Tiempo de obviedades pero sin ninguna solución salvo que frau Merkel ceda ante Hollande
Rajoy: "Con la prima de riesgo que tiene España es difícil crecer"
"No podemos seguir durante mucho tiempo financiándonos a esos precios", reconoce el presidente del Gobierno durante la sesión de control
PÚBLICO.ES / EFE
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reiteró su discurso en vísperas de viajar a Bruselas donde se celebrará un Consejo Europeo que se antoja decisivo para el futuro del euro. Durante la sesión de control al Gobierno, Rajoy desgranó las propuestas con las que acudirá a la capital comunitaria.
Nada que no haya dicho en ocasiones anteriores: el presidente volvió a apostar por la reducción del déficit público, por "las reformas estructurales en los Estados y en la UE", por la unión fiscal y bancaria, por la integración de los mercados nacionales y por "la adopción de medidas para estabilizar los mercados".
A preguntas del PNV y del PSOE, Rajoy reconoció que España tiene un grave problema: "Es dificilísimo financiarse. Ahora tenemos un problema de liquidez, pero no podemos seguir durante mucho tiempo financiándonos a esos precios. Lo más importante es poder financiarnos en los mercados y en ese sentido vamos a intentar que en el Consejo se tomen medidas razonables".
"Con la primas de riesgo como la que ahora tiene España es muy difícil que la economía pueda crecer", abundó el presidente del Gobierno. Por ello, Rajoy pidió a la UE "medidas rápidas, ágiles y contundentes". Contó para ello con el apoyo del PSOE, según recalcó Alfredo Pérez Rubalcaba.
Rajoy también emplazó a los líderes europeos que se reúnen mañana en Bruselas a que lancen un mensaje claro y diáfano: "Hay que apostar por la irreversibilidad del euro, decir que va estar ahí siempre. Por eso el Consejo es importante". Otro objetivo que se marcó Rajoy es la creación de empleo, pero decir eso y no decir nada es casi lo mismo.
El jefe del Ejecutivo reconoció mostró su confianza en que habrá "avances importantes" hacia la unión bancaria y fiscal y anunció, una vez más, que va a intentar que el dinero del rescate de la banca sea inyectado directamente a la banca, algo a lo que Alemania se opone. En ese sentido, Rajoy abogó para que la ayuda "no vaya por encima de los derechos que puedan tener otros acreedores de la deuda pública".
Merkel viaja a París para limar diferencias ante la cumbre europea
Francia empuja para lograr grandes avances en la integración europea
Hollande ha reclutado a Roma y Madrid para elevar la presión sobre Berlín
Miguel Mora, París, EN El País.
La canciller Angela Merkel viajará este miércoles a París para preparar con el presidente francés, François Hollande, el Consejo Europeo que empezará mañana.
Francia se declara abierta y dispuesta a todo. Unión política, fiscal, monetaria, económica y bancaria. Lo que haga falta. ¿Y si hay que ceder soberanía? Llamémosle mejor compartir soberanía, pero sí, adelante, todos lo necesitamos. ¿Un superministro de Finanzas? Podemos discutirlo, no tenemos ningún problema (aunque mejor si es un francés, claro). Por primera vez en muchos años, París se siente el centro del engranaje de la Unión Europea. La depresión acecha, la debilidad económica es grande, y tras el ruidoso ‘no’ de 2005, François Hollande ha reclutado a Roma y a Madrid para la causa y ha hecho profesión de fe en el proyecto europeo, sabiendo que es el único que puede salvar los muebles de un país que crecerá este año solamente un 0,4%.
Lo que queda por ver ahora es el grado de compromiso real que encierra la estrategia negociadora, abierta y pragmática de Hollande. Si la cumbre europea profundiza de verdad en la unidad política de la zona euro, el presidente tendrá que dedicarse una temporada larga a hacer pedagogía con sus ciudadanos. No sería difícil, porque tiene en sus manos algo que casi ningún mandatario galo ha tenido antes: la legitimidad de la mayoría absoluta y todo el poder político, con la oposición dividida y en busca de líder.
Esto exige a Hollande una respuesta clara y firme, un liderazgo europeo que doblegue las resistencias alemanas a mutualizar las deudas y cubrir los agujeros de los bancos sin castigar a los Gobiernos. De momento, Hollande ha mostrado a su público el paquete de 130.000 millones de euros para el crecimiento y el empleo, que es menos que nada, pero que nadie considera la panacea ni el maná salvador.
“Sabemos que con el anuncio de Roma no basta. Los mercados y los ciudadanos necesitan señales claras de integración y crecimiento”, explica un alto funcionario francés. “Debemos presentar medidas concretas, pero también explicar con detalle el proceso que queremos”.
Pero al menos un crédito se puede atribuir al dignatario socialista: todo parece abierto y sobre la mesa, Merkel ya no tiene tabúes o al menos no se atreve a verbalizarlos en público como antes. Incluso la posibilidad de reabrir los tratados parece factible, según comentó la Comisión, y es innegable que el debate se ha enriquecido respecto a la tristeza de la era Sarkozy.
