De la peculiar, selectiva e irresponsable alerta sanitaria patrocinada por Alemania contra los pepinos españoles
El Gobierno estudia emprender acciones contra Hamburgo
Rubalcaba confía en que hoy "se levante la alerta" en Europa hacia los pepinos españoles porque hay "una evidencia absolutamente clara", que es que no proviene de España.
El vicepresidente primero defiende la actuación del Ejecutivo, que -a su juicio- ha estado con los agricultores afectados "desde el primer momento".
Reclamará a Alemania "una campaña de imagen de defensa" de los productos agrícolas españoles, "que son excelentes".
01.06.11 - EFE | MADRID
El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado hoy que el Ejecutivo no descarta emprender acciones contra las autoridades de Hamburgo que atribuyeron a los pepinos españoles la infección por la bacteria Escherichia coli que ha causado varias muertes en Alemania.
En declaraciones a la cadena Ser, Rubalcaba ha señalado que las autoridades alemanas "tienen un problema" porque "no saben dónde está" la bacteria y ha confiado en que hoy "se levante la alerta" en Europa hacia los pepinos españoles porque hay "una evidencia absolutamente clara", que es que no proviene de España. "En España no ha habido un caso de esta naturaleza, no lo ha habido nunca. Eso quiere decir que la bacteria no está en España y si no está en España no proviene de España, ni ha estado ni se le espera", ha señalado.
Rubalcaba ha insistido en que esa ha sido la tesis que ha defendido el Ejecutivo ante las autoridades alemanas "desde el primer día", nada más tener conocimiento de las declaraciones de la senadora de Sanidad de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Storks, atribuyendo a los pepinos españoles el foco de origen de la bacteria.
Ha defendido, asimismo, la actuación del Gobierno en esta materia, ha hecho hincapié en que ha estado con los agricultores afectados "desde el primer momento" y ha recordado que el pasado viernes las ministras de Sanidad, Leire Pajín, y de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, informaron de las primeras gestiones en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Lavado de imagen
El vicepresidente ha recordado que el Gobierno ya ha dicho que pedirá compensaciones económicas por lo ocurrido, ha avanzado que no descarta emprender acciones contra las autoridades de Hamburgo y ha hecho hincapié en que reclamará "una campaña de imagen de defensa" de los productos agrícolas españoles "que son excelentes".
Ha explicado que los productos españoles compiten además "con muy buen precio" y ha señalado que, "arropado bajo el nacionalismo, a veces lo que se encuentra es la competencia contra productos que son buenos y baratos".
Alemania exculpa a los pepinos españoles después de hundir el sector hortofrutícola
El Gobierno español exige una reunión de la UE para tratar el tema y resarcir a los agricultores de las millonarias pérdidas
01.06.11 - 03:29 - ENRIQUE MÜLLER | BERLÍN.
Después de cinco días de sospechas, dieciséis muertos, pérdidas multimillonarias y el bloqueo a las importaciones de productos hortofrutícolas españoles en varios países de la UE e, incluso, en Rusia, las autoridades alemanas reconocieron ayer que los pepinos procedentes de Almería no son los causantes del peligroso brote de la bacteria Eschiria Coli enterohemorrágica. La responsable de Sanidad de Hamburgo, Cornelia Prüfer Storcks, la misma persona que anunció el jueves que los análisis realizados habían descubierto la bacteria asesina en tres pepinos procedentes de Andalucía, reconoció ayer que las hortalizas españolas no eran el origen del brote. El anuncio, en cualquier caso, no saca de la inquietud a los germanos, que siguen sin saber cuál es la causa de la grave contaminación.
La reacción española, mezcla de alivio e indignación, no se hizo esperar y fue la propia ministra de Medio Rural, Rosa Aguilar, la encargada de responder a las autoridades germanas. «Nos han acusado de manera injusta, indebida y sin pruebas», declaró, a la vez que advertía de que el Gobierno estudiará qué medidas se deben adoptar para resarcir los daños en un sector que ha cuantificado sus pérdidas en casi 200 millones semanales. Aguilar planteó también la necesidad de convocar un consejo extraordinario de ministros de la UE para tratar este tema.
