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Por primera vez en su historia ningún líder del PSOE nacional asistió a Rodiezmo…

Por primera vez en su historia ningún líder del PSOE nacional asistió a Rodiezmo…

Villa marca distancias con el PSOE y avisa del riesgo de una «ruptura histórica»

Pide el voto para el Partido Socialista a pesar de que «ha perdido la referencia de dónde viene, a dónde va y a quién representa»

05.09.11, El Comercio
José Ángel Fernández Villa, secretario general del SOMA-FIA-UGT, reconoció ayer que la distancia entre el sindicato y el PSOE es cada vez más grande y que existe un riesgo de que se produzca una «ruptura histórica» si no se producen cambios en el futuro. El líder sindical, dolido por la ausencia de representantes nacionales (entre los asistentes se encontraba el asturiano Hugo Morán) de la ejecutiva federal del PSOE en la fiesta de Rodiezmo, criticó la gestión del Gobierno socialista y los «vaivenes» que ha seguido durante los últimos tres años.
A esa política «errática» achacó Villa la «gran desmovilización» de buena parte de los votantes socialistas que, según se afanó en recordar, tuvo su reflejo en las elecciones autonómicas y municipales del pasado mes de mayo. Las fuerzas sindicales, «leales» al proyecto político del PSOE como él mismo recordó, tienen dudas ahora sobre qué izquierda apoyar. «El socialismo democrático está dando grandes vaivenes y ha perdido la referencia de dónde viene, a dónde va y a quién quiere representar», advirtió el líder del SOMA que, a continuación pasó a nombrar a todos aquellos representantes del PSOE que aceptaron a lo largo de los 32 años de historia de esta celebración formar parte de la fiesta de Rodiezmo. «Estamos los que queremos estar y quien no quiere estar tendrá que explicarlo», avisó. Fue una forma, la empleada por Villa, de expresar su malestar por la ausencia tanto del actual secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, como del candidato socialista a las generales, Alfredo Pérez Rubalcaba.
«Rodiezmo -precisó- era el inicio del curso político para el PSOE y para el Gobierno. Para nosotros, que siempre hemos invitado a los secretarios generales del partido estén o no en la oposición, no».
Villa se definió como «indignado», «despreciado» y «frustrado» pero no sólo, aseguró, desde el 15-M. Hizo esta aseveración antes de reivindicar el papel jugado por el Gobierno que presidió Felipe González y del que Alfonso Guerra, presente en el acto, era vicepresidente. Esta alusión no fue baladí. Villa, a continuación, hizo referencia a José Luis Rodríguez Zapatero y las promesas que asumió sobre el mismo escenario en el que ayer no había representante alguno de la ejecutiva federal. «¿Qué ha pasado desde 2008 para acá? ¿En qué han quedado las promesas que se hicieron?», protestó el líder somático, que acusó al presidente del Gobierno de adoptar medidas que no favorecen a los trabajadores y que suponen recortes y efectos «demoledores» para los parados. Considera que, durante los últimos años, la brecha entre las rentas del trabajo y las de capital se ha hecho más grande y reprendió al Ejecutivo socialista por «arrodillarnos ante los mercados como país».
La falta de una política impositiva «justa» y «progresiva» también fue criticada por Villa, que dijo «no tener miedo» a aquellos millonarios, citó a Emilio Botín, «que se quedan tan panchos después de reconocer que tienen cuentas en paraísos fiscales».
Villa hizo este inciso antes de volver a la carga para reprobar la actitud del PSOE y del Gobierno. La excusa, en este caso, fue la reciente modificación constitucional pactada con el PP. «Me hubiera gustado -precisó- que hubiera una consulta democrática donde se exprese el pueblo; los ciudadanos piden más participación en una sociedad cada vez más huérfana de política».
«Falta de coherencia»
Fernández Villa advirtió a los socialistas de que España no se puede gobernar «como si se tratase de una empresa pública» y recomendó al PSOE, con evidente tono crítico, «que recupere su historia, la coherencia política y a los sectores sociales que le han representado».
Como viene siendo habitual en la cita de Rodiezmo, Villa reclamó de forma airada el cumplimiento de los planes del carbón y lo hizo a través de duros reproches al Gobierno al que llegó a acusar de no hacer todo lo que está en su mano para garantizar el futuro del sector más allá de 2018.
A pesar de los incumplimientos que atribuye al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, el líder del SOMA recordó que la organización sindical que encabeza apoyará a los socialistas con vistas a las elecciones generales del 20-N. Dicho esto, Fernández Villa lanzó un aviso que, en cierto modo, sonó a amenaza para muchos de los que se encontraban en la campa de Rodiezmo.
«Alguno tiene que reflexionar ante el riesgo de que se pueda producir una ruptura histórica con una organización (SOMA), cuya lealtad ha sido inquebrantable», advirtió. Villa pidió, además, que se cumplan los planes de reactivación de las comarcas mineras y que se ejecuten los 900 millones que, según él, «están en un cajón». «Esperemos que sigan allí y que nadie haya metido la mano», indicó.
Ante el escenario político que se vislumbra en los próximos meses, Villa reivindicó el papel de «contrapeso» de los sindicatos para garantizar una sociedad «más justa».

