Oficialmente será inaugurado mañana por el Presidente del Principado
LA FINBA…
El edificio de investigación biosanitaria será ocupado por los científicos de forma gradual
Foto.- A la derecha, antiguo psiquiátrico que comunica por la línea trazada con el nuevo HUCA.
01.10.2013, Oviedo, P. Á., en La Nueva España.
El edificio de investigación biomédica que será habilitado junto al nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en los terrenos de La Cadellada, dispondrá de un total de 2.840 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas. Este pabellón del antiguo Hospital Psiquiátrico, que en realidad ha sido derribado y reconstruido, será la sede de la Fundación de Investigación e Innovación Biosanitaria del Principado de Asturias (Finba).
Esta entidad, largamente reclamada por los científicos como instrumento imprescindible para acceder a determinadas convocatorias nacionales e internacionales de fondos para investigar, será presentada mañana, miércoles, en un acto que contará con la presencia del presidente del Principado, Javier Fernández. El Gobierno asturiano ha enrolado en la Finba a la Universidad de Oviedo y a casi una veintena de empresas y entidades. Diez de ellas tendrán rango de patronos, y las restantes, de benefactoras.
El interior del edificio se caracteriza por la flexibilidad. Su distribución deberá ir adaptándose a unas necesidades esencialmente variables. El director científico de la Fundación, Carlos Suárez, catedrático de Otorrinolaringología y jefe del servicio de esta especialidad en el HUCA, ya ha anunciado que al Finba irán incorporándose de forma gradual los grupos de investigación que merezcan una evaluación favorable de una comisión asesora externa y cuyos logros serán examinados cada cinco años.
El cuartel general de la investigación biomédica
La Finba, unida por un paso interno con el futuro HUCA, pretende vincular el laboratorio y la consulta clínica
01.10.13 - LETICIA ÁLVAREZ / LAURA FONSECA | OVIEDO.
Del antiguo psiquiátrico de La Cadellada al nuevo HUCA se podrá acceder por un paso subterráneo que comunica ambos edificios. El pasadizo es una anécdota dentro de lo que significa la obra de recuperación del primero de los inmuebles, y en comparación con lo que supone la construcción del futuro Hospital Central de Asturias, en la vanguardia de este tipo de edificaciones. Pero ejemplifica como nada los vínculos que uno y otro quieren mantener en cuanto ambos equipamientos funcionen a pleno rendimiento. La Cadellada será a partir de mañana, cuando quede inaugurada por el presidente del Principado, Javier Fernández, la sede de la Fundación de Investigación Biosanitaria del Principado de Asturias (Finba), un ambicioso laboratorio cuya principal pretensión será estrechar los lazos entre la investigación y la mismísima consulta médica.
En ello coinciden los investigadores que la apadrinan desde su presentación en sociedad como son Mario Fraga, especialista en epigenética; Amador Menéndez, experto en nanotecnología del Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias (ITMA); Aurora Astudillo, directora del Instituto de Oncología del Principado, y el catedrático Carlos Suárez, que será su director científico, además del bioquímico Carlos López Otín. Y esa pretensión responde sencillamente al por qué de una fundación de estas características en estos momentos. Porque ahora más que nunca se hace necesario, cuando los recortes llegan a todos los ámbitos económicos, empresariales y sociales y muy especialmente a la ciencia, que la labor de los científicos tenga un reflejo directo en la sociedad. «Nos sentimos vinculados y comprometidos con esta sociedad. Por ello estamos seguros de que la Finba será un marco que permita sumar el esfuerzo de nuestros investigadores hacia proyectos comunes que sigan beneficiando a las personas no solo por mejoras biomédicas en métodos diagnósticos y terapéuticos, sino por la incorporación de mejores procedimientos que puedan proyectarse a nivel más amplio, generar empleo y dar beneficios», aseguraba Aurora Astudillo, en un artículo publicado en estas mismas páginas. La colaboración con los clínicos, con los médicos que tratan a diario a los paciente enfermos y sus familias, es otra de las vocaciones de la Finba. Y debe ser, según explicó Carlos Suárez, de doble dirección puesto que los científicos han de aportar sus resultados y los médicos aprovechar ese conocimiento y mantenerse en continua formación. La Finba, de hecho, pretende atraer a tres mil profesionales de la ciencia y quiere integrar a al menos quince grupos de investigación. Para afrontar este reto la Consejería de Sanidad ya ha logrado implicar a veinte empresas entre patronos y benefactoras, que se comprometerán en distinto grado a dotar de presupuesto a la fundación. Las empresas juegan un papel importante y primordial para dar visibilidad a la labor que a partir de ahora desarrolle la Finba, pero el 90% de los recursos seguirán saliendo de la capacidad de los investigadores asturianos de mayor nivel por competir y ganar en concursos internacionales de primer orden.
Por delante cuentan ya con el compromiso del gobierno del Principado de aportar 300.000 euros de un presupuesto que deberá rondar los 4 millones de euros para empezar a hablar y de dos mil metros cuadrados solo para laboratorios en un edificio que quiere seguir escribiendo su propia historia.
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