Debate, celebrado ayer, sobre los programas electorales en materia sanitaria celebrado en el salón de actos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA)
Por lo que leemos no hubo una gran profundidad a la hora de tratar los temas que de verdad preocupan…
Foro dice ahora que no le repugna suprimir la dedicación exclusiva de los médicos
«No es una prioridad, pero si hubiera que hacerlo no nos rasgaríamos las vestiduras», afirma Navia-Osorio sobre un posible cambio legislativo
Foto: De izquierda a derecha, José María Navia-Osorio, Francisco Menéndez (moderador), Vicente Herranz y Ángel López.
Oviedo, Pablo ÁLVAREZ, en La Nueva España
«No nos repugna, pero tampoco es una prioridad». El consejero de Sanidad del Principado se pronunció ayer en estos términos en nombre de Foro Asturias al ser preguntado por la posible supresión de la dedicación exclusiva de los médicos de la sanidad pública regional.
Como candidato de Foro, José María Navia-Osorio ofreció una opinión que había eludido el pasado 14 de septiembre, cuando afirmó en la Junta General del Principado que, «como consejero», no tenía «ninguna» opinión sobre el asunto. «Un Consejero no puede tener opinión de todo lo divino y lo humano», precisó en aquel momento.
Ayer, a seis días de las inminentes elecciones autonómicas, Navia-Osorio sí tuvo opinión, e incluso se explayó al exponerla en el transcurso de un debate sobre los programas electorales en materia sanitaria celebrado en el salón de actos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Ante la pregunta de un trabajador del complejo sanitario que seguía el coloquio, Navia-Osorio explicó que la supresión de la dedicación exclusiva de los médicos no figura en el programa de Foro para los comicios del 25-M. Pese a lo cual, reconoció, «no me repugnaría», y añadió que «si en un momento dado hubiera que hacerlo, no nos rasgaríamos las vestiduras».
Eso sí, matizó el Consejero, si se aprobara la compatibilidad entre el ejercicio público y el privado, Foro apostaría por extremar el «control» para que nadie pudiera aprovecharse del sistema público para rentabilizar su consulta privada. «Es uno de cada mil casos, pero como puede haberlos hay que establecer ese control», apostilló.
El pasado 4 de septiembre, LA NUEVA ESPAÑA publicó una información según la cual las autoridades sanitarias del Principado estaban estudiando el modo de cambiar la legislación asturiana que imponía la dedicación exclusiva de los facultativos, en vigor desde el 1 de enero de 2003. De inmediato, Foro negó que tal proyecto formase parte de su agenda, y al día siguiente la Consejería difundió un comunicado que afirmaba esencialmente lo mismo. El partido de Álvarez-Cascos incluso llevó a los tribunales a este periódico por dicha información.
En aquel momento, los diputados del PP desvelaron que en las negociaciones para lograr un pacto de Gobierno, desarrolladas dos meses antes, habían sido precisamente los representantes de Foro -y más en concreto Enrique Álvarez Sostres, hoy diputado nacional- los que habían propuesto un cambio legal para dar libertad de elección a los médicos. Sostres lo negó.
Por otra parte, era bien conocida la postura favorable a la compatibilidad pública-privada defendida por Navia-Osorio cuando era dirigente del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) y presidente de la comisión de sanidad del PP. Idéntica era la posición de la mayor parte -si no de la totalidad- de las bases sanitarias del partido de Álvarez-Cascos.
Sin embargo, por entonces, las órdenes venidas de arriba imponían otra cosa. Y así quedó de manifiesto unas semanas más tarde, el 28 de octubre, cuando los diputados de Foro votaron conjuntamente con los del PSOE y los de IU en contra de una iniciativa parlamentaria del PP. La proposición no de ley presentada por los populares estaba encaminada a habilitar un mecanismo legal para que los facultativos de la sanidad pública pudieran renunciar a la dedicación exclusiva y, de paso, al plus de 790 euros brutos mensuales que conlleva. El Estatuto Marco del personal sanitario estipula que sea establecido este mecanismo, pero los sucesivos gobiernos asturianos se han negado a habilitarlo. Como consecuencia, Asturias continúa siendo la única comunidad autónoma española en la que los médicos no pueden compaginar el ejercicio público con el privado.
Las citadas consideraciones sobre la dedicación exclusiva formaron parte de un amplio abanico de propuestas y posicionamientos surgidos en el marco del debate organizado por el Sindicato de Celadores y Personal no Sanitario (Sicepa). El PP y UPyD optaron por no participar. Tanto el PSOE como IU reiteraron su negativa a que los médicos puedan compaginar el ejercicio público con el privado.
Una porción relevante de la discusión giró en torno a la posible privatización de servicios en el nuevo HUCA. Había entre el público trabajadores de diversas categorías preocupados ante el riesgo de una pérdida de puestos de trabajo como consecuencia de hipotéticas medidas privatizadoras. Navia-Osorio explicó que el Gobierno de Foro -tal como anticipó este periódico el pasado 5 de febrero- ha modificado la decisión del Ejecutivo de Areces y apuesta por construir una central de esterilización en el propio recinto que ocupa el HUCA. En ella «va a trabajar gente del Sespa», señaló el Consejero para tranquilizar a las auxiliares de enfermería, que temen que este estamento se vea reducido en 105 efectivos.
Para los técnicos de mantenimiento, el recelo se deriva de la hipótesis de que la incorporación de nueva tecnología lleve aparejados contratos de mantenimiento con las propias firmas suministradoras. Navia-Osorio precisó que el aparataje de alta tecnología sí será llevado por técnicos «de fuera», en tanto que el resto de los equipamientos serán revisados por los operarios del HUCA. Como botón de muestra de su voluntad de preservar el empleo, el consejero de Sanidad explicó que su departamento ha decidido prescindir de los robots que el anterior equipo pretendía instalar en el nuevo Hospital Central. «Iban a costar tres millones de euros y suponían echar a la calle a 60 personas», argumentó.
El Consejero admitió que si el resto de las comunidades autónomas así lo deciden, Asturias ampliará a 37,5 horas la jornada semanal en la red sanitaria. «Probablemente no nos dejen elegir», adujo. Vicente Herranz, del PSOE enfatizó: «Rotundamente, no aplicaremos las 37,5 horas, porque con 35 pueden hacerse muchas cosas».
Ángel López, de IU, coincidió con el PSOE en negarse a una ampliación de la jornada, pero insistió en que el gran debate de la sanidad pública debe centrarse en quién manda sobre ella, dado que el actual proceso de toma de decisiones «es incapaz de gobernar el sistema». López apostó por un modelo de gestión basado «en profesionales -no en políticos- controlados por un consejo de administración con amplia participación de los ciudadanos».
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