Se diga lo que se diga todo esto ya se sabía o era fácil de imaginar
El Hospital Central eliminará 81 camas y 58 empleos para adaptarse al nuevo HUCA
En apenas 15 días pretende pasar de las 1.075 plazas actuales a 994.
En La Cadellada habrá solo 989 camas de hospitalización.
El viejo hospital deberá achicarse y reubicar áreas
Foto.- Miembros de la Junta de Personal del HUCA y del Comité de Empresa del viejo Hospital General, ayer, frente a Silicosis.
27.09.13 - LAURA FONSECA | GIJÓN, en El Comercio.
El viejo Hospital Central deberá menguar, y mucho antes de mudarse a su nueva ubicación. El inminente traslado a La Cadellada, donde habrá un 10% menos de camas, obligará a poner en marcha una especie de 'operación embudo'. En apenas 15 días, como paso previo a la mudanza general prevista para el próximo enero, el actual hospital tendrá que achicarse y lo hará eliminando 81 camas y enviando a la calle a 58 eventuales a los cuales no les renovarán sus contratos.
Estas son las grandes cifras del macroplan que la dirección del hospital ha elaborado con vistas a su marcha a La Cadellada y que ayer fue presentado a los trabajadores en el transcurso de una reunión con la Junta de Personal del Área Sanitaria IV y con el comité de empresa del antiguo Hospital General. Tal y como adelantó EL COMERCIO, el cierre del Instituto Nacional de Silicosis forma parte de este operativo. Pero no será la única medida de reorganización que se implantará estos días. De aquí a diciembre, el Central desplegará un complejo puzzle que se inició ayer mismo con el cambio de ubicación del servicio de vascular del antiguo Hospital General. Hoy le seguirá Urología del Covadonga y el lunes, ocurrirá otro tanto de lo mismo con Medicina Interna, que pasará del edificio de la antigua Residencial al General.
Según detalló el gerente del Área IV a los representantes sindicales, la idea es que en los próximos 15 días el hospital pase de las actuales 1.075 camas a 994. Para ello, tendrá que suprimir de mano 81 plazas para adaptar su tamaño al que tendrá en La Cadellada, donde según datos del propio Jaime Rabanal «habrá en total 989 camas». Son algo menos que las 1.039 de las que se solía hablar hasta ahora.
No obstante, esa cifra, la de 989 camas que finalmente habrá en La Cadellada, se verá aún más constreñida si se restan las plazas correspondientes a ingresos de UVI, reanimación y despertar. En total, el nuevo HUCA dispondrá de 887 camas para hospitalización general frente a las 975 actuales que hay en El Cristo.
En este afán por adelgazar al viejo hospital se ha optado por sacar fuera parte del servicio de Rehabilitación, que se irá al Monte Naranco, a donde también migrará la Unidad de Desintoxicación. De aquí a mediados de octubre cambiarán de sitio, aunque permanecerán en el propio complejo, los servicios de Digestivo, Medicina Interna, Urología y Vascular. También bajarán la persiana la UVI de Silicosis, las urgencias y sus dos plantas de ingreso, que pasarán a integrarse en el Hospital Covadonga.
El General cerrará de noche
Lo cierto es que se eliminarán camas y reubicarán servicios, pero también se cerrarán varias puertas de acceso, consiguiendo con ello prescindir de varios guardias de seguridad. El Hospital General, por ejemplo, echará el cierre a las diez de la noche cuando hasta ahora permanecía abierto las 24 horas. Lo mismo ocurrirá en el centro de rehabilitación, que solo permanecerá abierto de lunes a viernes. Estos cierres, según los sindicatos, provocarán dificultades a los acompañantes de enfermos que, por ejemplo, puedan estar aguardando por una operación de carácter urgente. «Ahora esperan en la sala que hay en el hall del Hospital General. Si cierran las puertas de acceso, ¿por donde entrarán o saldrán?», se preguntó una delegada del Sicepa.
La supresión de camas y la reducción de actividad y servicios tendrá una consecuencia directa sobre el empleo. 58 trabajadores eventuales no verán renovados sus contratos, según confirmó ayer mismo el propio Jaime Rabanal. Son los grandes damnificados del traslado del HUCA. Los afectados, muchos de los cuales llevan más de diez años trabajando en el Hospital Central, son 21 auxiliares administrativos, 17 pinches, 10 celadores, 4 planchadoras, 2 lavanderas, 2 costureras, 1 cocinera y 1 técnico de funciones administrativas. El goteo de trabajadores que se han quedado sin empleo fue una constante ayer en las oficinas sindicales. «Hay gente de 60 años que se queda en la calle. Esto es horrible», recriminaron.
