Nada sustancialmente diferente a los datos de Agosto de los dos últimos años, si acaso, ligeramente mejores este
El Sespa afronta el fin de año con la mayor lista de espera de 2012 y sin peonadas
La demora media para operarse llega a 70 días y el listado de pacientes es de 16.399 personas, mil más de las que había antes del verano
16.09.2012 - LAURA FONSECA, GIJÓN, en El Comercio.
Final de año complicado para los hospitales asturianos que vivirán su peculiar cuesta de enero. A la amenaza de huelga de los médicos del Servicio de Salud (Sespa) y del resto de personal sanitario en protesta por la ampliación de jornada, se suma el crecimiento de las listas de espera quirúrgica y el hecho de que los hospitales tendrán que hacer frente a este incremento sin la posibilidad de recurrir a las peonadas o al pago de cualquier tipo de hora extra.
El conflicto sanitario, bien en forma de huelga o simplemente de protesta o descontento entre el personal, empeorará la situación de unos quirófanos ya de por sí saturados. Septiembre, además, no arranca con buen pie en cuanto a balance. Los hospitales tienen en lista de espera quirúrgica a 16.399 pacientes, la mayor cifra del año. Son mil personas más de las que había a principios del verano (junio), cuando eran 15.347 las aguardaban para ser intervenidas en la red sanitaria pública. Además, en julio pasado, tras siete meses de ausencia, volvieron al Sespa las demoras por encima de los seis meses. 40 personas se vieron afectadas por estas esperas prolongadas. Todos, pacientes del HUCA. En agosto, un mes después, la cifra se vio reducida al ser sólo diez los enfermos cuya demora se situaba por encima de los 180 días. Todos del Central. Según el último balance del Sespa, los pacientes que estén pendientes en la actualidad de una operación programada (las no urgentes ni preferentes) tienen que aguardar de media 70 días. Lo mismo ocurre con la cifra global de enfermos (esos 16.399 contabilizados en espera al final de agosto), la demora quirúrgica actual es también la mayor de 2012. El Sespa había arrancado el año con 61 días de espera y ahora está en 70.
El volumen de pacientes que aguardan por una operación suele aumentar tras el verano, un periodo en el que es habitual que descienda la actividad en los quirófanos, tanto por las vacaciones del personal, como en ocasiones por el disfrute estival de los propios enfermos que tras meses y meses de espera se niegan a ser operados en julio o agosto. Pero el principal reto y también la novedad a la que se enfrentarán este cuatrimestre los hospitales es que la bajada de la lista de espera la tendrán que hacer sin poder echar mano de las peonadas.
Seis millones de euros al año
Los programas especiales (las peonadas), en los que el Sespa solía invertir unos seis millones de euros anuales según datos de la gerente, Celia Gómez, eran el balón de oxígeno de muchos hospitales. El HUCA y Cabueñes eran los que más las empleaban y así y todo, las listas de espera con las que llegaban a finales de mes tampoco eran buenas. Sin el abono de horas extras serán muchos (ya ocurre) los médicos que se nieguen a operar de forma rutinaria por la tarde. Las instrucciones del Sespa dicen que los hospitales podrán abrir sus consultas y quirófanos 2,5 horas por las tardes una vez a la semana o en módulos vespertinos de cuatro y hasta cinco horas cada quince días. Por esas horas el Sespa no abonará ni un euro ya que computará como jornada ordinaria. Tampoco se pagarán los módulos de tarde de exención de guardias y se modifica el cómputo del descanso tras la guardia. Ya no se descontarán 7 horas sino que se sumarán 7,5 por cada libranza tras una guardia de 24 o 17 horas.
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