Pero no parece tan claro que el Ejecutivo alemán entone el 'mea culpa' y admita que su gestión en la 'crisis del pepino' no ha sido la más afortunada. La senadora de Sanidad, en sus explicaciones, aclaró que los últimos análisis realizados en el Instituto de Higiene habían demostrado que la variante de la bacteria detectada en los pepinos españoles no coincidía con la encontrada en las heces de los enfermos, una certeza que colocó a las autoridades germanas en la misma situación que tenían la semana pasada. «Estamos como antes; la fuente aún no ha sido identificada y nuestra esperanza de descubrir el origen del Síndrome Urémico Monolítico (HUS) no se ha concretado», confesó Cornelia Prüfer, que compareció ante la prensa junto al alcalde de Hamburgo, donde se concentra el mayor número de casos, y el jefe del Instituto de Higiene.
En su intervención, los dos reiteraron que las advertencias de no consumir pepinos, tomates y lechugas crudos seguían siendo válidas, sin importar su origen. El alcalde, por su parte, tuvo una breve referencia al enfado de los agricultores y políticos españoles y señaló que el objetivo de España debería ser solucionar el problema en vez de «hacer política con él». Tampoco se disculpó la responsable de Sanidad por haber puesto a los agricultores españoles en el ojo del huracán y haberles causado pérdidas millonarias sin razón alguna. Prüfer Storcks insistió en que las bacterias detectadas en los pepinos procedentes de España no eran inofensivas y por eso se seguirán inspeccionando y analizando los tomates, pepinos y lechugas en los mercados, tiendas de alimentación y restaurantes de Hamburgo. La ciudad hanseática es, hasta el momento, la más afectada por el brote con 569 pacientes, aunque la lista total de enfermos ronda ya las 1.400 personas.
Según el Instituto Robert Koch, 353 pacientes están afectadas por el peligroso síndrome urémico monolítico (HUS), una realidad que puede aumentar el número de víctimas fatales en los próximos días. También se conoció ayer el caso de la primera muerte fuera del país. Se trata de una mujer sueca de 50 años, que había viajado recientemente a Alemania.
El sector hortofrutícola no se da por satisfecho con las lamentaciones y demanda una reparación económica en proporción al daño infligido, del orden de 200 millones de euros a la semana. Lo difícil ahora es recuperar la confianza del consumidor centroeuropeo, una tarea que se antoja ingente, según destacó el presidente de Cooperativas Agroalimentarias, Fernando Marcén. Para el director de la Federación Española de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), José María Pozancos, los alemanes han pecado de «irresponsables», ya que han ocasionado un deterioro muy grande del sistema productivo y de distribución españoles.
Escasa influencia en Asturias
La admisión de error llega cuando las consecuencias sobre las explotaciones, las ventas, el empleo y hasta la imagen de España sufren un perjuicio irremediable. El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Lorenzo Ramos, sostuvo que su organización pedirá «todo tipo de responsabilidades», dado que los daños son «incalculables».
Pese a los nuevos análisis, la cadena de supermercados alemana Lidl decidió retirar de sus estantes la venta de pepinos nacionales con carácter preventivo, según dijo un portavoz de la empresa en España.
En Asturias, las consecuencias de la crisis apenas se han notado, si bien hay comercializadores de hortalizas que se han dirigido a mayoristas para preguntar sobre si deben o no retirar los productos de sus estanterías. Víctor Ordóñez, gerente de la cadena de fruterías El Arco, con sesenta puntos de venta en el Principado, aseguraba ayer que «por fortuna en Asturias el consumo de pepino es excaso en comparación con el del sur del país, pero aún y todo si vendemos mil kilos a la seman, seguro que esta seana no pasamos de los 500 por la alarma».
La UE empieza a hacer cuentas para compensar a España
Bruselas estudia hasta recurrir a las ayudas por terromotos e inundaciones para resarcir a los productores
01.06.11 - IÑAKI CASTRO, en El Comercio.
La UE empezó a revisar ayer sus partidas presupuestarias para determinar cómo resarciará a España por la metedura de pata en la crisis de los pepinos. Aunque Bruselas se limitó a actuar en función de la información que le proporcionó Alemania, la alerta sanitaria que emitió el viernes pasado amplificó a escala europea el supuesto origen español de la infección bacteriana. El comisario de Agricultura, el rumano Dacian Ciolos, anunció que ya estudian diversas posibilidades para compensar a los productores afectados.
