Entrevista a Rafael Matesanz, fundador y director de la ONT y, desde esta semana, presidente del comité científico de la Fundación Mutua Madrileña
«Si las donaciones bajan es porque los profesionales nos hemos relajado»
«Sería un éxito acabar el año con un aumento del 5% en el número de trasplantes», asegura el responsable de «la marca sanitaria española»
Daniel Roldán | Madrid, en El Comercio.
Una verdadera Marca España que no para de crecer desde que se fundara hace 25 años. La Organización Nacional de trasplantes (ONT) se ha convertido en uno de los referentes sanitarios mundiales. «Cuando uno va por el mundo, la marca sanitaria española es la ONT», asegura sin ambages Rafael Matesanz (Madrid, 1949). Fundador y director de la ONT y, desde esta semana, presidente del comité científico de la Fundación Mutua Madrileña, con la que colabora desde hace más de una década.
-¿Cómo está la donación en España?
-La donación es una de las cosas de la que podemos presumir y lo podemos hacer desde hace mucho tiempo. España es el líder mundial en la donación de órganos y lo viene siendo nada menos que desde hace 23 años. No hay otro campo en la medicina o en la ciencia donde realmente hayamos conseguido esa situación.
-¿Esto sí que es una verdadera Marca España?
-Cuando uno va por el mundo, la marca sanitaria española es la ONT. Creo que España es ampliamente reconocida como líder mundial.
-En febrero se realizaron 45 trasplantes en una sola jornada. ¿Cómo fue ese día?
-Hay un sistema donde aparece cada donante de España. Cada coordinador comunica el suyo y a mí me van saltando en el teléfono. A media tarde estaba claro que no iba a ser un día normal. Fueron 16 donantes en 11 comunidades distintas. Una verdadera prueba de esfuerzo del sistema.
-¿Qué sintió?
-Fue tremendo. Cuando nosotros empezamos en 1989, la media de trasplantes diarios eran de tres o cuatro. Ahora son doce. Y, de repente, un día son 45. Fue una jornada de actividad febril en la sede de la ONT y en todos los hospitales. Es un esfuerzo de coordinación y recursos enorme, con varios equipos de corazón, riñón, páncreas o pulmón trabajando a la vez. Aquel día pudieron estar en danza más de 600 personas perfectamente coordinadas.
-Al realizar el balance de 2013 comentó que uno de sus objetivos era aumentar la cadena de donación de riñón en vivo. Ya se ha conseguido en apenas seis meses. ¿Se lo esperaba?
-Fue de seis donaciones y estuvo a punto de ser de nueve. Pero, a veces, uno de los eslabones se rompe. Creo que fue un dato muy importante porque anima a la gente a donar en vivo y hace pensar que en el futuro las cadenas van a ser mucho más largas. En esa cadena hicimos un paso muy importante que el del donante puente, es decir, no hacerlo todo en un día. Esta fórmula es mucho más fácil aunque hay que estar atento de que nadie se eche atrás. Vamos a ver cadenas mucho más largas. Estoy convencido.
-¿No teme una relajación de la sociedad en materia de donación cuando vea que está todo hecho?
-Creo que mientras nosotros no nos relajemos, la sociedad no se relajará. Si las donaciones bajan nunca es por culpa de la población; es señal de que nosotros hemos hecho algo mal. La población es generosa siempre que se hagan las cosas de forma lógica y profesional. Si en un momento la población está en 40 (donaciones por mil) y baja a 20 es porque se han relajado los profesionales, no la gente. La población está muy orgullosa de su sistema de trasplantes, y en el momento en el que se pide algo reacciona muy bien. Por ejemplo, la donación de médula ósea.
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