El ex magistrado estuvo este miércoles en la presentación en Andalucía de la Convocatoria Cívica, una plataforma para "despertar conciencias" junto con Almudena Grandes, Luis García Montero, Juan Torres López, Antonio Gutiérrez, Pilar González, José Chamizo, Juan José Téllez, Blanca Rodríguez, Lina Gálvez y, por vídeo, Federico Mayor Zaragoza.
Baltasar Garzón: "Las posiciones progresistas deberían estar condenadas a entenderse"
"Ninguna sociedad se quebranta con la aplicación de la justicia", asegura acerca del tratamiento de la memoria histórica en España.
"El sistema judicial español es manifiéstamente mejorable. Debería ser más participativo".
En caso de posible lista electoral asegura tajante: "Ya he dicho que no".
Lucrecia Hevia, en eldiario.es
“Son tiempos de revolución” dijo un sobrio pero enérgico Baltasar Garzón ayer ante un salón de actos desbordado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla. El exjuez fue una de las caras visibles de la Convocatoria Cívica que este miércoles se presentó en Andalucía como una opción “no para ocupar un espacio electoral” sino como un catalizador de “propuestas y posibles soluciones a la situación en la que estamos, ante un Gobierno que está sordo” y no escucha a la ciudadanía.
“Como mi buen amigo Saramago, soy un pesimista impenitente y proactivo –se define- La ventaja de los pesimistas proactivos es que nos damos cuenta de que las cosas están mal y que hay que actuar”
Hablando “libremente (aunque también lo he hecho antes y así me ha ido)”, con críticas duras a la situación de España, venía dispuesto a “movilizar conciencias”. “Si no somos capaces de que la gente reflexione y no acepte la situación que está viviendo, habremos fracasado”. “Si no somos capaces de incorporar a los jóvenes a esta convocatoria (ante la ausencia de caras visibles en la cita de otras generaciones), habremos fracasado”. Garzón habló ayer de fracasos en el horizonte “si no hacemos algo”.
La apuesta es ambiciosa: unir sensibilidades progresistas en un espacio de reflexión que no busca cuota de poder, insisten él y sus compañeros de la Convocatoria, pero que tiene claro que hay que acceder de algún modo a las instituciones. Eso sí, en caso de posible lista electoral, Garzón asegura tajante: “ya he dicho que no”.
La Convocatoria ya cuenta con presencia de militantes en partidos políticos pero sobre la posible suma de PSOE o IU como formaciones completas, asegura que “las posiciones progresistas deberían estar condenadas a entenderse. Hay planteamientos diferentes pero en la diferencia es donde se encuentran las soluciones. Se sumará quién esté dispuesto a hacerlo”, responde a eldiario.es/andalucia.
“La justicia en España es manifiestamente mejorable. Viviendo fuera he perdido toda la soberbia que tenía sobre el sistema Español. Hay sistemas mucho mejores y participativos que el nuestro”, explica cuando se le pregunta sobre Justicia.
El sistema judicial tiene que cambiar. Tiene que ser más democrático, más transparente. Es una tarea muy difícil, pero si hubiera voluntad política hay medios para que funcione adecuadamente. Esa es la responsabilidad política, pero los jueces también tienen una gran responsabilidad, la de no dejarse influir ni presionar. Porque en la Justicia también hay corrupción”.
Arremete contra los procesos eternos (“¿Cómo es posible que hayamos tenido que esperar más de 10 años a ver sentado en el banquillo a Fabra?”), contra el presidente del Tribunal Constitucional, (“no se puede consentir que haya un presidente del Constitucional manifiestamente militante de un partido”) y no duda en calificar a Gallardón como “terrible”.
Desde fuera de la judicatura, como está ahora, está convencido de que “se puede servir a la justicia desde otros ámbitos” y mira con cierta calma el desarrollo de la trama Gürtell: “Los derechos que estaban en juego quedaban protegidos y ahora se ha demostrado que la línea era aquella. Pero bueno, el Constitucional decidió mi condena”. Ante las críticas a su persona, como las recogidas en las recientes memorias del exsubcomisario Amedo, no duda cuando dice que está “acostumbrado” a los intentos por desprestigiar su imagen y que “no hay quien se crea lo que dice”.
