Otros puntos de vista en el debate de la fusión de ayuntamientos
«No es tan urgente modificar la actual organización»
20/03/2012, en La Voz de Asturias
José Ángel Fernández Prieto, en cambio, no considera urgente la reordenación del mapa municipal, al menos en Asturias. Este investigador del Cecodet entiende que la crisis y la falta de recursos de las administraciones públicas pueden ser acicates para alimentar el debate sobre el futuro del municipalismo, pero cree que ni a corto ni a medio plazo se va traducir en un nuevo mapa de ayuntamientos en España. Fernández Prieto defiende, al margen del aspecto económico, otros factores para explicar el arraigo de los concejos en el Principado.
¿Es necesario revisar el actual mapa de los ayuntamientos asturianos?
La actual crisis económica ha reavivado ese debate, el que se plantea si es necesario reducir el actual número de ayuntamientos. Sin embargo, Asturias no es Castilla y León o Navarra, donde hay municipios muy grande en superficie, sin apenas población ni actividad social y donde la situación puede justificar más este tipo de planteamientos.
¿Entonces usted no tocaría los 78 concejos asturianos?
Es cierto que muchos están perdiendo población. Pero, si se plantea la fusión de municipios, el primer objetivo serían esos concejos de la zona rural, que quizá sean los que ahora más necesitan un ayuntamiento cerca, los que necesitan más ayuda y servicios, los que merece la pena tirar por ellos. Si conservan sus ayuntamientos, podrían seguir teniendo voz. Si también se les quita el ayuntamiento, entonces lo pierden todo.
¿No estaría justificado por una cuestión de ahorro, por una mejor eficiencia de los recursos?
No creo que supusiese un gran ahorro. Si ahora se unen, por ejemplo, Los Oscos, no creo que esa fusión fuese a suponer una reducción muy notoria. Otra cosa muy diferente es que se plantee un caso concreto, con unas circunstancias concretas que habría que estudiar. Pero ya no responde a un criterio general de reordenación por ingresos o población.
¿Y usando algunos otros criterios, distintos?
En Asturias, podría tener más sentido una fusión de ayuntamientos en el área central. Sería más difícil, pero también mucho más coherente, porque ayudaría a planificar el urbanismo, los desplazamientos en el transporte y un montón de temas que dependen de los ayuntamientos. Sería más difícil porque tienen más población, y sería mucho más impopular. En todo caso, para la zona rural se podría profundizar en la organización de comarcas, de las que hay experiencias muy positivas.
En caso de que se impulse la fusión, ¿cree solo se debe tener en cuenta criterios numéricos?
Las cifras son útiles en general, pero hay otros muchos factores a tener en cuenta, como la gente, la historia o la forma de vida. Los modelos pueden ser numéricos pero flexibles, nunca totalmente rígidos.
¿Cree que, tras años de debates intermitentes, la sociedad asturiana está madura para afrontar una reorganización de las entidades locales?
No estoy seguro de que la idea se haya madurado lo suficiente, como sí ha sucedido en otros países europeos, donde se han introducido cambios. Ahora el tema se vuelve a tratar por la fusión de los dos concejos gallegos, pero volverá a pasar. No creo que a corto plazo este tema se vaya a tratar en profundidad. Solo si esta crisis se prolonga mucho en el tiempo, entonces se lanzarán a hacerlo.
La antítesis
Sólo 21 concejos son viables según los criterios europeos
El Consejo de Europa considera que los ayuntamientos deben tener más de 10.400 habitantes para lograr su sostenibilidad.
El Gobierno de Rajoy afirma que en España sobran la mitad.
20/03/2012, Susana D. Machargo, Oviedo, en La Voz de Asturias
Oza y Cesuras han vuelto a agitar el recurrente debate sobre el futuro del municipalismo en España y la viabilidad de los pequeños concejos que jalonan la geografía española, pequeños pueblos de grandes o pequeñas extensiones que tienen en común la escasa densidad de población. Oza y Cesuras son los dos concejos que la Xunta de Galicia ha decidido fusionar en las últimas semanas. A este carro se ha subido también el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, que confirma la intención del Gobierno de Mariano Rajoy de negociar la reestructuración del actual mapa municipal. Es más, Beteta cree que sobran la mitad de los ayuntamientos. En cifras redondas, 4.000 de los 8.000 existentes.