Ciolos compareció al término de la cumbre de ministros de Agricultura celebrada en Hungría con motivo de la presidencia europea de turno del país magiar. Curiosamente, el responsable comunitario adelantó que ya estudiaban cómo ayudar a España antes de que Alemania confirmara que los pepinos andaluces no eran el foco del brote infeccioso. A su juicio, la medida está justificada porque la alerta alimentaria ya ha se ha traducido en "un impacto económico para varios países". El comisario rumano se comprometió a analizar todo el "margen presupuestario" que les queda para "apoyar" a las explotaciones más castigadas.
La UE dispone de varios mecanismos para ayudar a los agricultores en momentos de crisis. Ciolos precisó que una de las medidas más probables es utilizar los fondos destinados a cubrir la retirada de productos del mercado. Este dinero, que se canaliza a través de las agrupaciones agrícolas, serviría para recuperar "parcialmente" las pérdidas sufridas. Bruselas también ha encargado a sus expertos que aclaren si puede echar mano de las partidas de emergencia concebidas para paliar los daños causados por un terremoto o unas inundaciones. Tampoco se descarta autorizar más subvenciones estatales para los productores no asociados.
La UE destina anualmente 55.000 millones de euros al sector primario, lo que supone un 40% de su presupuesto total. Desde sus primeros pasos hacia la integración tras la Segunda Guerra Mundial, los socios comunitarios han invertido grandes cantidades de dinero para garantizar primero el autoabastecimiento del continente y, más recientemente, para ayudar al campo a seguir adelante. Francia, Italia, España y Alemania son los principales graneros de la Unión, que ocupa el primer puesto mundial tanto en la exportación como en la importación de productos agrícolas.
Psicosis general
Con estos datos sobre la mesa, la alerta alimentaria no solo se ha convertido en un problema para España. Pese a que varios países han restringido las importaciones de hortalizas españolas, la psicosis empieza a afectar a los pepinos de cualquier procedencia. En Bélgica, por ejemplo, los periódicos contaban ayer que las ventas de esta verdura se han hundido en una semana. Los supermercados Colruyt, uno de los más populares del país, cifraban en un 30% la caída, mientras que un distribuidor especializado en productos frescos duplicaba la estimación.
Francia, donde la agricultura tiene un peso capital, ya ha empezado a ponerse nerviosa. El ministro de Sanidad, Xavier Bertrand, exigió conocer de inmediato el "origen" de la contaminación. "Necesitamos una información completamente transparente tanto de Alemania como de España", subrayó. En Holanda, uno de los principales productores de pepinos de Europa, también buscan ayudas comunitarias ante el colapso de las ventas a su vecino germano.
Otros países como Rusia han elevado el tono a niveles amenazantes. Guennadi Oníschenko, responsable sanitario ruso, reclamó a la UE una explicación detallada de la situación en 24 horas o prohibirá las importaciones de todas las verduras europeas.
De paso, también aprovechó para lanzar una arenga patriótica a los consumidores. "Si en una tienda ve que se venden verduras de Europa, usted debe mostrar su malestar apartándose de ese puesto y comprando las rusas", espetó.
Preguntas y respuestas sobre la 'E. Coli'
31.05.11 - REDACCIÓN | MADRID, en El Comercio.
Desde que el 21 de mayo una alemana de 83 años muriera, Europa está en alerta. Una bacteria denominada 'E. Coli' ha irrumpido en Alemania y ya ha dejado 15 muertos en ese país (además de una víctima mortal en Suecia) y más de 4.000 mil afectados. Es el momento de analizar este brote, su origen, sus efectos, así como las medidas que hay que tomar para prevenir y las repercusiones que puede tener.
¿Qué es la 'E. Coli'?
