Entrevista realizada por Elena Solera para Cinco Días a Ignacio Ramonet
“La austeridad conduce a una asfixia total de la economía”
Como director de una de las revistas de análisis de política internacional más prestigiosas del mundo, Ignacio Ramonet critica que los Gobiernos europeos hayan hecho de la defensa del euro su única prioridad.
¿Mandan en la Unión Europea los mercados? ¿Caminamos hacia una Europa basada en los intereses?
Es casi una banalidad decirlo. La Europa que se está construyendo está orientada a una prioridad: que el euro siga siendo una moneda fuerte. Todo lo demás tiene que sacrificarse por eso. Estas medidas se presentan como una salida de la crisis, pero no lo son. El BCE adoptó una política laxa tras la caída de Lehman Brothers, después del 15 de septiembre de 2008, con la idea de que no se podía dejar al sistema sin liquidez. Hoy esa política se sanciona.
¿Cuáles son los peligros de esta política de austeridad?
En Estados Unidos se está llevando a cabo una política de amplia liquidez, lo contrario del proceso de austeridad y ajuste que se ha aplicado aquí. Evidentemente, como dice Paul Krugman, en un país en el que se acaba de padecer una de las peores crisis económicas de su historia lo peor que se puede hacer es aplicar austeridad, porque va a conducir a una asfixia general del sistema económico. No vamos a ir a una crisis que va a durar dos o tres años. No sabemos dónde va a parar.
Las últimas decisiones en materia de política económica han sacado a la gente a la calle. ¿Cuál es el sentido del movimiento del 15-M?
Lo que están diciendo es: “No queremos ser una generación perdida”. Los Gobiernos sacrifican una generación, en una Europa de 500 millones de habitantes, para defender al euro, y esos jóvenes piden que se sacrifique otra cosa. Pero también es una generación que va a acabar por creer que la política no sirve para nada. Mi sentimiento es que tienen la ilusión de que pueden renovar la política. La idea es que hay que reinventarla, y para ello hay que partir de cero. Ellos piensan que la Constitución tiene muchas carencias, y no es falso.
¿Qué opina de la reforma constitucional pactada por PP y PSOE?
Es como si el Gobierno, el PSOE y PP quisieran otorgarle la razón a los indignados cuando estos afirman que no les representan. Este Gobierno ha hablado mucho de “democracia participativa” pero cuando llega el momento de tomar una decisión capital le niega la participación a los ciudadanos. Es un caso típico de confiscación de la democracia.
Se critica que esta reforma introduce un principio económico neoliberal en la Constitución.
La introducción de la regla de oro sobre el límite al déficit público significa la inscripción en nuestra Carta Magna de un dogma neoliberal fundamental. Desde ahora la propia Constitución será el piloto automático que conducirá al país por la vía neoliberal sin que nada se pueda oponer legalmente a ello. Pero legalmente no quiere decir legítimamente. Y la ciudadanía tiene derecho a oponerse, de modo no violento pero radical.
“Los mercados no han sido elegidos”
Las decisiones tomadas por el Gobierno español y tendentes a implementar un plan de austeridad “han pillado al país por sorpresa”, afirma Ramonet. En este sentido, se muestra partidario de que el actual Ejecutivo, que había ganado las elecciones con un programa basado en la defensa de los humildes, debería haber dimitido en el momento en que dio un giro radical a su política económica. “¿Cómo un dirigente socialista, que ha ganado las elecciones sobre un programa concreto, puede seguir adelante si tiene que cambiarlo con medidas muy duras para los más desfavorecidos?”, se pregunta.
Ramonet explica que los ciudadanos se están dando cuenta de que son los mercados los que hacen la política europea, que define como una “política de los intereses”. “Los mercados no han sido elegidos, ¿qué legitimidad tienen?”.
“Estamos votando entre opciones bastante restringidas. Si dentro de todo esto tienes a los inversores, que te imponen un diferencial de tipo de interés, y se convierte en algo mucho más determinante que tu programa, tu palabra y tus ciudadanos, ¿para qué se necesita un programa y unas elecciones?”, indica.
Reflexiona que se acepta la existencia de varias familias políticas, pero solo una política económica. “Si ven solo una alternativa, tal vez deberían hacer un solo partido”, añade.
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