¿A cuántos concejos asturianos afectaría esa poda? ¿Qué criterios se deberían seguir?
Beteta, en una entrevista concedida a El Mundo, no lo puntualiza. Solo habla de la viabilidad económica. Pero lo cierto es que los expertos, economistas y geógrafos, que estudian estos temas suelen tomar como referencia un mínimo de población de 5.000 habitantes. Con ese suelo, el Principado perdería 47 ayuntamientos. En cambio, el Consejo de Europa, en un estudio con plena vigencia, recomienda un mínimo de 10.400. Según ese criterio, Asturias perdería 57 consistorios. Es decir, que las directrices de organización según la población dejarían una Asturias en la que estarían a salvo 21.
El despoblamiento aún no es tan acuciante como en otras autonomías, aunque hay muchos territorios con una baja densidad de población. Yernes y Tameza apenas tiene censados a 178 habitantes; Pesoz, 189; Santo Adriano, 265: Villanueva de Oscos, 364 e Illano, 444. El resto ya está por encima de 500. Entre 500 y 1.000 se sitúan otros 11 más.
El Consejo de Europa también apunta otros factores que tener en cuenta a la hora de medir la viabilidad de un concejo. A partir de 10.400 vecinos, considera que las finanzas locales podrían estar saneadas. Para garantizar una ordenada planificación urbanística, el baremo se eleva a 11.600 habitantes. Una gestión eficaz de los organismos de control requiere de 9.800 residentes y son necesarios 8.200 para garantizar la calidad de los servicios sociales.
Índices correctores
En esta ensalada de cifras no se tiene en cuenta ninguna característica social, geográfica o histórica, algo imprescindible si finalmente se inicia un proceso para rediseñar el mapa municipal español. Es más, especialistas como el asturiano Tomás Cortizo proponen que se tenga en cuenta la extensión y la orografía. Cortizo incluso sugiere una distancia máxima entra la capital administrativa de un municipio y el pueblo más alejado. Los índices correctores son necesarios para tener en cuenta la singularidad de los territorios y la eficacia de los servicios.
No obstante, la economía parece tener en todo este proceso un peso incuestionable. La consultora Russell Bedford está elaborando un informe sobre la fusión de municipios en España, utilizando como referencia las cifras del Ministerio de Economía y las encuestas del Instituto Nacional de Estadística (INE). A raíz del caso de Oza y Cesuras, La Voz de Galicia adelantó alguno de los datos que la compañía auditora está barajando.
Por ejemplo, toma como mínimo de población los 5.000 habitantes. Con esa referencia, señala que el 63% de los municipios gallegos está por debajo y que ese 63% solo gestiona el 17,2% de los recursos municipales de la comunidad autónoma. La conclusión es que la actual organización, al menos en Galicia, es muy poco eficaz y que una agrupación podría mejorar la gestión económica de los recursos.
Los planes del Gobierno
Con este panorama, la vista se vuelca en el Estado pero, sobre todo, en las comunidades autónomas, que son las que tienen competencias en esta materia, tal y como consta el Título VIII de la Constitución. Aún así, Antonio Beteta anunció que la intención del Gobierno de Rajoy es negociar los posibles cambios con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
Su planteamiento de partida es claro: “Más de la mitad de los ayuntamientos no tiene viabilidad económica. Es decir, su número de vecinos es tan pequeño que es complicado ser un centro eficiente de prestación de servicios”. Pero no propone ningún criterio concreto, ningún límite de habitantes, de extensión o de ingresos. Lo único que sugiere es que hay que conectar “eficiencia en la gestión y representatividad” políticas. El objetivo es limitar el número de cargos y el gasto en sueldos políticos, adelgazando las actuales estructuras.
La fusión no será la única arma que utilice para conseguirlo. También se fomentarán las comarcas y las mancomunidades y, en las comunidades que no son uniprovinciales, se potenciarán las diputaciones como órgano de prestación de servicios.
Asturias ya tiene experiencia en organizaciones supramunicipales, con la alianza de concejos en mancomunidades desde que el Valle del Nalón, fundara la primera, ya en el siglo pasado. La región también fue pionera en la creación de organizaciones supramunicipales entre ayuntamientos de diferentes autonomías. Fruto de ese entendimiento surge la mancomunidad del Bajo Deva, que integra a consistorios del oriente asturiano y también de Cantabria.