El SOMA impulsa la recuperación de las señas socialistas para recuperar al elector progresista

05/09/2011 Pablo á. Rubio, Rodiezmo (León), en La Voz de Asturias
Llegó la fiesta minera de Rodiezmo y con ello el pistoletazo de salida que tendrá su primera meta para las filas socialistas en las elecciones generales del 20 de noviembre. Pero ante la cita con las urnas, el PSOE salió ayer de la romería de la minería con una buena terna de tareas: la primera, recuperar al electorado progresista y a sus bases, las mismas que ayer exigieron un giro hacia la izquierda que equilibre los últimos recortes emprendidos por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Aunque ni el presidente ni el candidato a La Moncloa, Alfredo Pérez Rubalcaba, acudieron a la fiesta, la postura del sindicalismo socialista fue clara y rotunda: el PSOE tiene que recuperar lo que siempre ha sido, un partido de izquierdas, social y cercano a la clase trabajadora. Ese fue el mensaje que salió de Rodiezmo, una cita sindical que José Ángel Fernández Villa, el líder del SOMA-FIA-UGT, ha convertido en una referencia en el calendario político español.
A tres meses del 20-N, Fernández Villa sabía que del Rodiezmo de 2011 tenía que salir un mensaje a la izquierda española. Y lo hizo desde la crítica a las últimas políticas de recortes puestas en marcha por el ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Tal fue así, que Villa planteó la posibilidad de que, si no se produce un replanteamiento de las políticas del partido, se ha abierto la puerta para una posible ruptura entre el sindicato y el PSOE, dos organizaciones hermanas. “Alguien tendrá que reflexionar dentro del partido porque se podría dar una ruptura histórica”, aseguró Fernández Villa.
Más política, menos mercado El líder del sindicalismo carbonero aseguró sentirse “decepcionado y frustrado” ante la situación actual que vive España y el dominio del capital sobre la política, que han llevado al país a tomar una serie de decisiones en forma de ajustes que generan ecepción entre los votantes progresistas. “Los mercados han secuestrado la política y además, estamos arrodillados ante ellos”, indicó.
Para Villa, uno de los claros ejemplos de la sumisión a los mercados es la reciente reforma de la Constitución, medida a la que también se opone el SOMA. Para el líder sindical, este es un ejemplo más de que el PSOE se ha apartado de su línea más social. “El socialismo ha perdido la referencia de donde viene, de a donde va y de sus principios”, opinó.
Aún así, matizó Fernández Villa, el PSOE tendrá todo el apoyo del sindicato minero a sus espaldas de cara al 20 -N. Incluso, aunque ayer en Rodiezmo no estuviese presente ningún peso pesado del partido a nivel federal. “Aunque no estén aquí los vamos a apoyar”, precisó.
Fue un Villa muy reivindicativo y crítico con un partido del que es una referencia en Asturias, sobre todo, porque entiende que el PSOE, con las últimas decisiones ha perdido el rumbo que siempre le ha caracterizado a lo largo de su historia. “Un país no se puede gobernar como una empresa. El PSOE tiene que recuperar su historia y su coherencia”, relató, durante un acto en el que no faltaron las críticas veladas a la ausencia de altos cargos dentro de las filas socialistas a nivel nacional.

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