Artículo de Bruno Estrada y Eduardo Gutiérrez Director de Estudios y del área de economía, respectivamente, de la Fundación 1º de Mayo.
La fuerza de la razón debe oírse en la calle
El cartel que ilustra este artículo acabará colgándose más adelante
nuevatribuna.es
Frente a los que piensan que no se puede hacer nada contra la brutal agresión a los trabajadores que supone la reforma laboral propuesta por el gobierno del PP, estamos convencidos de que existen márgenes para corregir sus efectos más agresivos, y para evitar otras posibles medidas que pudieran llegar.
Pero para ello las movilizaciones, empezando por las convocadas por CC.OO. y UGT para el día 19 de Febrero, deben llenar de indignación las calles de España.
Los márgenes de la acción política y social se definen por la capacidad de presión de los propios actores. No todo está escrito. Los trabajadores podemos tener la fuerza de la razón: la reforma laboral significa la devaluación de las condiciones de trabajo de millones de personas, el empobrecimiento presente y futuro de gran parte de la sociedad española. Pero no es suficiente con tener la fuerza de la razón, hay que tener la razón de la fuerza, y el único medio en una democracia es una fuerte movilización social que ponga en evidencia que el gobierno de España no esta defendiendo los intereses nacionales, sino los intereses de los banqueros alemanes y del segmento más ineficiente y rancio del empresariado español. De ese empresariado que no compraría sus propios productos, que no innova, que no reconoce la valía de sus trabajadores, que basa sus márgenes de beneficio en la mera explotación de sus trabajadores, despreciando su cualificación, precarizando el empleo, rebajando salarios.
Siempre se está a tiempo de invertir la correlación de fuerzas. Pero para ello debemos luchar contra nuestra propia cobardía, contra la indiferencia cómplice, contra la sensación de inevitabilidad que quieren vendernos. Somos nosotros y sólo nosotros, los trabajadores, quienes podemos poner límites a estas políticas mediante una masiva respuesta en la calle que sea la expresión democrática de un rechazo social mayoritario.
Frente a la agresión del PP contra millones de trabajadores, al poner el estado al servicio de los ricos, de quienes nos han llevado a la grave situación económica en la que estamos, de quienes quieren imponer la chinización de nuestro país, es posible la indignación, pero sobre todo es necesaria la reacción, pacifica, pero contundente en su magnitud. Ellos nos estarán contando detrás de los visillos de sus casas. El próximo domingo 19 está no solo está en juego la aplicación de esta reforma en sus aspectos más regresivos. También nos jugamos evitar futuras actuaciones de la derecha más arcaica y depredadora.
Bruno Estrada López, Director de Estudios de la Fundación 1º de Mayo.
Eduardo Gutiérrez, Área de Economía de la Fundación 1º de Mayo.
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