El operativo de traslado, y sobre todo el de reorganización interna, fue duramente criticado por los sindicatos que lo tildaron de «barullo», «caos» y «desmantelamiento». Las principales críticas se centraron en el recorte de personal. CC OO, Sicepa, Simpa y Satse temen que «haya más despidos en diciembre. Este es solo el primer paso para un recorte mayor antes de que nos marchemos a La Cadellada», advirtieron.
Que se sepa la Unidad de Referencia Estatal de Silicosis (para neumoconiosis y enfermedades pulvígenas) nadie la pone en cuestión y tiene su espacio específico en el nuevo HUCA…
CC OO dice que «no permitirá que desaparezca Silicosis»
El consejero de Sanidad niega que se trate de un desmantelamiento y dice que los cambios forman parte del plan de modernización y traslado
27.09.13 - L. FONSECA / C. DEL RÍO | GIJÓN/AVILÉS, en El Comercio.
La decisión del Hospital Central de adelantar a octubre el cierre de Silicosis con vistas al traslado a La Cadellada no ha sido bien recibida. Tras las primeras críticas vertidas por la Junta de Personal y por los propios trabajadores del centro, ayer, la Federación de Industria de CC OO advirtió de que «no permitirá que desaparezca el Instituto de Silicosis». Dicha central aseguró no entender «las prisas que le han surgido a la dirección del hospital, que ha decidido trasladar precipitadamente al Hospital Covadonga varios servicios» de un centro calificado de referencia regional y nacional. CC OO teme que se trate de «una maniobra» para que una vez que se produzca el traslado del viejo HUCA a La Cadellada, Silicosis desaparezca definitivamente del resto de las prestaciones que hasta ahora llevaba a cabo el instituto».
Tal posibilidad fue rechazada ayer por el consejero de Sanidad. Faustino Blanco que señaló que los cambios, incluidos los previstos en Silicosis, forman parte de un plan general de modernización iniciado con la construcción y puesta en marcha del futuro hospital. «El traslado de Silicosis se produce junto con el resto del HUCA. Hemos hecho un desarrollo sanitario en la zona de El Cristo durante 50 años y haremos un desarrollo sanitario, espero que para otros 50 años, en el nuevo HUCA», indicó Blanco, ayer, en Avilés, donde visitó el Centro Tecnológico Itma.
Dicho responsable negó las acusaciones de desmantelamiento lanzadas por los sindicatos: «Nada se cierra sino al contrario, se desarrolla, se moderniza, se inserta y se potencia en una administración más moderna. Lo demás es generar confusión», aseguró. El titular de Sanidad quiso dejar claro a «los ciudadanos, que es a los que me tengo que dirigir, que vamos a una organización de excelencia, donde la atención va a ser de la máxima calidad».
Blanco asegura que con el traslado de Silicosis al HUCA se busca convertirlo en un "referente internacional"
AVILÉS/OVIEDO, EUROPA PRESS
El consejero de Sanidad del Principado, Faustino Blanco, ha asegurado este jueves que con el traslado de la unidad de Silicosis al nuevo HUCA lo que se busca es convertir el servicio en un centro de "referencia internacional". Ha dicho que el traslado supone una modernización y se ha dirigido a la ciudadanía para asegurar que "no tengan duda que vamos a prestar una atención de excelencia".
Blanco ha afirmado que el traslado definitivo se hará de manera progresiva y que "uno de los edificios más singulares del nuevo hospital es el de enfermedades polígenas". Ha apuntado que tendrá "el personal necesario para prestar un servicio de excelencia. No puedo decirles si serán 50 ó 100". "Vamos a ser eficaces, con personal adecuado y profesional", se ha comprometido.
El consejero ha realizado estas declaraciones a los periodistas con motivo de su visita al Centro Tecnológico Itma Materials Technology de Avilés, al que ha acudido para conocer las investigaciones que se están llevando a cabo, resaltando que "el modelo económico clásico tiene un recorrido determinado. "Hay que meter nuevos elementos de desarrollo e innovación que induzcan a la actividad económica", ha defendido.
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