Proyecto Fresneda: entre los elogios de los usuarios y el rechazo de los profesionales del centro
Entrevista en La Nueva España a Valentín Pérez, Director del centro de salud de La Fresneda
Por MANUEL NOVAL MORO La Fresneda,
Valentín Pérez es el director del centro de salud de La Fresneda y el promotor del proyecto «Fresneda», una estrategia de salud comunitaria que ha recibido tantos elogios de los usuarios como rechazo de los profesionales del centro. En los últimos días se ha convertido en el centro de la polémica después de que el Principado anunciara la cancelación del programa y después diera marcha atrás al comprobar la reacción de los usuarios en las redes sociales.
-¿Cómo empieza su aventura?
-El proyecto se basa en la aplicación de la carta de Otawa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de otras directrices de organismos internacionales. Queríamos hacer un proyecto sin coste añadido para el Sespa, y planteamos una propuesta un poco atrevida, casi temeraria, pero que sabíamos que estaba muy bien fundamentada. Le dijimos a la población que tenemos herramientas para mejorar objetivamente la salud, aplicando todo lo que hoy se sabe sobre intervenciones en salud comunitaria. Lo que a mí me ata, y la explicación en la que sigo insistiendo, es que en ese momento le dije a la población que me comprometía a trabajar en los próximos veinte años por el desarrollo de la salud de la comunidad y aplicando la evidencia científica de cada momento sobre estas intervenciones.
-Es un cambio radical de la sanidad.
-Implica reorientar los centros de salud de forma más intensa hacia los modos de vida saludables, y encima era un momento idóneo, porque éramos una unidad de gestión nueva y podíamos poner las herramientas a su servicio.
-¿Por qué cree que ha generado tanto recelo entre los profesionales del centro?
-Es una pregunta que me hago un minuto sí y otro también desde hace muchos meses, y no consigo dar una respuesta satisfactoria. Algo que no es bien comprendido del proyecto es que descansa en la participación de la gente, y convierte el centro de salud en un espacio público donde la gente trabaja por la salud de la gente. Comprendo que es innovador. El proyecto estaba planteado como voluntariado, no es fácil conseguir la colaboración de los trabajadores para una actividad así, y yo lo comprendí desde el principio. Hay muchos voluntarios de la comunidad, pero conseguir que los profesionales se involucren es difícil.
-Hay quien dice que el proyecto interfiere en el buen funcionamiento de los servicios sanitarios...
-En su día yo dije que el proyecto era susceptible de mejora, y al principio quizá faltaron ciertas medidas de seguridad y teóricamente alguien podría haber accedido a las historias clínicas, pero no ha habido pruebas de que eso haya ocurrido y la gerencia tomó medidas para establecer unas normas. Ahora ya no existen esos problemas.
-¿Cómo ve el futuro?
-Está prevista una inspección del Sespa al proyecto y no nos cabe ninguna duda de que finalmente no va a aparecer ninguna anomalía más allá del desacuerdo que pueda generar entre los profesionales. Yo tengo mucha confianza en que el Sespa finalmente sabrá reconocer el valor de este proyecto.
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