Esta opción comarcal parece, ahora mismo, menos viable, una vez comprobados los graves problemas económicos que afrontan las mancomunidades. En algunos casos, como el de la Comarca de la Sidra, se ha traducido en la apertura de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y en otros lugares se viven graves impagos.
Al margen de las fórmulas, de las experiencias y del marco legal que se puede utilizar, el ruido del debate parece cada vez más ensordecedor, lo que se puede traducir en medida concretas a corto o medio plazo. Eso no quiere decir que haya unanimidad. Entre los geógrafos consultados ayer por LA VOZ no existe un criterio único ni sobre la necesidad de la fusión de ayuntamientos, ni tampoco sobre la profundidad de la restructuración.
«Esperaba ya un ataque de sensatez que cambie el mapa»
20/03/2012, La Voz de Asturias
Tomás Cortizo lleva años propugnando la reordenación del mapa municipal, una estructura dinámica desde su fundación, en el año 1812, y que se anquilosó con la Constitución Española de 1978. Cortizo es incluso más drástico que el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, que dice que en España sobran la mitad de los ayuntamientos. Este geógrafo asturiano y colaborador de LA VOZ reduciría los actuales 8.000 a solo 2.500. Para Asturias no da cifras cerradas, aunque tiene las ideas muy claras sobre cuál es el único modelo que puede pervivir. Para Cortizo, la reforma es urgente.
¿Qué le parece que el secretario de Estado de Administraciones Públicas diga que sobran la mitad de los ayuntamientos españoles? Creo que ya era hora de que alguien lo dijera. Lo que pasa es que esa es una competencia que no le corresponde al Estado, sino a las comunidades autónomas. El Gobierno puede promover, dotar de fondos, coordinar, tomar la iniciativa. Pero la decisión final es de las regiones y con ellas es con las que tiene que ultimarlo todo.
¿Cuáles deben ser los límites numéricos y sociales para abordar esa reordenación del mapa municipal? Para la prestación de servicios, el límite siempre tiene que estar por abajo, siempre hay que garantizar unos servicios mínimos y de calidad. La representación política es otra cosa. Una forma de ver este cambio es que lo que se gana o se ahorra en la representación política se puede aprovechar para invertir en los servicios. Los propios edificios de los ayuntamientos pueden reconvertirse en centros de servicios. Lo que se gana en eficacia redunda en servicios.
¿Pero también habría que establecer criterios numéricos, fijar límites? El número de habitantes es un criterio a tener en cuenta y también los kilómetros, la distancia. 5.000 ó 10.000 habitantes pueden ser muchos o pocos, en función del territorio que se quiera aglutinar. En un territorio muy poco poblado reunir 5.000 habitantes puede suponer una superficie demasiado extensa para la prestación de servicios. Cangas del Narcea es el tercer municipio de España en superficie y Avilés apenas tiene extensión. Son aspectos a tener en cuenta. Lo ideal sería buscar un equilibrio.
¿Podría ponerme algún ejemplo de fusiones en Asturias? Los Oscos, nacido de la fusión de los tres ayuntamientos actuales, sería un municipio perfecto, que tiene facilidades hasta para su nombre. También sería ideal la fusión de Teverga, Santo Adriano, Quirós y Proaza. Sin forzar mucho, en Asturias se podrían dejar los 78 en 42.
¿Entiende las reticencias sociales a la reordenación municipal? Es difícil de comprender. Desde que se aprobó la actual ordenación, en el año 1812, con la Constitución de La Pepa , y hasta 1978, se redujo en unos 1.250 el número total de ayuntamientos. La actual Constitución paraliza ese proceso de simplificación, en parte porque se salía de una dictadura y se temía que se produjese un déficit democrático. El municipio entró a formar parte de la identidad, en la voz política, lo que diferenciada a los ciudadanos. En otros países como Francia o Bélgica ha seguido haciéndose como algo natural.
¿Espera que se concreten pronto estos cambios? Esperaba desde hace años un ataque de sensatez, que, por otra parte, solo podía llegar en un momento como estos, de crisis.
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