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La cuestión es que hasta ahora lo único que han demostrado es que no saben… y eso que últimamente mucho miran al cielo como esperando una intervención divina.

La cuestión es que hasta ahora lo único que han demostrado es que no saben… y eso que últimamente mucho miran al cielo como esperando una intervención divina.

«El Gobierno debe pelear con el BCE para evitar un lunes negro»

Rubalcaba califica al Ejecutivo de Mariano Rajoy de "sordo, solo e ineficaz"

Insiste en que en España "nada esta mejor que hace seis meses"

22.07.12 - EUROPA PRESS | TUDELA DE DUERO

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha afirmado este domingo que el Gobierno está "sordo, solo e incapaz" para dar respuestas a una crisis económica contra la que "no ha dado ni una" y ante la que "ponen cara de pena" sin pensar realmente en los que la sufren. Durante su intervención en la Fiesta de la Rosa del PSOE de Valladolid, organizada en la localidad de Tudela de Duero, Rubalcaba ha lamentado que la respuesta del Gobierno al pasado "viernes negro" no fuera viajar a los centros de decisión de Europa para convencer a sus dirigentes de que el Banco Central Europeo debe actuar para atajar la crisis de la deuda pública y, a corto plazo, impedir que mañana sea "un lunes todavía más negro".

Ante este panorama, el líder socialista ha criticado que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saenz de Santamaría, viniera a decir en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que "no sabían lo que pasaba" y dedicara más tiempo "a meterse con el PSOE" que a convencer al BCE. "Nos habría ido mejor", ha dicho. Este Gobierno "no escucha a nadie, no dialoga y no sabe a dónde va, no han dado ni una, recortan porque no dan ni una", ha remarcado Rubalcaba, convencido de que es falso el mensaje del Gobierno de que no hay alternativa a las decisiones que están tomando. "No podemos consentirles el argumento de la herencia recibida, ni que no hay más soluciones que las que adoptan", porque "han encontrado la excusa perfecta en la crisis para desmontar el Estado del bienestar, que es lo que siempre quisieron hacer", ha sostenido Rubalcaba.

El dirigente socialista ha reiterado las propuestas que ha realizado su partido como alternativa a los "destrozos" del Gobierno, al que ha pedido que no confunda "los intereses de España" con los del PP. "Nunca tantos sufrieron tanto por las torpezas de unos pocos", ha sentenciado Rubalcaba, convencido de que entre las primeras decisiones equivocadas del Gobierno figuró su intento por "esconder el presupuesto a los andaluces y a los europeos", ya que esta situación generó "desconfianza" entre los socios de la UE y los mercados de deuda. Después "aplicaron lo que saben hacer: recortes y más recortes" que "sólo conducen a la recesión, que lleva al desempleo, al sufrimiento inútil sin esperanza; esto es lo que ofrecen a los españoles", ha lamentado el secretario general del PSOE.

Esfuerzo y trabajo

Rubalcaba ha insistido en que "nada está mejor que hace seis meses en España", aunque ha destacado entre todas las circunstancias el aumento de la desigualdad provocado por la pérdida de empleo, los recortes sanitarios y de las becas, y los "engaños a los jubilados", a quienes el presidente Rajoy "anunció que les subirían la pensión el 1 por ciento", pero no les dijo que, en realidad, "ahora viven con menos pensión que hace seis meses". El líder socialista ha pedido un esfuerzo a los representantes del partido y a los militantes para que estén "cerca de quienes peor lo están pasando", para hacer valer la política y "salvar los problemas de los más débiles", ya que aquellos que "no necesitan de la política, los que se valen por sí mismos porque tienen dinero para pagárselo" enarbolan la opinión de que todos los políticos son iguales.

"Ahora ponen cara de pena", ha expresado Rubalcaba antes de recordar que cuando Rajoy anunció los últimos recortes sus diputados "aplaudían desaforadamente". "Que se quiten la cara de sufrimiento y piensen en aquellos que están sufriendo sus medidas", ha sentenciado. Como alternativas socialistas, ha defendido el ahorro en el gasto sanitario basado en la subasta de medicamentos con un "esfuerzo" de las industrias para aminorar sus márgenes de beneficio, el establecimiento de un impuesto para las grandes fortunas, que el impuesto de sociedades para las grandes empresas tenga un mínimo del 15 % y la revisión de las deducciones fiscales existentes, para preservar únicamente las "justas".

