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Nueva demanda en ciernes ante el TSJM, con independencia de la decisión que tomen los jueces en el Pleno de dicho Tribunal que se reúne este jueves para decidir si admite o no los recursos contra la privatización presentados hasta la fecha…

Nueva demanda en ciernes ante el TSJM, con independencia de la decisión que tomen los jueces en el Pleno de dicho Tribunal que se reúne este jueves para decidir si admite o no los recursos contra la privatización presentados hasta la fecha…

Los médicos llevarán al tribunal un doble rasero en las cuentas

Sostienen que la Consejería midió erróneamente el coste de atención al paciente

Foto.- Pancarta de protesta contra la privatización sanitaria en el Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid.

JOSÉ LUIS M. VADILLO, Madrid, en El Mundo.

 

La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid utilizó dos maneras diferentes de medir el coste de la atención sanitaria en los hospitales de la región para decidir cuánto dinero percibirán las empresas adjudicatarias en el proceso de externalización que inició el año pasado.

 

El próximo jueves, el Pleno del Tribunal Superior de Justicia de Madrid se reúne para decidir si admite o no los recursos contra la privatización presentados hasta la fecha. Con independencia de esa decisión judicial, los profesionales sanitarios agrupados en los colectivos antiprivatización ya anuncian una nueva demanda. El motivo está en las tablas de la memoria económica, a las que ha tenido acceso este periódico.

 

En ellas se puede comprobar que la consejería que dirige Javier Fernández-Lasquetty utilizó dos métodos para calcular cuánto cuesta atender a los madrileños en los hospitales de la región. En 2011 aplicó la fórmula de la Unidad de Complejidad Hospitalaria, y en 2012, los precios públicos. Ambos sistemas son válidos y se utilizan en el sistema sanitario, pero no se pueden comparar. Son, simplemente, diferentes varas de medir sin equivalencia entre sí.

 

¿Qué efectos tienen estos cálculos con baremos diferentes para dos años? Para Pedro González, presidente de la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid, organización frontalmente opuesta a la privatización, "es una locura". "Puede haber cambios en el cálculo de la asistencia sanitaria nefastos para la población, la Administración y las adjudicatarias", afirma.

 

Patricia Alonso, geriatra y secretaria de Afem (Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid), cree que "todos los cálculos parecen hechos con la clara intención de incrementar el dinero que les corresponde a las adjudicatarias". Alonso considera que "el procedimiento está mal hecho" y que por tanto "hay que invalidar todo el proceso".

 

Cuando el Gobierno regional inició el proceso de externalización, debió resolver un aspecto clave: ¿cuánto cuesta atender a un ciudadano en los hospitales de la región? Pues depende. La factura no es la misma en La Paz que en el Doce de Octubre. Menos aún si se compara uno de estos hospitales de referencia con alguno de los nuevos (los privatizables).

 

Sucede que los históricos centros sanitarios cuentan con más servicios y mayor tecnología punta, más cara que en los nuevos hospitales. Dada la complejidad para saber el coste que se puede atribuir a un centro, y determinar así cuánto dinero se puede ofrecer a las concesionarias, la Consejería hizo cuentas. El método aplicado en el ejercicio de 2011 calcula el coste de una determinada intervención en un hospital en función de unos baremos internacionales. Así, multiplicando el número de operaciones realizadas en dicho centro se puede conocer el coste promedio de las mismas.

 

El segundo método, el de los precios públicos, es el que se aplicó para el curso de 2012. En esta fórmula se asigna a cada operación un coste fijo sin tener en cuenta el hospital en que se realiza. Éste es el método con el que se ha trabajado tradicionalmente, dentro de un sistema que no detallaba los costes de sus procedimientos, sino que se basaba en los grandes presupuestos.

 

Los pacientes ’derivados’

Cuando Sanidad tuvo estos datos tanto de 2011 como de 2012, los utilizó de forma indistinta para calcular los costes sanitarios. La cuestión es: ¿por qué es importante para el Infanta Leonor saber el coste de las operaciones de su centro de referencia, el Gregorio Marañón? Cada año, cientos de pacientes del Infanta Leonor son derivados al Marañón porque no dispone de algunos de los servicios que requieren sus pacientes. A estos pacientes se los denomina derivados, y generan una facturación interna entre hospitales a efectos contables.

