Sencillamente se usarán carros motorizados, pero manuales, mucho más baratos y con menos problemas

Marcha atrás en la robotización del HUCA

«Son sistemas que dan demasiados problemas y, además, nos obligaba a poner en la calle a muchos celadores», explica Navia-Osorio

El nuevo Gobierno modifica el plan diseñado para La Cadellada y descarta adquirir robots de transporte

07.11.11 – OVIEDO, en El Comercio.

El HUCA no será un hospital robotizado. Al menos no como lo habían diseñado los anteriores gestores, que preveían adquirir varios robots guiados por GPS para transportar ropa, comida y fármacos por el interior del hospital, reemplazando así a los tradicionales carritos de supermercado que se usan en el vetusto Central. El nuevo Gobierno regional ha decidido retocar parte del plan de tecnologización del HUCA. Los llamados 'robot-celador' ya no tendrán cabida en La Cadellada. Así lo confirmó el consejero de Sanidad. En declaraciones a EL COMERCIO, José María Navia-Osorio (Foro Asturias) aseguró que el Principado se ahorrará con esta decisión tres millones de euros, que era el coste estimado para la compra e instalación, entre otras cosas, de once ACVs (siglas en inglés del vehículo automático controlado que se había seleccionado para el HUCA). Pero el principal motivo no es el económico, sino que «este tipo de sistemas suelen dar muchos problemas y, además, nos obligaba a poner en la calle a muchos celadores», detalló el consejero.

La idea del anterior Gobierno regional era que el transporte de material por las entrañas del futuro hospital quedara en manos de robots. Se trata de un novedoso sistema logístico que utilizan muy pocos hospitales en el mundo. En España sólo lo tienen en uso el Doctor Negrín, de Las Palmas, y el Son Dureta, de Valladolid. Según el proyecto avanzado en mayo de 2010, los robots no estarían a la vista del público. Iban a circular por corredores situados en el segundo subsuelo del hospital. Los llamados ACVs son algo así como cajas metalizadas con ruedas. Pueden transportar hasta 600 kilos de carga y son guiadas a través de sendas imantadas o impulsadas por láser.

Pero estos robots ya no correrán por el HUCA. «Suelen provocar problemas técnicos e, insisto, lo que nos dicen los hospitales que tienen algo parecido es que les da muchos problemas», abunda Navia-Osorio. En lugar de vehículos guiados por GPS, «que se chocarían con las tradicionales cuñas que se suelen poner en las puertas de acceso», ejemplifica el titular de Sanidad, el Principado piensa en «unos carros motorizados, pero manuales» para distribuir las comidas y los fármacos por las plantas. Eso permitirá mantener «la actual plantilla de celadores», razonó.

El de la robotización no será el único cambio. El HUCA tampoco externalizará la esterilización. El equipo de Navia-Osorio ha paralizado el proceso iniciado por su antecesor para la creación de una gran unidad de esterilización que daría servicio al HUCA y al nuevo hospital de Mieres. La adjudicación de esta central, para la que según Navia-Osorio no había previsto espacio alguno en La Cadellada «ya que la concesionaria se tenía que buscar su propia parcela», era uno de los asuntos que el ejecutivo saliente dejó pendiente para no condicionar al nuevo gobierno. Así lo explicó en su día un antiguo responsable de Gispasa. La inversión prevista rondaba los tres millones de euros. Cuando el HUCA empiece a funcionar, algo que según avanzó ayer este periódico no ocurrirá «hasta el verano o el otoño de 2013», podrá hacerlo con o sin unidad de esterilización ya que una de las alternativas que baraja la actual consejería es mantener este servicio en el viejo Hospital Central. Estos cambios se suman a las críticas declaraciones de Navia-Osorio que aseguró que los 90 millones consignados por el anterior gobierno para la compra del equipamiento del HUCA «no aparecen, no están, no existen».

Preparativos

En otro orden de cosas, el nuevo equipo gerencial del HUCA ya ha comenzado a trabajar en el traslado. La idea del gerente Juan José Pérez Blanco es habilitar en el viejo hospital una planta espejo de La Cadellada donde la plantilla del centro hospitalario podría realizar prácticas y adaptarse a lo que dentro de dos años se encontrará en el nuevo HUCA. Se busca reproducir las condiciones de trabajo que habrá en el nuevo hospital y que el personal se adiestre. La intención es «trabajar con enfermos reales», detalló.