Los expertos advierten que el rescate total de España es cada vez más probable

Influyentes economistas creen que la intervención integral de la economía española está más cerca

Con la prima de riesgo por encima de los 600 puntos básicos, la apuesta de los mercados es clara

Bruselas pide tiempo para desarrollar el rescate de la banca y los nuevos recortes

Claudi Pérez, Bruselas, en El País.

“La credibilidad financiera de España es cercana a cero. La credibilidad fiscal es cero. La credibilidad política es cero. Los inversores han sentenciado a España. El Gobierno ha perdido el tiempo en estos últimos meses; ha dilapidado el crédito que le concedía su mayoría absoluta; ha perdido parte de la confianza de las instituciones europeas y toda la de los mercados con una sucesión de errores, muchos de ellos por una pésima estrategia de comunicación, que ahora trata de subsanar sin éxito. ¿Demasiado tarde? No se pueden decir este tipo de cosas en público, pero sin un cambio de actitud están ustedes abocados a un rescate completo”.

Varios entrecomillados de ese estilo, sin posibilidad de atribuir por lo delicado de la situación, salen de media docena de encuentros en Bruselas con fuentes europeas —diplomáticos, funcionarios de distinto rango y de diversas instituciones— en la última semana, la del rescate de la banca, la de la intervención parcial que no calmó a los mercados, que deja a España a unas pocas jugadas del jaque mate que en muchos sentidos sería un rescate completo.

España está en una situación límite; Europa entera lo está por el tamaño de la economía española y su venenosa capacidad de arrastre. Ni el recortazo de 65.000 millones ni la decisión del Eurogrupo de respaldar el rescate bancario han evitado el batacazo en Bolsa, el enésimo máximo de la prima de riesgo, la constatación de que nadie se fía de España, inmersa en una recesión que se prolongará hasta 2014. Para pagar las deudas hay que crecer: eso es lo que más preocupa a los famosos mercados. Eso y que cada novedad es más preocupante que la anterior, con varias autonomías a punto de pedir el rescate a un Estado que a su vez ha sido rescatado. El abuso del anonimato que piden todos y cada uno de los altos funcionarios consultados, es hasta cierto punto comprensible: los socios europeos acaban de tirar un salvavidas de hasta 100.000 millones a la banca. Pero la realidad va tan deprisa que medio Bruselas se pregunta ya si hace falta algo más.

“El mercado barrunta un segundo rescate, incluso una suspensión de pagos, y ya está pensando cómo hacer dinero con eso. Los inversores se han ido para no volver; al menos durante un tiempo. ¿Vamos a una intervención completa? De seguir por ese camino, posiblemente sí. Pero España, si arrastra a Italia, es un problema mayúsculo: nadie con dos dedos de frente puede dejar de pensar en las graves consecuencias que eso traería”, indica una alta fuente europea, que se agarra a la posibilidad de una varita mágica de última hora —la del BCE— que no acaba de aparecer.

Las autoridades comunitarias piden tiempo para que se vea cómo funciona el rescate de la banca, cómo avanzan las reformas, cómo se aplica el Gobierno con la tijera. Pero el tiempo escasea. Ante el bloqueo institucional, este diario pregunta a media docena de expertos de primer nivel. Economistas con capacidad de influencia en cenáculos políticos. La conclusión es la misma: la posibilidad de un rescate total de España es cada vez mayor.

“Veo pocas posibilidades de que España se libre”, asegura Ken Rogoff, profesor de Harvard y execonomista jefe del FMI. “España va a seguir con graves problemas de crecimiento y de paro hasta que se produzca un desendeudamiento masivo. Eso puede conseguirse con dolorosas reformas estructurales, especialmente en el mercado de trabajo. También con una inflación sostenida en países como Alemania, algo que puede descartarse dado el grado de obsesión del BCE. Y con reestructuraciones y quitas importantes en la deuda, el mejor enfoque pero políticamente el más difícil. Lo más probable, es que eso se haga con más de una década de crecimiento anémico y alto desempleo, combinado en mayor o menor medida con las recetas anteriores”, dice Rogoff, que vaticina una suerte de depresión social (si no lo es ya que el paro roce el 25%).