Como últimos ejemplos, la propuesta de Van Rompuy y otra similar, pero más rompedora todavía, inspirada por dos figuras del socialismo europeo, Jacques Delors y Helmut Schmidt, que ayer respaldaron la creación de una agencia europea de deuda, encabezada por un superministro de Finanzas que tendría poderes para emitir deuda conjunta de los países de la Eurozona, y a cambio podría controlar y vetar los presupuestos nacionales de los países que más necesiten los eurobonos. Pierre Moscovici, el ministro de Economía francés, proclamó la gravedad del momento al decir que “todos deben ser conscientes de que la cumbre es esencial porque hay que sentar las bases de la segunda fase de la moneda única, la que le permitirá consolidarse definitivamente”.
Añadió que es el momento de “aportar las pruebas” de que Europa puede “dotarse de una integración bancaria, financiera, presupuestaria y política”. Y señaló que los grandes objetivos de Francia son dos medidas precisas: “La recapitalización directa de los bancos”, y “una mayor integración, un camino que desemboque en los eurobonos”.
El brazo derecho de Hollande se reunió anoche en Bercy, la sede de los ministerios económicos franceses, con los ministros de Alemania, Wolfgang Schäuble; España, Luis de Guindos; e Italia, Vittorio Grilli, además del comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, y representantes del Consejo. “Estamos en una fase de preparación activa de la cumbre porque queremos respuestas estructurales, porque hay que sentar las bases de una Europa de la confianza”, señaló Moscovici.
El discurso suena distinto del de hace unos meses. La música se ha suavizado. Para mantener su “arte de vivir”, Francia quiere, pero sobre todo necesita, mucha más Europa. Si Hollande logra combinar su humor, su sentido de la justicia social y su flexible ironía con el rigor contable, la visión pecaminosa de la vida y la abundante chequera de frau Merkel, quizá no todo esté perdido todavía.
Merkel: Europa no tendrá deuda compartida “mientras yo esté viva”
La canciller alemana comparecerá mañana en el Bundestag para presentar a los diputados alemanes las posiciones que defenderá su Gobierno en Bruselas
Juan Gómez, Berlín, en El País.
“No mientras yo esté viva”. Según prometió Angela Merkel el martes, ese será el plazo mínimo para que Europa pueda emitir deuda conjunta, los llamados eurobonos. Lo cuentan así algunos participantes en la reunión que mantuvo con el Grupo parlamentario liberal (FDP). Según explicaron a diversas agencias de noticias, Merkel cosechó con su promesa unas cuantas réplicas arrebatadas: “¡Le deseamos una larga vida!”. Merkel comparecerá mañana ante la cámara baja del Parlamento (Bundestag) para presentar a los diputados alemanes las posiciones que defenderá su Gobierno en la cumbre de Bruselas a finales de semana.
La canciller y líder democristiana (CDU), que preside la coalición de centro-derecha que gobierna Alemania desde 2009, sorprendió a propios y a extraños con su drástica frase. Hasta ahora, la postura repetida hasta la saciedad por portavoces y miembros del Gobierno es que Alemania considera que es demasiado pronto para este tipo de medidas. Los eurobonos, han dicho una y mil veces, serían hoy un incentivo equivocado para los países que, como España, tienen problemas para obtener préstamos en los mercados financieros. Así que la emisión conjunta de deuda se ha presentado como un horizonte esperanzador al que podría llegarse una vez lograda una mayor cohesión presupuestaria y fiscal entre los socios de la Eurozona. El martes, el “de momento” de la cantinela alemana se convirtió en un “mientras (Merkel) siga viva”. Se entiende que no piensa perder unas elecciones hasta que le llegue la hora.
Lo absurdo de la frase sugiere que podría haberla dicho en tono de broma o quizá sí como recurso teatral para ganarse a los diputados más euroescépticos del FDP. Merkel quiere que el Bundestag ratifique este mismo mes el Pacto fiscal europeo y el fondo de estabilidad permanente ESM. Aunque la aprobación está garantizada ya por los votos de la Oposición de socialdemócratas y Verdes, a Merkel le conviene obtener el mayor número de apoyos de sus propias bancadas.
Si bien la pronunció a puerta cerrada, la numantina expresión es tmbién una respuesta a las proposiciones del presidente del Consejo Europeo Herman Van Rompuy, el de la Compisión Europea José Manuel Barroso y Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE). Estos líderes de la Unión Europea apuestan por estrechar los lazos entre los socios para rescatar a Europa de la crisis financiera en la que lleva enfangada desde hace cuatro años. Entre otras cosas, Barroso, Draghi y Van Rompuy proponen que Europa pacte una unión bancaria con supervisión común de las entidades financieras con un fondo de garantías para todos los socios, así como la emisión de algunos tipos de bonos avalados por el conjunto de la Eurozona. En Alemania, los eurobonos encuentras un rechazo masivo de los políticos conservadores, sobre todo en el partido liberal FDP.
Ante los parlamentarios democristianos (CDU/CSU), Merkel no fue tan radical. Sí rechazo tajantemente algunos puntos del plan europeo, pero rebajó el dramatismo y se atuvo a la vieja partitura: según han explicado algunos parlamentarios democristiano, a ellos les dijo que el documento europeo da a entender que habrá deuda conjunta a corto plazo y que esto es lo que disgusta al Gobierno.
En la cumbre de Bruselas, Merkel enfrentará el jueves presiones masivas por parte de sus principales socios Francia e Italia para que ceda en algunos de los puntos propuestos por Europa.
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