 

Lógicamente, si uno de estos hospitales pequeños genera un gasto anual a su centro de referencia, hay que cobrárselo en cada ejercicio. Así lo hace la Consejería en su memoria económica, pero en vez de calcular el coste de los derivados en función de lo que cuestan las operaciones en los hospitales de referencia, se calcula sobre el coste de los hospitales nuevos. Así, la factura total es sensiblemente inferior para las empresas concesionarias.

 

"Estos datos se añadirán a una nueva demanda ante el TSJM, con independencia de la decisión que tomen los jueces, porque los cálculos no responden al coste de la asistencia sanitaria y así no se puede saber cuánto hay que pagar a las concesionarias", explican los médicos.

 

Otro ejemplo de ese uso erróneo de los datos se puede ver en la denominada Tabla 2, referente al año 2011, en el que el cálculo del déficit que generan los pacientes derivados desde los nuevos hospitales se hace a razón de 2.671 euros para cada paciente. Sin embargo, el coste real para cada intervención en los hospitales de referencia es, según los datos que maneja la propia Consejería, de 3.794 euros. Es decir, 1.123 euros de diferencia por cada paciente.

 

Al multiplicar por los cientos de pacientes que cada año se derivan desde cada hospital, se traduce en una factura menos abultada para las concesionarias por este concepto.

 

Hay que aclarar que los hospitales privatizados no pagarán por cada uno de esos pacientes derivados: la Consejería usa estos cálculos para hacer una estimación y saber cuánto tiene que restarles del dinero que abona cada año de contrato.

 

Este periódico contactó con la Consejería, pero no fue posible tener su versión en estos días festivos.

Cifras que 'no cuadran', según los médicos

JOSÉ LUIS M. VADILLO, Madrid, en El Mundo

Las claves de las tablas económicas

Un 'regalo' del 2%.

El coste de la facturación intercentros se hizo en 2012 con precios públicos de 2009. Si la privatización entra en vigor en 2014, se podrían usar los nuevos precios públicos actualizados en noviembre de 2013, pero la Comunidad no lo hará. Hay una diferencia de costes de hospitalización de 50 milloens de euros. "De esta forma se regala un 2% de la facturación intercentros", dicen desde Afem.

 

La Paz. 

La estimación de costes es muy dudosa en algunos casos. ¿Cuánto factura La Paz por lo que se denomina Procedimientos Extraídos (por ejemplo, cateterismo cardiacos)? En 2011, sólo 231.000 euros. Y un año después, 4.305.000 euros. Pero no hay una explicación lógica para esta diferencia.

 

Cero pacientes tratados.

Algunos errores de las tablas de la memoria son llamativos: en el apartado que recoge procedimientos que sólo se realizan an algunos centros, el Hospital de Torrejón y el Infanta Elena tienen atribuidos cero pacientes tratados.

 

Diferentes precios.

Cobrar las operaciones de pacientes derivados al precio del hospital de salida o al de llegada (donde se operan, como parece lógico) es muy diferente. En el Infanta Leonor la factura pasa de 86,4 millones a 122,7 al año. En el del Sureste (Arganda), la oscilación va de 24,3 a 34,5 millones, siempre a favor del gestor privado.

 

Dudas razonables.

¿Cómo es posible que el Gregorio Marañón tenga una facturación positiva casi cuatro veces mayor que hospitales de su tamaño y especialización, como La Paz o el Doce de Octubre? Otros como el Infanta Leonor tienen facturación negativa casi el doble de otros de su tamaño.

 

Cruz Roja.

El hospital de la Cruz Roja tiene un rendimiento extraordinario en lo referente a consultas externas en su facturación intercentros, según las tablas usadas. En 2011, tuvo 117.900 consultas y una facturación de 11,8 millones; el Gregorio Marañón, por ejemplo, tuvo un balance muy parecido, de 12 millones, pero con un total de 871.000 consultas, casi ocho veces más.

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