Infrecuente e indeseado, pero no es la primera vez que ocurre ni en el HUCA ni en otros muchos hospitales de nuestra sanidad
Pacientes del HUCA pasan más de un día en Urgencias ante la falta de camas
En la madrugada de ayer, el hospital se vio forzado a reabrir plantas cerradas para poder dar cabida a los enfermos más graves
13.12.2013 - LAURA FONSECA, OVIEDO, en El Comercio.
Más de un día en Urgencias del HUCA a la espera de cama. En lo que va de semana, una treintena de pacientes han tenido que pasar más de 24 horas en los boxes de atención urgente del Hospital Central porque «no había huecos libres para ingresos». Los hechos ocurren precisamente cuando el viejo HUCA se ve inmerso en un proceso de recorte y cierre de plantas debido al inminente traslado que se producirá en enero. La dirección del hospital acordó inhabilitar un centenar de camas con el objetivo de ir adaptándose al tamaño que el HUCA tendrá en su nuevo emplazamiento de La Cadellada, donde perderá 81 plazas para quedarse con 994 camas en total. En ese proceso se enmarca el cierre de Silicosis, centro que hasta octubre canalizaba buena parte de las urgencias respiratorias que ahora deben ser atendidas en el centro general y que son uno de los motivos de saturación que estos días vive el Central.
Fuentes del complejo confirmaron que el pasado lunes ya hubo complicaciones en Urgencias del HUCA, donde quedaron pacientes a la espera de ingresar, pero el martes la situación empeoró. Ese día, al menos diez enfermos que habían llegado por la mañana con trastornos respiratorios y también «alguna insuficiencia cardíaca», tuvieron que pernoctar en las camillas de Urgencias porque «no había ni una sola cama libre en todo el hospital y eso que aún no llegó el pico de la gripe», alertaba un profesional.
La situación se repitió el miércoles, pero de forma más acuciante «ya que todavía teníamos los ingresos pendientes del día anterior». Ante esta situación, el HUCA se vio forzado a reabrir una de las plantas cerradas del Materno-Infantil. La decisión se adoptó de madrugada «y para dar respuesta a los muchos de pacientes y familiares que comenzaban a perder la paciencia». Ayer por la mañana «la planta, con 24 camas, ya estaba totalmente ocupada», confirmaron desde el propio hospital.
Ingresar en el viejo Hospital Central está resultando más complicado que de costumbre. El plan de traslado al nuevo HUCA, que llevó a Sanidad a menguar el antiguo complejo a modo de adaptación, está provocando trastornos y dificultades en el funcionamiento diario. La Junta de Personal del Área IV ya lo había advertido en octubre, cuando el HUCA dio a conocer su operativo de traslado. A esto se suma una particularidad, cuanto menos llamativa, y es que cuando queda apenas un mes para el traslado a La Cadellada, el viejo hospital continúa con obras. Ayer mismo se estaban realizando trabajos de reforma en la cuarta planta del centro de rehabilitación. La intención es reconvertir una zona administrativa (reformada hace apenas seis meses) en habitaciones.
El personal de Urgencias, donde días atrás el familiar de un paciente supuestamente afectado por una larga demora agredió a un médico, denuncia que «la tensión es máxima y la crispación está a flor de piel».
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