Más angustia y estrés, incumplimientos de tratamientos, copago, menos recursos humanos en A. Primaria todo influye.

La crisis complica el control de la hipertensión

Los médicos Miguel Á. Prieto y Francisco Fernández Vega representan a Asturias en el congreso europeo de la disciplina

Foto: Los doctores Prieto (izquierda) y Fernández Vega, ayer, en Oviedo.

06.06.2013, Oviedo, P. Á., en La Nueva España.

Entre otras repercusiones negativas, la crisis económica está dificultando el control de la hipertensión arterial. Por un lado, las situaciones de angustia y estrés generan un aumento de los cuadros patológicos de esta naturaleza. Por otro, propician tanto el incumplimiento de los tratamientos pautados por los médicos como el descuido de los hábitos de vida saludables. Un tercer factor consiste en que el copago de los medicamentos está disuadiendo a algunos pensionistas a la hora de adquirir los fármacos que precisan. Y, por último, los facultativos de los centros de salud disponen de menos tiempo para realizar el seguimiento de sus pacientes debido a las restricciones en las sustituciones de los profesionales.

Así se resume el diagnóstico realizado por los médicos asturianos Francisco Fernández Vega -nefrólogo, vicepresidente de la Sociedad Española de Hipertensión Arterial (HTA) y presidente de la sociedad asturiana de esta disciplina- y Miguel Ángel Prieto -coordinador nacional del área cardiovascular de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). Ambos representarán a Asturias en el 23º Congreso Europeo de HTA y Riesgo Cardiovascular, que se desarrollará en Milán entre los próximos 14 y 17 del presente mes de junio.

«Este congreso anual es una de las citas más importantes a nivel mundial en lo que respecta a la hipertensión», subrayan los dos facultativos. Se estima que entre un 30 y un 35 por ciento de la población asturiana es hipertensa. Entre los mayores de 65 años, la tasa puede alcanzar el 60 por ciento. Se trata de porcentajes equiparables a los del resto del territorio nacional, donde residen unos 14 millones de personas afectadas por el denominado «silent killer» (el «asesino silencioso»), debido a su capacidad de causar daño sin dar síntomas previos.

«Para evitar alarmismos, hay que transmitir que, una vez que la hipertensión se controla, prácticamente desaparece el riesgo, sin olvidar que exige un seguimiento y cuidado por parte del paciente y del médico para mantenerla en las cifras adecuadas, es decir, inferiores a 140/90», explican los expertos. Si no surgen otras sorpresas, lo más relevante de la cita milanesa será la presentación de las nuevas guías de la Sociedad Europea de Hipertensión Arterial (ESH) para el manejo de la HTA, una herramienta «imprescindible en el quehacer clínico diario y siempre esperada con gran interés por parte de los profesionales».