La asamblea de médicos, celebrada ayer, acuerda protagonizar mañana viernes a las 8.30 horas, junto a la entrada del edificio de hospitalización, una protesta con el lema Primero, los pacientes
Una caída en la red colapsa el HUCA
Los médicos se rebelan y acuerdan volver al papel cuando el Millennium no ofrezca garantías suficientes. Mañana se concentrarán bajo el lema 'Primero, los pacientes'
El sistema de comunicación estuvo inoperativo hora y media. Se aplazaron consultas y operaciones
Foto.- Asamblea de médicos, ayer, en el salón de actos del nuevo HUCA.
LAURA FONSECA | OVIEDO, en El Comercio.
El HUCA se quedó ayer en blanco. Durante hora y media, el nuevo hospital permaneció incomunicado debido a una caída de la red informática y telefónica que le sustenta. Desde las diez menos cuarto de la mañana hasta pasadas las once, los médicos y resto del personal sanitario de La Cadellada no pudieron conectarse a los ordenadores y, por tanto, entrar en el sistema informático, vital para el funcionamiento del nuevo complejo, que basa su rutina en una plataforma digital, alejada del modelo tradicional de papeles. Tampoco funcionó la telefonía. No se podían recibir llamadas ni tampoco hacerlas, lo que afectó a los 'buscas' de los facultativos de urgencias y de quirófanos, además de a las interconsultas.
La Consejería de Sanidad reconoció la existencia de problemas, uno más desde que La Cadellada abrió sus plantas de hospitalización y las urgencias, hace apenas doce días. El departamento de Faustino Blanco explicó que el fallo se originó «en un corte de comunicación exterior» e insistió en que «no hubo incidencias sobre la atención». Sin embargo, EL COMERCIO pudo constatar que en La Cadellada sí hubo que aplazar consultas y retrasar el inicio de alguna intervención quirúrgica. Lo mismo ocurrió con las pruebas radiológicas y las analíticas. En el área de Radiodiagnótico, las demoras superaron las tres horas. Tal fue la situación que el propio personal del hospital aconsejaba a los pacientes irse a casa y volver a pedir cita.
En las consultas también hubo que armarse de paciencia, ya que la caída de la red provocó un efecto dominó, obturando el hospital durante horas. El sistema 'revivió' pasadas las once de la mañana, pero las demoras y los retrasos se extendieron a lo largo del resto de la jornada. Y mientras esto ocurría en las consultas, quirófanos y salas de radiología del HUCA, un poco antes, a las ocho y cuarto de la mañana, los facultativos acordaban en asamblea rebelarse ante el Millennium. Las constantes deficiencias que acumula el sistema informático, que según los profesionales «sí que está poniendo en riesgo la seguridad de los enfermos», ha llevado a los médicos a no esperar ni un minuto más y dar un paso al frente. Ángel Colmeiro, responsable de la sección de Atención Especializada del Sindicato Médico (Simpa) y portavoz del encuentro, fue muy claro: «No vamos a ser esclavos del Millennium y cuando el sistema falle y no ofrezca garantías para el paciente pasaremos al papel. Los facultativos vamos a tener muy presente la seguridad del enfermo y no vamos a perder ni un minuto más delante de la pantalla del ordenador».
En la asamblea, la primera del nuevo hospital, los médicos revelaron situaciones «muy graves» que han venido ocurriendo en La Cadellada. La reunión fue un reguero de lamentaciones y también de advertencias a las autoridades, a las que instan a actuar y a pedir responsabilidades a Cerner, empresa responsable de la polémica plataforma informática. Los facultativos denunciaron desde esperas de ocho horas para conocer los resultados de una analítica en pacientes que habían sufrido un infarto o el retraso de hasta dos horas en el inicio de un trasplante renal que «ni siquiera los informáticos de Cerner fueron capaces de resolver» en tiempo y forma. Mañana celebrarán una concentración bajo el lema 'Primero, los pacientes', una protesta con la que los médicos «queremos dejar claro que actuaremos siempre en defensa de los enfermos».
La cascada de problemas e incidencias que acumula el nuevo HUCA, cuyo sistema informático costó casi 17 millones de euros (factura que se eleva a 42 millones si se suman laboratorio, radiología y centro de respaldo), es también criticado por otros sindicatos, como el Sicepa, que calificó el proceso de mudanza y arranque de La Cadellada «de caótico y precipitado». Francisco Menéndez indicó que «a los profesionales se los ha tirado literalmente aquí, en el nuevo hospital, y les han dicho: 'arréglate como puedas'».
Nuevo HUCA: ocho horas de espera para una analítica por infarto
Los médicos convocan una concentración para el viernes con el lema 'Primero, los pacientes' a las puertas del centro
Pablo Zariquiegui, en Asturias24
Médicos y Administración siguen sin ponerse de acuerdo. Los primeros insisten en que la seguridad de los pacientes corre riesgo en el nuevo HUCA. La segunda admite fallos, pero niega de forma tajante el peligro para la salud de los enfermos. Los facultativos, reunidos esta mañana (por ayer) en asamblea, han puesto sobre la mesa algunos casos que, según dicen, revelan estos riesgos.
Ángel Colmeiro, presidente de la sección de Atención Especializada del Sindicato Médico Profesional de Asturias (Simpa), recoge cuatro ejemplos que se han mencionado en la asamblea de hoy.
