Que todo se aclare rápido y sin ningún género de duda
La familia de la madre y el bebé fallecidos tras dar a luz denunciará al hospital de Arriondas
Cientos de personas dieron ayer el último adiós a la madre y su hijo en un multitudinario funeral celebrado en la basílica de Llanes
Foto.- Ayer a la entrada del sepelio celebrado en la basílica de Santa María del Conceyu de Llanes.
23.10.13 - TERRY BASTERRA | LLANES, en El Comercio.
La familia de la mujer y el bebé fallecidos tras dar a luz en el Hospital Grande Covián de Arriondas van a adoptar medidas legales contra el centro sanitario al considerar que las muertes fueron consecuencia de un «error médico». Ayer seguían a la espera de recibir los resultados de la autopsia que se le realizó al cuerpo de María Oliva Barreiro García en la tarde del lunes, aunque ya habían puesto el caso en manos de un abogado.
Durante la primera mitad del día de ayer el tanatorio de Llanes fue un constante ir y venir de personas que se acercaban a dar el pésame al esposo, los padres, hermanos y demás familiares de los fallecidos. María Oliva era muy conocida y querida en Llanes. Su padre regenta en la céntrica calle Manuel Cué la sidrería El Pescador, lugar donde ella trabajaba como cocinera y del que su pareja es camarero. Sus amigos reclamaban ayer «justicia» para los fallecidos. «Lo que ha pasado aquí lo tiene que saber toda España. Ayer (por el lunes) iba a ser un día de fiesta. Estábamos todos a la espera de que tuviese lugar el parto y nos hemos llevado un palo muy gordo. Pensamos que lo que ha ocurrido no ha sido un accidente, sino una negligencia», lamentaba Jorge Manuel Álvarez Pérez, amigo del matrimonio y del resto de la familia. Álvarez Pérez, quien también es trabajador del gremio de la hostelería en la sidrería El Bodegón de Llanes, recordaba a María como «una mujer encantadora a la que el embarazo le había sentado fenomenal. Estaba guapísima y todavía más maja». No era el único de las personas que conocía a esta mujer que ayer aseguraba que desde que se encontraba en estado era aún más simpática. «Iba a ser su primer hijo y era un crío esperado y buscado. Era casi el niño de todos. Lo estaba esperando medio Llanes», lamentaba ayer este amigo. Prueba de lo querida que es esta familia en la villa fueron los cientos de personas que acudieron ayer a la basílica de Llanes a dar su último adiós a María y su hijo Diego.
María Oliva Barreiro García, de 39 años, había tenido un embarazo sin ninguna complicación. Tenía el parto programado en Arriondas para el lunes, pero el domingo por la tarde le subió ligeramente la fiebre y tras detectarle una infección de orina en el ambulatorio de Llanes la mandaron al Grande Covián. Allí, según el relato de la familia, le dieron un medicamento para bajarle la fiebre y oxitocina para inducirle el parto. Un rato después la mujer dijo sentirse mal y se desvaneció. Los servicios médicos le practicaron una cesárea, pero el bebé nació muerto. La familia afirma que los médicos no pudieron detener la hemorragia que sufría y que la fallecida sufrió hasta seis infartos antes de que ser trasladada al hospital de Cabueñes, en Gijón, donde llegó con parada cardiaca y falleció sobre las 3 de la madrugada del lunes.
Fuentes sanitarias conocedoras de los hechos afirman que están a la espera de que se realice una revisión independiente de todo el caso en profundidad para despejar cualquier posible duda respecto a la atención médica prestada en el hospital de Arriondas. También apuntan a una embolia de líquido amniótico (ELA) como posible causa que provocó la muerte de la llanisca. Según distintos profesionales este mal tiene una incidencia muy pequeña, aunque las posibilidades de que se padezca se incrementan en mujeres mayores de 35 años. Algunos expertos apuntan a que también influye para que se dé el ELA que se haya provocado el parto, aunque en este punto no hay unanimidad. El índice de mortalidad cuando se da este mal es del 60%. Se espera que el resultado de la autopsia aclare las causas de su muerte. El Sespa ha abierto una investigación al respecto.
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