La 'E.coli', nombre de guerra de 'Escherichia coli',' es una bacteria muy común que se encuentra en el intestino de los animales, sobre todo los rumiantes, y de las personas. Existen cientos de cepas de 'E. coli', la mayoría inofensivas, pero también hay un grupo, denominado 'E. coli Enterohemorrágica', que puede producir una potente toxina (toxinas de Shiga o verotoxinas) que daña los glóbulos rojos y los riñones. En el caso del brote infeccioso detectado en Alemania, se sospecha que el patógeno causante es el 'E. coli O104', un serogrupo poco usual, aunque en un principio se relacionó con la 'E. coli O157:H7', una variedad similar y mucho más frecuente.
¿Qué efectos tiene?
Los síntomas de la infección por E. coli Enterohemorrágica incluyen fuerte dolor abdominal, diarrea intensa y a menudo con sangre y a veces náuseas, vómitos y fiebre leve. Esta sintomatología suele aparecer tres o cuatro días después del contagio, aunque también pueden hacerlo entre 1 y 10 días después. La mayoría de los pacientes se recuperan en diez días, aunque en algunos casos el enfermo desarrolla el llamado Síndrome Hemolítico Urémico (SHU), una complicación que produce anemia por la destrucción de los glóbulos rojos e insuficiencia renal súbita. El resultado puede ser un deterioro renal crónico o incluso el fallecimiento.
¿Existe un grupo de riesgo?
Las personas con sistemas inmunes débiles, los ancianos y los niños son, por lo general, los más vulnerables, aunque en el actual brote de Alemania los más afectados están siendo adultos y en especial mujeres. En los pequeños puede generar un problema renal llamado síndrome hemolítico urémico; y en los mayores, una enfermedad denominada púrpura trombocitopénica trombótica, que genera trombos en la sangre.
¿Cómo se produce el contagio?
La bacteria se transmite al ser humano principalmente a través del consumo de alimentos contaminados, tales como carne picada poco cocinada (la E. coli O157:H7 fue detectada por primera vez en Estados Unidos en 1982, asociada a una intoxicación masiva por consumo de hamburguesas); leche sin hervir, agua contaminada o por contacto directo con animales o personas infectadas.
¿Cuál es el tratamiento para los afectados?
En general, para tratar a los enfermos, no se recomienda el tratamiento con antidiarreicos ni antibióticos, que podrían empeorar la situación.
¿Cómo prevenir el contagio?
Como medidas preventivas para evitar la infección se aconseja cocinar los alimentos a temperaturas superiores a los 70º C y en el caso de las verduras que se vayan a consumir sin cocinar, pelarlas y lavarlas a fondo con agua y lejía. La OMS recomienda también el lavado frecuente de las manos, sobre todo, antes de preparar o consumir alimentos y después de defecar. Por su parte, el Ministerio de Agricultura alemán ha pedido a los ciudadanos que cocinen su propia comida a una temperatura mínima de 79 grados durante dos minutos y ha advertido que congelar los alimentos puede no ser suficiente para matar la bacteria.
¿Cuál es el origen de esta alerta sanitaria?
Las autoridades de Hamburgo atribuyeron en un principio el brote a una partida de pepinos españoles, pero, tras los resultados de los análisis, han descartado que el origen proceda de esta partida. El Instituto de Higiene de la ciudad alemana mantiene por ahora sus pruebas a tomates, pepinos y lechugas en mercados, tiendas de alimentación y restaurantes de la ciudad-estado, a la búsqueda de la fuente de la infección, un extremo esencial para atajar el brote.
¿Qué medidas se han tomado para frenar este brote?
Los países de la Unión Europea han reforzando la vigilancia sobre los pepinos, tomates y otras verduras que se venden en sus mercados. Sin embargo, algunos países han optado por cerrar su mercado a los pepinos y otras hortalizas españolas, como Alemania, Austria, República Checa, Bélgica y Rusia. Por sup arte, la cadena de tiendas de descuento alemana Lidl ha suspendido la venta de pepino de cualquier lugar de procedencia en sus tiendas españolas.
¿Cuál es el coste económico para España?
Los productores del sector hortofrutícola español han denunciado que los daños causados se elevan a unos 200 millones de euros a la semana. El pepino es un producto estratégico en las exportaciones de legumbres y hortalizas españolas a Europa. El comercio exterior del sector con los países socios asciende a 3.800 millones y el pepino representa el 10% del total de las exportaciones. Alemania importó en 2010 pepinos por valor de 123 millones.
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