También desde fuera del país relata cómo la “marca España es algo así como una entelequia, no existe”. Y cómo ha resultado “vergonzoso que tenga que venir la ONU a decirnos que no estamos siendo justos con las víctimas del franquismo”. “Ninguna sociedad se quebranta con la aplicación de la justicia”, afirma respecto a la reparación de las víctimas de las dictadura. “Es una obligación luchar por una comisión de la verdad; Negar la realidad es el error histórico más grande de este país”.
Baltasar Garzón sale de la facultad de derecho, ya de noche, junto a sus compañeros de la Convocatoria Cívica, con más ánimo de seguir debatiendo y comentando. Y aunque reconoce que “hay prisa” para los cambios y que algunos miembros están proponiendo acciones más claras, insiste en explicar que el movimiento se articulará “poco a poco”.
Convocatoria cívica: "Queremos canalizar la rabia social provocada por los recortes de derechos"
La Convocatoria Cívica, una plataforma para "propiciar los cambios" y "la respuesta social a la pérdida de derechos" eligió Andalucía para su segundo acto de presentación
Los once intervinientes, Baltasar Garzón (magistrado suspendido de la Audiencia Nacional), Almudena Grandes y Luis García Montero (escritores), Juan Torres (catedrático de Economía), Antonio Gutiérrez (ex Secr. Gral de CCOO y ex diputado PSOE), Pilar González, (ex Secr. Gral del PA), José Chamizo (ex Defensor del Pueblo andaluz), Juan José Téllez (escritor, periodista y director del Centro Andaluz de las Letras), Blanca Rodríguez (prof. de Constitucional de la Universidad de Sevilla), Lina Gálvez (prof. de Economía de la UPO) y, por vídeo, Federico Mayor Zaragoza (ex director general de la Unesco), demostraron capacidad de convocatoria.
En la mesa, con gran representación andaluza, se subrayó que Andalucía debe jugar un papel protagonista en la lucha contra la pérdida de derechos y para transformar la democracia de la Transición en una realmente participativa. Por eso apuntan la celebración de otro acto en Sevilla dentro de mes y medio.
La iniciativa liderada por Garzón, Mayor Zaragoza, Almudena Grandes y Juan Torres, entre otros, evitó aclarar si concretará una lista, propia o de convergencia con colectivos y partidos de izquierda de cara a las europeas.
María Iglesias, en eldiario.es
Unas quinientas personas acudieron en la tarde de ayer, en la Facultad de Derecho de Sevilla, a la segunda cita de Convocatoria Cívica, tras su presentación el 3 de julio en Madrid. Y tanto su masiva asistencia -desbordando el aforo del salón de actos con más de 600 personas- como sus continuos aplausos respaldaron la propuesta de esta iniciativa que es "canalizar la rabia social provocada por los recortes de derechos y libertades para que no sea estéril, sino que se concrete en unión de ciudadanos, movimientos y partidos frente al gobierno de derechas de Mariano Rajoy".
El objetivo, en palabras de la novelista Almudena Grandes, es que los ciudadanos acaben "invadiendo la democracia" y "entrando a saco en las instituciones". Porque -según dijo el catedrático de Economía de la Universidad de Sevilla, Juan Torres- "ya va siendo tiempo de que la sangre se nos revuelva" y "de ganar elecciones" para frenar los desmanes que "el Gobierno perpetra, día a día, en el Boletín Oficial del Estado".
El modo de alcanzar ese propósito, no obstante, no quedó claro a pesar de las reiteradas preguntas formuladas por periodistas en una rueda de prensa, abierta al público, previa al acto. Se evitó hablar de candidatura electoral de cara a las elecciones más próximas, las europeas . "No hay pretensión de ser un partido político, no queremos pelear por el poder. Este pensamiento es consecuencia de la mala calidad de nuestra democracia", insistía Almudena Grandes, al tiempo que afirmaba que "es necesario llegar a las instituciones".