El Nobel Joe Stiglitz hablaba hace unos días de algo parecido. Pero explicaba que la forma de hacer menos dolorosa esa píldora es levantar el pie en las metas de déficit. “Alemania sigue endureciendo la disciplina fiscal en lugar de hacer algo por promover el crecimiento. Ya se ha visto en tres casos [Grecia, Portugal e Irlanda] que eso es contraproducente. En el caso español, que el Gobierno rescate a los bancos y los bancos rescaten al Gobierno es además algo que ni está funcionando ni puede funcionar”, reiteró a Reuters. Wolfgang Münchau, que dirige el think tank bruselense Eurointelligence, asegura que las medidas de austeridad en plena depresión “son una auténtica locura, prologarán y profundizarán la recesión, incluso elevarán el déficit por su efecto contractivo. Es asombroso que los Gobiernos sigan repitiendo errores cometidos hace décadas”. Con esos mimbres, no hay mucho margen: “España ya no es plenamente soberana, porque el Gobierno ya no puede financiarse. Sí, espero una intervención completa”, añade rotundo Martin Wolf, comentarista económico de cabecera del Financial Times.

Desde California y tras un efímero paso por España e Italia en las últimas semanas, el historiador económico Barry Eichengreen es extremadamente duro tanto con el Gobierno como con las instituciones europeas. “El nuevo paquete fiscal, al igual que sus predecesores, no va a funcionar. Y la inyección de dinero de los fondos de rescate europeos en los bancos no será suficiente. Crecen a diario las posibilidades de que España tenga que pedir una intervención de la troika en toda regla. Eso es atribuible en parte a errores propios, pero sobre todo al fracaso sin paliativos de la estrategia europea anticrisis", critica. James K. Galbraith, hijo del mítico John K. Galbraith, apunta que el liderazgo europeo “tiene como prioridad preservar el sistema bancario y el euro, como si eso fuera un fin en sí mismo, en lugar de activar el crecimiento para dar alguna posibilidad a los millones de parados españoles”. “Para cambiar esa realidad, el Gobierno de España debería ser atrevido y perspicaz. ¿Tienen ustedes un Gobierno así?”, inquiere.

Paul De Grauwe, investigador de la London School of Economics, vaticina una intervención completa en otoño, ante los vencimientos de 27.000 millones que el Tesoro —que tiene colchón para aguantar hasta entonces— debe refinanciar. “Si los mercados vuelven a tener un acceso de pánico las cosas se pueden precipitar y en agosto podríamos ver lo que hasta hace poco parecía impensable”, afirma. “Las crisis se toman mucho tiempo a veces en aparecer, pero de vez en cuando se precipitan en una sola noche: Europa está haciendo todo lo que está en su mano para adelantar el reloj. Con la imposición de duras condiciones repite los errores de Grecia y compañía. Con el dogmatismo de Berlín y su cabezonería en que esta es una crisis de chicos buenos (el Norte) y chicos malos (el Sur), ha sembrado una peligrosa semilla: Alemania, Francia, incluso Bélgica se financian más barato ahora que al inicio de la crisis. Incluso a tipos negativos. El mismo mercado que cometió errores de bulto en el pasado inflige un castigo desproporcionado a España e Italia mientras el BCE sigue de brazos cruzados”.

“Esto es una guerra”, decía hace unos días el primer ministro italiano, Mario Monti. También De Grauwe cierra su discurso con una referencia bélica: “Antes de las guerras mundiales nadie pensaba que en último término los países pudieran tomar ciertas decisiones que se revelaron gravísimas. Ahora la cascada de errores, puede llevar a otro tipo de conflicto. España es una economía enorme. Italia lo es aún más, y corre serio peligro. Aún hay posibilidades de detener una fractura del euro de consecuencias imprevisibles: quizá una depresión. Pero ni en Bruselas ni en Berlín parece haber una sensación de urgencia como la que hay en Washington. Y lo más peligroso es que Europa se está metiendo en una trampa: obliga a los países rescatados a someterse a remedios durísimos; a cambio los ciudadanos ni siquiera vislumbran una ligera mejoría. Ese prolongado sufrimiento solo puede provocar desencanto, desafección”, acaba.

Los responsables europeos saben que tienen ante sí un tablero de ajedrez con dos escenarios probables. Una de las salidas del callejón es hacer algo más por Grecia —la crisis va a volver por ese flanco más pronto que tarde— y establecer el paraguas adecuado para proteger a España e Italia: más solidaridad, lo que equivale a más Europa (unión política, unión bancaria), porque nadie, y menos aún Alemania, va a dar ayudas sin extremar el control. La otra dirección, más aventurada, es permitir la salida de Grecia y replantearse qué países deben formar parte del euro. Cualquier cosa es posible a estas alturas. Pero solo cuando la marea llegue a Francia y Alemania, a través de una recesión o una crisis bancaria, podrá verse qué ruta prefiere Europa, empeñada en usar la crisis como método de gobierno.

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