enfermedad asmática. Los especialistas recuerdan que cada caso es diferente. Hay niños asmáticos que no tienen ni una sola crisis al año, mientras otros afrontan entre tres y cuatro. Asimismo, la Consejería de Salud aconseja apostar por medidas no farmacológicas (siempre que se pueda) para controlar el asma e insta a los colegios a tener información detallada de cada uno de los casos.
Las alergias aumentan el riesgo y deben tenerse en cuenta para el diagnóstico
24.04.11 - L. FONSECA | GIJÓN, en El Comercio.
Se puede ser alérgico y no asmático, pero las alergias aumentan el riesgo de padecer la enfermedad bronquial infantil por excelencia. De hecho, los alergénicos influyen de tal manera que la Consejería de Salud aconseja tenerlos en cuenta a la hora de elaborar un diagnóstico de asma. Padecer reacciones a la leche, el huevo, el pescado, los frutos secos o sufrir rinitis o conjuntivitis pueden ser un indicio de que lo que realmente se oculta detrás es un síndrome asmático.
Las alergias de la madre tienen un gran peso. Dermatitis, reacciones adversas a los alimentos o a otras sustancias pueden ser la antesala de un caso de asma infantil. Los autores del PRANA recuerdan que la enfermedad bronquial en niños menores presenta características diferentes respecto a los niños mayores o los adolescentes, tanto por los desencadenantes como por la evolucióny la respuesta al tratamiento. El conocimient actual, aseguran, «propone incluso cambios en la terminología, considerando sibilancias recurrentes en lugar de asma a la presencia de estos episodios repetidos en niños pequeños».
Dificultad para respirar, opresión en el pecho, jadeo y fatiga. Estos son algunos de los síntomas que en Asturias padecen de forma frecuente más de 11.000 niños (de 3 a 14 años) afectados de asma, enfermedad de la que el próximo 3 de mayo se conmemora su día mundial. Se trata de un trastorno que, aunque controlable, provoca intranquilidad en las familias y genera muchas visitas a las urgencia pediátricas de los hospitales y centros de salud.
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