Antonio Gutiérrez fue quien más claramente aludió a ambos al advertir de la tentación que pueden sentir el último de "conformarse con ser cabeza de ratón ahora que parece que el ratón engordará" y el primero "de esperar a que la situación empeore; cuanto peor, mejor para volver el poder". Algo que, según él, sería "una traición a los ciudadanos".
"Andalucía tiene que recuperar el protagonismo político"
Pilar González, por su parte, fue la única en marcar plazo: "dentro de año y medio, como mucho, nos dirán que la crisis ha pasado y que la realidad resultante será con la que tengamos que conformarnos. Si esperamos a entonces para exigir responsabilidades y querer recuperar los derechos que nos han quitado, será demasiado tarde". Según la ex líder del nacionalismo andaluz, "Andalucía tiene que recuperar, quizá coincidiendo con el histórico 4 de diciembre, el protagonismo político, porque cuando lo ha ejercido ha sido fundamental para la igualdad de los andaluces, pero también de los españoles".
Los intervinientes insistieron en no pretender crear una lista electoral propia, ni "tocar poder", ni están movidos "por ningún afán de protagonismo". Y atribuyeron la necesidad de reiterarlo al deseo de "despejar lo que parece ser una extendida sospecha".
No obstante, fue evidente el tirón que ejercen, en particular una figura como la de Baltasar Garzón que tras ser apartado de la judicatura (por el Supremo y acusado de ordenar escuchas a los abogados de la Gürtel) no sólo no ha desaparecido del panorama público, sino que ha acentuado su dimensión de figura internacional -con episodios como su asesoramiento legal de Julian Assange, fundador de WikiLeaks-, y política.
"Puedo deciros -aseveró el ex magistrado en uno de sus momentos más mitineros-, y no porque sangre por la herida de mi expulsión ya cerrada, sino porque ahora puedo hablar con libertad -aunque antes lo hacía y así me fue-, que en este país la Justicia no siempre persigue a la corrupción, sino que la corrupción también entra en la Justicia; que a lo más alto de la carrera judicial no llegan los mejores y para evitarlo, podríamos establecer que los ciudadanos eligieran a los miembros del Consejo General del Poder Judicial, que es una prioridad absoluta evitar la entrada en vigor de la Ley Wert, que hay que superar el tabú de la Guerra Civil de la que no habló la Transición pues como dijo Mandela “no se puede pasar página histórica, sin leerla” y tomar las decisiones que España necesita sin dejarnos llevar por intereses económicos, diplomáticos, o el miedo a lo que nos hará Alemania, China o EEUU? ¿Pero qué coño van a hacernos?”.
"Muchos de nosotros acarreamos experiencia política y fracasos" -confesó Antonio Gutiérrez quien, como Garzón, fue diputado socialista, mientras que García Montero o Almudena Grandes militan en Izquierda abierta, corriente llamazarista de IU, o Pilar González fue cabeza de cartel del PA en su día-, pero ni hemos venido a crear un grupúsculo más dentro de la izquierda, para dividirla, ni traemos un proyecto acabado. Somos lo que queráis que seamos" -añadió.
Precisamente, por la experiencia previa en partidos y sindicatos al frente de movimientos similares como Asamblea ciudadana -de la que Juan Torres se acabó desvinculando y muchos de cuyos activistas se contaban ayer entre el público- y por el deseo declarado "de no suicidarnos", llamó la atención que no se aclarara la estructura organizativa de Convocatoria Cívica, el plan de contactos con grupos, colectivos y partidos, el calendario, ni la fecha prevista para ofrecer a la ciudadanía, que ayer demostró su interés, una propuesta concreta. Al respecto, se remitió a la web convocatoriacivica.es donde se recaban firmas y recogen sugerencias y que está gestionada por personal de la Fundación Internacional Baltasar Garzón.
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