- Urgencias. Analíticas que se demoran ocho horas para tres pacientes con infarto agudo de miocardio.
- Pediatría. Doce horas de espera para la analítica de un niño con sospecha de infección generalizada.
- Neumología. Doce horas de espera para unas radiografías urgentes.
- Trasplante renal. Dos horas y media de demora por problemas en la configuración del paciente en quirófano. Los profesionales fueron convocados a las 6.00 horas pero la intervención no comenzó hasta las 8.30 horas.
Colmeiro señala que todos estos hechos evidencian que sí ha habido situaciones de riesgo para los pacientes, pese a la insistencia de la Administración, que las rechaza. El presidente de la sección de Atención Especializada del Simpa asegura que en la asamblea se han transmitido a los médicos las conclusiones de la reunión que se mantuvo con la dirección y la gerencia del Área Cuarta en la que, según Colmeiro, se reconocieron los errores y agradecieron la buena disposición del personal. El responsable de hospitales del sindicato asegura que no es intención de los médicos de boicotear Millennium, el programa informático, que está causando los problemas. "Lo que decimos es que, ante la mínima repercusión para el paciente, pasaremos al papel", señala.
Los médicos protagonizarán el viernes a las 8.30 horas, junto a la entrada del edificio de hospitalización, una protesta con el lema Primero, los pacientes. El propósito, según Colmeiro, es dejar claro que "no vamos a permitir que su seguridad se ponga en riesgo". "Si es necesario, dejaremos de utilizar Millennium", concluye.
Los médicos se mueven contra Millennium
Los facultativos del HUCA dan unos días de tregua para mejorar la informática, pero mañana ya harán una concentración de presión El Hospital estuvo incomunicado durante una hora
26.06.2014, Pablo ÁLVAREZ, en La Nueva España.
"Si en un plazo razonable no se solucionan los problemas, tendremos que plantearnos suspender el uso del Millennium -el programa informático del nuevo Hospital-. Podemos darles el mes de junio. Si no vemos progresos, quizá la semana que viene tengamos que ir a concentrarnos ante la gerencia". Ésta fue la propuesta que Ángel Colmeiro, dirigente del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA), lanzó ayer en la primera asamblea de trabajadores celebrada en el nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Convocada por la citada organización sindical para las ocho y cuarto de la mañana, congregó a aproximadamente un centenar de facultativos del recinto sanitario de La Cadellada, cuyo interés se centraba primordialmente en los problemas surgidos con el nuevo programa informático.
Entre un centenar largo de médicos resulta difícil medir el nivel medio de indignación. Lo que está claro es que los que tomaron la palabra en el flamante salón de actos -con sillones rojinegros y carente aún de micrófonos y altavoces- estaban altamente irritados. Tan es así que la propuesta del doctor Colmeiro casi quedó situada en el terreno de la tibieza. Sus interlocutores subrayaron que no estaban por la labor de dar demasiado margen a la ansiada mejora del sistema informático.
"La semana que viene ya es julio", arguyó una médica, quien recibió el apoyo de otro facultativo, que inclinó definitivamente la balanza: "Propongo una concentración este viernes, porque sin presión, no funcionan". Colmeiro advirtió que "si venimos cuatro amigos, hacemos el ridículo".
Finalmente, se acordó que mañana, viernes, a las ocho y cuarto de la mañana, el personal facultativo del HUCA queda convocado por el Sindicato Médico para concentrarse delante del edificio de hospitalización. ¿Lema? "Primero, los pacientes". Será la primera movilización en el nuevo recinto sanitario cuando aún no han transcurrido dos semanas de su apertura plena.
Concluida la asamblea, se corrió la voz de que al filo de las diez menos cuarto se había caído todo el sistema informático del nuevo HUCA. Más tarde se supo que, en realidad, se había producido un corte total de las comunicaciones del centro sanitario con el exterior, que había incluido la telefonía. "No ha tenido ninguna incidencia sobre la atención a los pacientes", se limitó a señalar la Consejería de Sanidad. Según fuentes sindicales, el apagón duró media hora en algunas zonas del complejo sanitario, y hasta una hora en otros.
De vuelta al contenido de la asamblea, resultó patente que a los médicos no les han gustado en absoluto las declaraciones de la administración sanitaria en las que niega que los fallos informáticos hayan puesto en riesgo la seguridad de los pacientes.
A modo de réplica, un facultativo relató lo sucedido en la noche del miércoles al jueves de la semana pasada, cuando el laboratorio de análisis del HUCA estuvo varias horas incomunicado por vía informática con el resto del complejo sanitario. "Había en urgencias tres adultos en situación grave y un niño con una sepsis, y estuvimos varias horas esperando la analítica. Al final, se solucionó gracias a la buena voluntad de los compañeros del laboratorio, que vinieron a urgencias". "Si eso no es poner en riesgo al paciente...", apostilló el médico.
De otro lado, un cirujano comentó lo acontecido en un trasplante realizado recientemente. "Teníamos que empezar a las seis de la mañana, pero no pudimos comenzar hasta las ocho y algo debido a la cantidad de datos que hay que meter en el sistema informático. No hubo mayor inconveniente, salvo que la programación del quirófano tuvo que ser retrasada, pero me pregunto qué va a pasar cuando llegue un señor con un balazo en la ingle", indicó el cirujano.
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