Medidas que se repiten todos los años por estas fechas sin mayor trascendencia
Los hospitales de las Cuencas prescinden de un centenar de camas durante el verano
Los bloques clausurados en el Valle del Nalón y el Álvarez-Buylla de Mieres reabrirán en septiembre «o en caso de un repunte de la demanda»
Foto: Un médico atiende a un paciente en el Hospital Álvarez-Buylla de Mieres
Mieres / Langreo, D. M. / M. Á. G., en La Nueva España
Los complejos sanitarios de Langreo y Mieres prescindirán a lo largo de este verano de aproximadamente un centenar de plazas hospitalarias, para ahorrar costes y adaptar la oferta de camas a la época estival, en la que la demanda suele bajar de forma significativa y también se reduce la actividad quirúrgica. En total se clausurarán, de forma escalonada, tres bloques hospitalarios que volverán a abrirse tras el verano o en caso de que haya un repunte inesperado de la presión asistencial.
En el hospital Valle del Nalón ya se cerró una planta a finales de junio y la previsión es clausurar otra a principios de agosto. «Desde hace unas semanas la demanda de pacientes ha disminuido, pero esperamos para cerrar la primera de las plantas hasta hace unos días», indicó el gerente del complejo sanitario de Riaño, Antonio Roibás, que hizo hincapié en doble finalidad de este tipo de medidas. «Por un lado, nos sirve para optimizar recursos y, por el otro, se aprovecha el parón para hacer una acondicionamiento de la planta, renovando la pintura. Ese es el motivo de que cada año vayan rotando las plantas que clausuran», argumentó.
Las plantas cerradas se reabrirán, en principio, en septiembre, aunque esta estimación está sujeta a posibles cambios si hay un repunte imprevisto de la demanda: «Si hay un repunte y vemos la necesidad de contar con más camas, se reabrirían».
El Hospital Álvarez-Buylla de Mieres también tiene todo preparado para rebajar su actividad durante julio y agosto, amoldando la oferta sanitaria al descenso de la demanda de atención. El gerente del centro, Fernando Gallego, explicó que, en un principio, está pensado cerrar uno de los bloques del Hospital. De esta forma, quedarán operativas 158 camas, sobre un total de 184.
Fernando Gallego advirtió que las medidas que se adoptarán durante el verano para reorganizar la actividad del Álvarez-Buylla coincidiendo con el principal periodo vacacional del personal estarán siempre supeditas a las demanda de atención que se genere en Mieres, Aller y Lena: «El previsto cierre de una planta está planteado asumiendo que no será necesaria su disponibilidad, ya que en el caso de ser necesario se utilizaría». No obstante, el responsable médico matiza que el periodo estival es el menos intenso en el complejo Murias: «Los peores meses en Asturias son los invernales, cuando se producen los picos de gripe».
Además de prever una disminución en los ingresos, el Álvarez-Buylla también disminuirá su actividad quirúrgica. La dirección del centro explicó que durante el mes de julio permanecerán operativos cuatro de los cinco quirófanos. De cara al mes de agosto, podría cerrarse una segunda sala. «Con esta cobertura se puede cubrir con normalidad la demanda del área de cirugía», explicó Gallego. La gerencia, de hecho, asegura que esta medida es habitual durante el estío. Salvo imprevisto, este será el último verano que esté en funcionamiento el viejo hospital Álvarez-Buylla. Salud estima que el nuevo equipamiento construido en la zona de Santullano entrará en servicio en junio de 2012. El nuevo centro, como es lógico, será más moderno y más funcional que el actual, y contará con 198 camas y siete quirófanos.
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