Era una discriminación cuando dejó de facilitarse en 2011 y lo es ahora, con el agravante imperdonable ahora de que ya se pronunció al respecto el Tribunal Superior de Justicia de nuestra comunidad autónoma.
«Hasta 2011, facilitábamos la reproducción asistida a todas las solicitantes del HUCA»
Ignacio Arnott, exdirector de Reproducción Humana del Hospital Central, tacha de «demagógicas» las críticas del consejero asturiano a la ministra Mato
Foto: Ignacio Arnott, exdirector de la Unidad de Reproducción Humana.
26.07.13 - JAVIER FERNÁNDEZ | GIJÓN, en El Comercio.
En 2011, la sanidad pública asturiana comenzó a denegar el acceso a la reproducción asistida a mujeres solas y lesbianas. El Principado alegó entonces «criterios técnicos» basados en la ley de fecundación pero la decisión generó una enorme polémica que llevó a muchas afectadas a denunciar la situación ante la Justicia. El pasado martes, sin embargo, Faustino Blanco, consejero de Sanidad del Principado, quien niega un cambio en la postura su departamento, se opuso firmemente a las restricciones que ha introducido el ministerio del ramo, que aboga por que solo «las mujeres estériles» puedan acceder a inseminaciones gratuitas. Criticó también que bajo la decisión subyacen motivos «ideológicos».
Ignacio Arnott, que dirigía en 2011 la Unidad de Reproducción Humana del HUCA -la única pública de Asturias-, destaca que «tratábamos a todas las mujeres hasta que el anterior gobierno socialista dio la orden de dejar de hacerlo». Precisamente por esto, tacha de «demagógica» la defensa de los derechos de mujeres solas y lesbianas que realiza ahora la consejería asturiana. Arnott participó en la comisión que asesoró a Ana Mato en la composición de la cartera de servicios que presentó a las autonomías y respalda las palabras de la ministra: «Tiene razón, la ley no se ha modificado nada desde que se creó en 2006».
El especialista, que a principios de año dejó la sanidad pública para centrarse en la dirección del Instituto de Reproducción Humana FIV4, resaltó también que las comunidades pueden modificar su cartera de servicios, ya que esta competencia está cedida, y que el Principado tiene capacidad para incluir la reproducción asistida para mujeres solas y lesbianas.
Faustino Blanco confirmó tras el Consejo Interterritorial del martes que esa es la intención de la consejería y que está a la espera de ver cómo quedan redactadas las conclusiones alcanzadas tras la reunión de la ministra: «Vamos a hacer la interpretación más favorable a mujeres solas y lesbianas y si hay posibilidad de darles el tratamiento, lo haremos».
Esta posición está avalada por la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias que condena al Principado por no facilitar el acceso a la reproducción asistida gratuita a la lesbiana Silvia García. El texto, que impone el reintegro de los más de siete mil euros que gastó en clínicas privadas, no fue recurrido por el Principado. Las asociaciones de gais, lesbianas, bisexuales y transexuales, dispuestos a llegar al Constitucional, esgrimen el documento como principal valedor de sus reivindicaciones.
Los tratamientos privados se triplican en cinco años
26.07.13, en El Comercio.
Las largas listas de espera de la sanidad pública y el hecho de que el Principado limitase en 2011 el acceso a la reproducción asistida, ha provocado un aumento de las consultas en clínicas privadas. En el Cefiva, que fue el primero en ofrecer este tipo de tratamiento en la región, las mujeres solas suponen ya entre el 15% y el 20% de las consultas. Su presidente, Pedro de la Fuente, no obstante, rechazó pronunciarse sobre la polémica de los últimos días. Cada vez son más quienes optan por ser madres pese a la ausencia de una figura masculina y las terapias reproductivas a mujeres solas se han triplicado en la región en los últimos 5 años. El Cefiva no ha sido el único en notar esta tendencia. Ignacio Arnott, que hasta 2013 estuvo al frente de la Unidad de Reproducción Humana del HUCA y que ahora se dedica en exclusiva a la dirección del Instituto de Reproducción Humana FIV4, prefiere no dar cifras concretas pero hace hincapié en que a ese perfil se destinan un «alto porcentaje de los tratamientos».
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